Con o sin Trump, Texas construirá su propio muro fronterizo
El gobernador Greg Abbott anunció la decisión ante la preocupante oleada migratoria que ha provocado este año la muerte de 49 personas por exposición y ahogamiento
Para Greg Abbott, gobernador de Texas, la crisis fronteriza no es motivo de risa, ni de propaganda política. Por eso anunció la construcción de un muro para detener el descontrolado número de migrantes que están llegando de manera irregular a Estados Unidos. De esta manera, se retomaría el proyecto iniciado durante la presidencia de Donald Trump.
Cada vez son más personas las que cruzan a EE. UU. Al cierre de mayo la autoridades identificaron a 180.034 migrantes, un número que supera con creces cualquier balance del año fiscal en curso. Las consecuencias no solo están afectando a agricultores, ganaderos y residentes «de toda la región fronteriza”, sino también a las fuerzas policiales, que han tenido que abocarse a la frontera y abandonar sus tareas de cuidar a la comunidad.
“Anunciaré la próxima semana el plan para que el estado de Texas comience a construir el muro fronterizo», reveló Abbott durante una cumbre de seguridad fronteriza en la ciudad de Del Río, reseñó Washington Examiner.
El gobernador decide tomar cartas en el asunto ante una administración que parece ver el problema en otras naciones, pero no en las decisiones que está tomando. Kamala Harris hizo recientemente un viaje de dos días a Guatemala y México para abordar «causas fundamentales» —lejanas a las órdenes firmadas por Joe Biden—. La vicepresidente de EE. UU. no visitó la frontera y evitó responder el motivo cuando fue consultada por la prensa.
Abbott criticó las «políticas de fronteras abiertas» de Biden que incluye la suspensión de la medida «permanecer en México» firmada por la administración de Trump, sumado a otras suspensiones que han sido ampliamente criticadas. Muchos ciudadanos de otros países vieron las flexibilizaciones como la oportunidad para entrar a EE. UU. Los venezolanos también forman parte de este grupo, obligados por la grave situación en su país, creada por la dictadura de Nicolás Maduro.
49 muertos por cruzar el río
«Se necesita un cambio», fue otra de las frases del gobernador cuando anunció la construcción del muro fronterizo en Texas. A su juicio, el aumento de la migración ilegal se debe a las diferencias de compromiso de la actual administración en comparación con la anterior. «Ahora, el compromiso es que cualquiera que quiera entrar podrá hacerlo», afirmó.
La percepción que el Gobierno de Biden ha provocado en los migrantes también ha tenido consecuencias lamentables. Unas 49 personas han muerto tratando de cruzar la frontera, según declaraciones del Agente Jefe de Patrulla del Sector de Del Rio, Austin Skero.
“En lo que va del año, hemos rescatado a unas 1300 personas. Sin embargo, lamentablemente, hemos perdido alrededor de 49 por exposición a la maleza o por ahogamiento».
El río es difícil de cruzar. El funcionario explicó a Fox Bussines, que bajo el agua hay sedimentos o fallas que provocan caídas y resbalones, por ende las personas corren el riesgo de ahogarse. No obstante, algunos piensan que es sencillo cuando ven a otros caminando con el agua por los tobillos.
Precisamente la suspensión del muro fronterizo fue una de las decisiones de Biden más criticadas. Esta marcaría el inicio oficial de la oleada migratoria que ya venía siendo impulsada desde que era candidato. «No vengan» fue una frase que posteriormente mencionó el presidente demócrata y que en días recientes fue pronunciada por Kamala Harris ante la crisis.
La lamentable frase de Kamala Harris
Este nuevo muro fronterizo en Texas genera expectativas, aún más porque los casos parecen recrudecer, especialmente con los menores de edad. A mediados de mayo cinco menores de edad no acompañadas fueron rescatadas en la frontera de ese estado. Las niñas tienen entre 7 años y 11 meses de acuerdo al reporte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
El balance de mayo arrojó que 14158 niños en esta categoría llegaron a EE. UU. muchas veces a expensas de coyotes y de abusos físicos. En ese momento el agente Austin Skero detalló que episodios como el de las cinco menores están sucediendo «con demasiada frecuencia».
Luego de las visitas a los dos países centroamericanos, Kamala Harris buscó resarcir la polémica que generó su frase, pidiendo a los migrantes no ir a EE. UU., una retórica que los demócratas criticaban fuertemente al expresidente Donald Trump. En una entrevista con EFE, Harris aseguró que «está comprometida» con garantizar que el país proporcione «un refugio seguro para quienes buscan asilo».
Mientras eso ocurre, las cifras siguen en aumento, sobrepasando la capacidad humana de las fuerzas policiales y de los refugios dispuestos para los migrantes.
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