Cómplice del fraude
Para el que está bajo la sombra de hacerse cómplice del fraude constituyente
Estas palabras son para el trabajador o trabajadora de la administración pública que siente la presión obligante de ir a votar por el gallinero del PSUV el 30 de julio. Estas expresiones son para los pensionados que se sienten obligados a hacer la cola de la indignidad y la ignominia el 30 de julio en el lupanar constituyentista. Estas frases son para el que le prometieron un trabajo o una casa, y con esa oferta deberá ir a presentarse ante el comisariado del PSUV y su estafa constituyentista del 30 de julio. Este comentario es para el que todavía es ingenuo, o ciego, o es necio y “bolsa”, y como oveja al matadero, hará acto de presencia en ese serrallo de Herodes, donde una raquítica Salomé exigirá la decapitación nacional que pretende consumarse el 30 de julio. Por supuesto que este texto no es para la élite roja y no es para la corrupción boliburguesa, no es para el narcotráfico enquistado en el poder del Estado, no es para la patota militarista y luciferina.
A usted, que bajo presión o necedad está pensando en ir a la elección del bodrio constituyentista, le hago un llamado a mirarse en el espejo, a mirar al interior de su casa, a mirar hacia su vecindario, a prender el televisor, a mirar hacia el techo y la nevera, a mirar hacia el cuarto donde duerme con su esposa o con su esposo, a levantar la cortina y ver a sus hijos; haga todo eso antes de salir a hacerse cómplice de que se pierda el futuro y se incendie más el presente. Algo me dice que cuando lo haga, una luz interior se abrirá paso en su conciencia, en sus sentimientos, en su sangre, en sus músculos y en sus huesos, y se quedará en su casa abrasando a los que más ama.
Los tiempos que vivimos no son fáciles. Es mejor pensar antes de actuar; es mejor escuchar y leer, antes que cubrirse con el facilismo o con la aparente conveniencia. Quisiera que al menos reciban este mensaje claro y lógico que les plantea lo inútil que es esta Asamblea Nacional Constituyente, porque no resolverá los problemas del día a día, sino que más bien los agravará; no traerá la paz, sino que propiciará más enfrentamientos, más represión, más odio y división.
Esta Asamblea nacional Constituyente no traerá la prosperidad económica, sino que más bien tendrá como consecuencia más escasez, más pobreza, más inflación, más desempleo, más humillación con ese andar detrás de una esporádica caja de comida, y más anorexia obligada. Fíjense que es incontable la cantidad de países del mundo que le exigen al gobierno que pare el fraude constituyentista; aprecien que el más importante socio comercial de Venezuela, que es irónicamente los EU, amenazó con sanciones comerciales si Maduro impone a rajatabla la instalación de esa constituyente; por lo que este gobierno, al desoír el clamor internacional, provocaría que nadie venga a invertir en Venezuela, generaría más escases de divisas, propiciaría sanciones comerciales y económicas, por lo que las puertas de la hambruna se abrirían en el país; menos para los que promueven desde el alto poder esta constituyente. Esta Asamblea Nacional Constituyente tiene un claro y vetusto propósito: la inmoralidad de instaurar una tiranía totalitaria, y eso significaría que su vida y la de sus seres amados caerían en las manos del desastre y del crimen como formas de gobierno.
Mis palabras se quiebran amigo o amiga. Aprieto sus manos. ¡No vaya!
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