McCarthy: el muro para Biden en el Congreso tras el fin de la era Pelosi
El republicano Kevin McCarthy presidirá la Cámara de Representantes de EEUU por los próximos dos años con la promesa de acabar con el despilfarro de Biden. Finalmente consiguió los apoyos necesarios luego de una histórica votación de cuatro días y 15 intentos
Después de cuatro días de votaciones, finalmente el republicano Kevin McCarthy consiguió el respaldo necesario para presidir la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos por los próximos dos años. Tras 15 largas jornadas de votación –únicas en la historia– reunió los 216 apoyos requeridos para quedarse con el mazo.
McCarthy logró frenar los obstáculos de su aspiración y superar al líder demócrata Hakeem Jeffries, quien sumó 212 votos en la contienda. “Me alegro de que haya terminado”, expresó después de conocer su escogencia en la plenaria, que recibió un impulso de último momento cuando el expresidente Donald Trump llamó a los congresistas Andy Biggs y Matt Gaetz para que se alinearan con la mayoría del partido.
«Espero que una cosa quede clara después de esta semana: nunca me rendiré. Y nunca me rendiré por ustedes, el pueblo estadounidense», escribió en su cuenta de Twitter.
Sin descanso
Kevin McCarthy tampoco puede bajar los brazos. A partir de ahora el capítulo de la demócrata Nancy Pelosi como presidente de la Cámara baja queda atrás, dejando desafíos para el próximo periodo, considerando que quien ocupa el cargo –el segundo en la línea de sucesión a la presidencia, después del vicepresidente de Estados Unidos- establece la agenda y supervisa los asuntos legislativos que determinan las acciones del Ejecutivo.
Su primer proyecto de ley será eliminar el financiamiento de la agencia tributaria que pretendía contratar 87.000 nuevos empleados que prevé la Ley de Reducción de la Inflación impulsada por el presidente Joe Biden. El foco de su gestión será “arreglar a la nación y sus desafíos en la frontera sur abierta de par en par, donde hay una crisis de seguridad y soberanía y acabar con el adoctrinamiento woke [por parte de progresista] en las escuelas”.
También McCarthy promete en el Congreso acabar con «el despilfarro de Washington para bajar el precio de la comida, la gasolina, los automóviles, la vivienda y frenar el aumento de la deuda nacional”. Incluso, plantea recortar la carga regulatoria, reducir los costes energéticos para las familias, así como la creación de una comisión especial para evaluar la competencia económica con China.
En total, maneja la creación de 11 proyectos de ley. Uno de estos prohíbe ventas de la Reserva Estratégica de Petróleo de EE. UU. a “cualquier entidad que esté bajo la propiedad, el control o la influencia del PCCh (Partido Comunista de China)”. Será la puesta en práctica de regulaciones que el Congreso anterior ni el actual presidente Joe Biden fueron capaces de establecer. De hecho, en julio de 2022, el mandatario incluso vendió de estos barriles a una empresa china vinculada a su polémico hijo, Hunter Biden.
Victoria sin promesas
La victoria de Kevin McCarthy no ameritó pactos externos. La existencia de acuerdos para cuotas de poder en la Cámara baja fue totalmente negada.
En su primer discurso tras la elección descartó negociaciones de presidencias en subcomisiones a cambio votos, asegurando que le correspondería a la comisión directiva decidir los nombramientos en los próximos días.
Trump celebró el triunfo de McCarthy a través de un mensaje en su plataforma Truth Social, donde señaló que «el proceso de selección de presidente, por loco que parezca, lo ha hecho mucho más grande e importante que si se hiciera de la manera más convencional. ¡Felicitaciones a Kevin McCarthy y a nuestro GRAN Partido Republicano!».
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