Llevan el nombre del periodista y escritor Miguel Salazar Leydenz
y de la luchadora social Coralia Josefina Salazar
(CNP: 729).- Todo el pueblo de Mata Redonda aplaudió la inauguración de la biblioteca “Miguel Salazar Leydenz”. El sencillo pero emotivo acto del corte de cinta y develación de la placa, que presidió el gobernador Morel Rodríguez Ávila mereció un nutrido aplauso que evidenció el cariño que al gran periodista y escritor venezolano le guarda la tierra de los padres de este falconiano universal, que se vino a Margarita a colaborar, con su pluma e intelecto, al progreso cultural de nuestra isla, y lo hizo durante años para decirle luego adiós a la vida después de una larga y provechosa existencia, dejando como herencia el ejemplo de haber sido un buen ciudadano y un cronista genial, como pocos, de la vida y obra de la gente del pueblo, con sus decires tan especiales y sus costumbres tan singulares.
La biblioteca, modesta, pero bien equipada, abre sus puertas a los niños que allí tienen una completa sección para que se asombren de lo que es el mundo y vayan preparándose, con la lectura y ayuda de especialistas, para adentrarse en el conocimiento; los muchachos del liceo también tendrán allí material suficiente para ayudarse, y pronto contarán con computadoras; y la gente mayor leerá su prensa diaria y los libros que quiera, incluyendo los que escribió el insigne periodista en los cuales cuenta la historia de “la inombrada” en sus innumerables acepciones tal cual se le conoce, o mejor, se le denomina en todos los rincones de la Venezuela picaresca. Porque Miguel Salazar Leydenz supo combinar la gracia, la buena pluma y el conocimiento para deleitar al buen lector con su literatura que daba cuenta de la “Geografía Erótica de Venezuela”.
Leydenz, de padre margariteño, de allí, de Mata Redonda, en Tubores, y de madre coriana, nació en Cumarebo, Falcón, pero era hijo adoptivo de todos los pueblos de la Venezuela de adentro, porque Miguel Salazar fue un periodista enamorado de nuestro país al cual surcó, como cronista viajero, para esculcarle el alma a la gente sencilla, recabando las historias, también las más sencillas, para regalarle a la bibliografía venezolana un magnifico serial de buenos libros; tan buenos y punzantes como sus artículos, sus muy bien dateados reportajes y sus exquisitas crónicas sobre lo que no se ve y todo el mundo sabe, sobre lo que se hace y no se dice pero él nos lo decía en lenguaje muy sencillo, sin dar nunca un paso irrespetuoso o falso en su narrativa tan particular y curiosamente peligrosa pero tan bien tratada que la podía leer cualquiera sin asombro y sin pacatería alguna.
La placa que lleva el nombre de Miguel Salazar Leydenz, el periodista, está al lado de la que identifica la moderna casa cultural, en homenaje a “Coralia Josefina Salazar”, una joven, hermosa, inteligente y lideresa social de Mata Redonda y todo Tubores, que apenas vivió 21 años, pero intensamente haciéndole favores a sus paisanos y animando el desarrollo y el progreso para su comunidad, que lo lograba con mucha voluntad y mucho amor por su gente.
Miguel Salazar Leydenz y Coralia Josefina Salazar, están allí unidos. La experiencia y la sapiencia junto a la juventud y la voluntad, retratos de dos vidas positivas, merecedoras del reconocimiento que hoy se les hace porque fueron productivas y cuya herencia serán eterno ejemplo.
El gobernador Morel Rodríguez, que así lo dijo, bautizó el último libro de Miguel Salazar Leydenz, que no pudo verlo impreso, titulado “Ociosidades y vulgaridades de los venezolanos”, que define el lado oculto de nuestras costumbres y las palabras que siempre sonarán extrañas pero que son comunes en el lenguaje popular.
Fuente: Boletín de Prensa de la Gobernación.
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