No hay manera de que el jefe del régimen pueda justificar que los jubilados y pensionados hayan cobrado esta semana menos de un dólar. No puede venir con el cuento de que es culpa de las sanciones porque el despelote económico lo crearon los rojitos con él a la cabeza.

Pero no solo los ciudadanos de la llamada tercera edad han sido burlados con una pensión que no alcanza ni para una arepa rellena. Todos los empleados que ganan sueldo mínimo están en la misma situación. Aunque trate de arreglarlo con los bonos que inventa cada cierto tiempo y que deposita en el sistema Patria, estos montos jamás se acercan a los 200 dólares necesarios para pagar la canasta básica. La alimentaria ronda los 165 dólares. Eso sencillamente se llama matar de hambre a los venezolanos.

Al mandante le encanta depositar bonos en el sistema Patria. A todos les pone un nombre cursi que se supone conmemora alguna payasada del régimen. Pero le gustan sobre todo porque sabe que muy pocos son los necesitados que tienen la posibilidad de ingresar a la página web y muchos otros ni lo intentan porque siempre hay una encuesta que quiere lavarles el cerebro. Por lo que representan poco gasto real para sus arcas.

¿Cuántos meses de aguinaldo les va a depositar a los viejitos para ver si pueden comprar comida para una semana? ¿De dónde va a sacar el dinero para pagar los bonos decembrinos de todos los empleados públicos? ¿Hasta cuándo se va a burlar de los trabajadores y de los jubilados? El jefe del régimen no tiene moral para pedirle a maestros y personal del sector salud que trabaje con esas condiciones salariales.

Lo que muchos no han pensado es que con el paso de los días la cosa se va a poner peor. Sobre todo porque los cálculos que los mismos rojitos hacen indican que el dólar se cotizará a más de 1 millón de bolívares para enero de 2021. Para ese momento ni siquiera valdrá la pena el esfuerzo de ir a cobrar la pensión, porque ni para el pasaje mínimo será suficiente.

Y para echarle más leña al fuego -porque tampoco hay gas doméstico-, beneficiarios del CLAP han denunciado que la poca comida que reciben les ha llegado con gusanos.

La crisis económica ya arropa a casi 100% de la población, y eso se traduce en hambre y miseria para la mayoría. La desnutrición se pasea campante por todas las clases sociales y los más vulnerables son los niños y los ancianos. Hablamos de una política de exterminio que en Miraflores pareciera no tener dolientes, pero hay que desmontarla cuanto antes.