EXCLUSIÓN EN EL CONSEJO FEDERAL DE GOBIERNO

Una vez más el gobierno nacional impone su sectarismo y patentiza su actitud excluyente, al no darle participación alguna los sectores democráticos en la conformación de la directiva nacional del Consejo Federal de Gobierno, declaró desde el Palacio Blanco el gobernador de Nueva Esparta.
Morel Rodríguez Ávila lamentó que la cerrada postura del oficialismo dejará a las gobernaciones y a las alcaldías democráticas en absoluta minusvalía, lo cual desde luego incidirá en la marcha de los planes de desarrollo que para concretarlo en sus regiones han planificado los estados Nueva Esparta, Zulia, Miranda, Carabobo y Táchira, a los cuales deberá sumarse ahora Lara.
Dijo el mandatario insular que con esta actitud, sectaria y excluyente, el gobierno reafirma su intención de dominarlo todo, desconociendo por ejemplo que los gobernadores y alcaldes democráticos resultaron electos por el pueblo, en porcentaje y proyección que debe respetarse, tan igual que los gobernadores y alcaldes militantes del partido oficialista.
Añadió que con tal desconsideración para los sectores democráticos nacionales, lejos de quedar bien ante la opinión pública, el gobierno profundiza la brecha entre los venezolanos y reafirma también su negativa al diálogo constructivo que al país tanta falta le hace.
Con ello lo que intenta, explicó, es reducir a los mandatarios regionales no afectos a la ideología oficial. Pero no lo logrará porque los gobernadores democráticos nos debemos a nuestros respectivos pueblos, a los que estamos obligados a responderle con hechos concretos que les beneficien sus aspiraciones y a defender también el progreso y desarrollo regional, aseguró.
Morel Rodríguez Ávila, que fue propuesto por los gobernadores del polo democrático como su representante a la directiva del Consejo Federal de Gobierno, cargo para el cual no resultó electo porque se impuso la aplastante mayoría oficialista, advierte que el organismo que sustituyó a la descentralización vendrá a manejar los recursos que el gobierno nacional debe destinar para la construcción de las obras que requieran las comunidades; recursos que entregaría a los concejos comunales a voluntad y discreción del jefe de la revolución, donde seguramente privará una vez más la exclusión de las alcaldías y gobernaciones que no están en sus manos.
Los denominados distritos motores serán un ejemplo más del intento oficialista por centralizarlo todo, añadió el gobernador. La provincia estará atada de manos, otra vez, como en tiempos pasados, por lo que su deseo de progresar será asunto que desde Miraflores se decidirá si es no o conveniente a las regiones y si esta no se pliega a la ideología del régimen lo que le espera es el atraso.