Nuevo virus y un “big chip”: inventos chinos que alarman a expertos
Científicos chinos habrían clonado "un virus similar al Covid" que mató a ocho ratones modificados genéticamente en ocho días, según Daily Mail. En paralelo, en otro laboratorio crearon un potente microchip para impulsar el entrenamiento de la inteligencia artificial de próxima generación
Oriana Rivas PANAM POST 
Un experimento chino alarma por estas horas a la opinión pública por la alta peligrosidad que representa. Se trata de una cepa mutante que resultó 100 % mortal en ratones. Según el diario británico Daily Mail, los científicos vinculados al ejército chino, “clonaron un virus similar al Covid (llamado GX_P2V) que se encuentra en los pangolines y lo utilizaron para infectar a los roedores”.
El reporte indica que los ratones habían sido “humanizados”, es decir, los modificaron “para expresar una proteína que se encuentra en las personas, con el objetivo de evaluar cómo podría reaccionar el virus en los humanos”.
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Las preocupaciones abundan, ya que en el mundo siguen siendo tangibles las consecuencias de la pandemia por coronavirus que mató “al menos a 20 millones de personas”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin mencionar las pérdidas económicas millonarias. Peor aún, es que el origen del mortal virus nunca se aclaró, pero siguen vigentes las sospechas de que pudo haber sido creado en un laboratorio de Wuhan, China. Las contradicciones de la propia OMS y el silencio del régimen de Xi Jinping contribuyeron a que el misterio nunca se resolviera.
Experimento innecesario
En el experimento en cuestión, todos los roedores infectados con el patógeno murieron en ocho días, lo que los investigadores describieron como “sorprendentemente” rápido, añadió el reporte. Originalmente, el virus fue descubierto en 2017 en pangolines, un mamífero originario de India, Nepal, Taiwán y parte de China. Luego comenzaron los ensayos. Entre los síntomas que presentaron los ratones infectados se observaron ojos que “se volvieron completamente blancos”, rápida pérdida de peso y fatiga.
Hasta los momentos, no ha habido un pronunciamiento oficial del régimen chino, pero desde ya hay críticos que piden detener las pruebas. Además de la peligrosidad que implica, este tipo de prácticas lucen innecesarias, teniendo en cuenta que apenas en mayo de 2023 se declaró el fin de la emergencia sanitaria global por la pandemia del COVID-19 que, justamente, salió de China.
También hay figuras públicas que han advertido sobre una futura pandemia. Un ejemplo fueron las palabras de Bill Gates, el fundador de Microsoft, en mayo de 2022. Casualmente, en ese momento aseguró que existe el riesgo de que surja una nueva variante del coronavirus “que sería aún más transmisiva e incluso más fatal”.
“Big chip”, el invento chino para superar a EEUU
Adicional a la revelación sobre la clonación de una cepa de coronavirus, China demostró que era cuestión de tiempo para que consiguiera evadir las restricciones que puso el año pasado el gobierno estadounidense de Joe Biden en cuanto a la venta de microchips avanzados. En ese momento, el mandatario demócrata restringió la exportación de estas valiosas piezas al gigante asiático para evitar que siguiera ampliando sus capacidades militares y tecnológicas a través de los semiconductores.
Pero en los laboratorios chinos crearon un “big chip” con el fin de eludir esas medidas. La pieza consta de un gran circuito integrado, construido a partir de silicio, que funciona como un procesador. Su primera versión se llama “Zhejiang” y fue desarrollada por un equipo del Instituto de Tecnología Informática (TIC). Según los investigadores, “podría utilizarse en informática de alto rendimiento e impulsar el entrenamiento de la inteligencia artificial de próxima generación”, de acuerdo con una reseña del South China Morning Post.
Al tener un tamaño mayor, la pieza también tendrá una mejor capacidad de procesamiento, lo cual coincide con las ambiciones del comunismo chino de convertirse en la mayor potencia tecnológica mundial. Así, China continúa avanzando en el camino trazado por Xi Jinping para posicionar su “socialismo con características chinas”.
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