PESCADORES CAPTURAN SOBRE 300 TONELADAS DE SARDINAS

Barcos sardineros y camiones cavas llegan hasta Pampatar para comprar el producto a los trabajadores de la zona. Trenes sardineros cercaron una cantidad aproximada de 150 T cada uno de esta popular especie.

La faena ha comenzado. Decenas de pescadores toman sus lanchas y arrojan al mar los trenes sardineros, pues la temporada de las populares sardinitas está en boga. En la bahía de Pampatar, municipio Maneiro, desde hace un poco más de una semana, un grupo de laboriosos hombres lanzó a las aguas dos de estos trenes.

El negocio está en su mejor momento, aunque implica esfuerzo y trabajo de parte de los principales involucrados. La llegada de los barcos sardineros o de los camiones de carga es sinónimo de esperanza. El pago oportuno como recompensa por su ardua labor es la principal gratificación.

Desde este fin de semana, la producción fue positiva. La luz verde del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) permitió comercializar las primeras toneladas de la especie. Una lancha iba y venía para trasladar la carga hasta la playa. La emoción de la gente del pueblo era evidente. Unas dos toneladas y media fueron ofrendadas sin cobrar nada a cambio. Más de uno llenó bolsas plásticas y llevó el pescado hasta su casa.

“Inapesca ya nos visitó y certificó el 98,5 por ciento de calidad de las sardinas”, explicó Cruz Acosta, dueño de uno de los trenes sardineros que fue echado al mar desde el pasado jueves 17 de marzo y con él logró cercar unas 150 toneladas de la especie.

No todo es color de rosas para estos trabajadores. Su rentabilidad económica depende de los clientes, que en muchas ocasiones dejan de comprar.

Acosta tiene 43 años de edad y de ellos 20 los ha dedicado a la pesca. Su experiencia es empírica y ha sido adquirida a lo largo de los años como un legado dejado por su padre a quien recuerda con claridad.

Este sábado la compañía Disperca negoció con los pescadores. Unas ocho toneladas fueron traídas hasta orilla de playa, lugar en el que esperaban los camiones cavas.

La cerveza no faltaba en la mano de los pescadores. Celebraban su primera venta, después de varios meses improductivos.
La tarde de ayer auguró una nueva faena para hoy lunes, desde muy temprano. “Sí hay trabajo todo está bien”, comentó con emoción José Alberto Reyes, un joven pescador que colabora junto al grupo de 30 hombres, en su mayoría todos nativos de Pampatar. El muchacho se mostraba ansioso ante lo que sería la llegada de los barcos sardineros de algunas compañías que compran en grandes cantidades, como La Gavita y Productos Margarita.
Fuente: Antonio Vizcaya Loreto.