Petro, Boric y Lula acusados en el Congreso de EEUU de “explotar” antisemitismo
El subcomité del Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes de Estados Unidos celebró este jueves una sesión titulada "Los agentes del antisemitismo en América Latina" en la que se aludió directamente a los presidentes de Colombia, Chile y Brasil. La representante María Elvira Salazar lamentó que desde el 7 de octubre se esté registrando una "explosión de antisemitismo" en la región
Gabriela Moreno PANAM POST
Los presidentes Gabriel Boric de Chile, Gustavo Petro de Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil serían los responsables de una “explosión” de antisemitismo en América Latina con los constantes reproches a Israel por su contraofensiva en Gaza tras los ataques del grupo terrorista Hamás del 7 de octubre. Sin ningún rodeo se planteó de esta manera en el subcomité del Hemisferio Occidental, perteneciente al comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes en Estados Unidos.
La conclusión es parte del debate de la última sección de este subcomité del Legislativo estadounidense sobre el aumento del antisemitismo en Latinoamérica tras las respuestas de los tres gobiernos izquierdistas.
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En su intervención, la presidente del subcomité, la representante republicana por Florida María Elvira Salazar, destacó que en el marco del antisemitismo en América Latina, Brasil registra 1.000 % de aumento de ataques antisemitas en los últimos meses. De hecho, las últimas redadas policiales en contra de grupos neonazis se han realizado en diez estados, entre ellos se incluyó al llamado Nueva SS de Santa Catarina, que usaba impresoras 3D para fabricar pistolas.
Toda esta reacción por parte de gobiernos de izquierda en la región, liderada por Boric, Lula y Petro tras la contraofensiva israelí llevó a la congresista a afirmar que desde el 7 de octubre pasado se ha registrado una “explosión de antisemitismo en América Latina”. En los tres casos hay hechos que validan su aseveración.
Boric contra Israel: una aversión de larga data
En el caso del presidente chileno Gabriel Boric, sus descargos contra Israel contradicen su promesa de construir una sociedad más inclusiva, solidaria y respetuosa, cuando desde su despachó ordenó excluir a empresas de este país de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE) 2024.
La instrucción fue dada porque acusa a Israel de “violar sistemáticamente el derecho internacional”, por lo cual, Boric rechaza su participación en la vitrina de innovación tecnológica que organizará la Fuerza Aérea de Chile el 9 de abril al costado norte del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, en Santiago.
“Es lamentable. Es difícil decir que es una sorpresa”, afirmó el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli. La medida era previsible. Boric denigra a Israel desde antes de llegar a la Presidencia. En su rol como diputado en 2019 rechazó recibir el tradicional obsequio judío –un frasco de miel– en el Rosh Hashana (el año nuevo judío y una de las festividades más importantes del calendario hebreo), optando por exigir que “se devuelva el territorio palestino ilegalmente ocupado”.
Esta vez, su decisión como jefe de Estado podría ser revertida por la justicia porque nueve empresas israelíes presentaron un recurso de protección en contra del gobierno chileno ante la Corte de Apelaciones de Santiago por discriminación arbitraria.
Petro y su silencio cómplice con Hamás
La posición del presidente de Colombia, Gustavo Petro, en el conflicto palestino-israelí es clara. No solo está abiertamente a favor de Palestina sino que además se ha convertido en un referente occidental para los terroristas de Hamás. La reciente emisión del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que exige a Israel “tomar todas las medidas a su alcance para prevenir la comisión de un genocidio” sirvió al mandatario para manifestar una vez más su respaldo a la causa palestina sin condenar a Hamás.
“Triunfo de la humanidad: ISRAEL DEBE IMPEDIR EL GENOCIDIO”, expresó el jefe de Estado colombiano en la red social X sumando otro capitulo a su largo historial de desencuentros con el Estado judío.
Tanto Boric como Petro llamaron en noviembre a consulta a sus embajadores en Israel. La medida diplomática tomada en simultáneo en la Casa de Nariño y el Palacio de La Moneda fue bien recibida por parte de Hamás, que no escatimó en elogios hacia ambos mandatarios latinoamericanos.
“Son posiciones honorables que quedarán inmortalizadas”, indicó el grupo terrorista en un comunicado en el que, como era de esperarse, se hizo a un lado el impacto de su incursión sorpresa en suelo israelí con la cual causó 1400 muertes y secuestró a 229 personas. Estados Unidos monitorea el panorama. La discusión en la Cámara baja lo evidencia.
Los delirios nazis de Lula
El desprecio de Lula da Silva por Israel es delirante. El mandatario brasileño ha incentivado el antismitismmo en América Latina al comparar las acciones defensivas del Estado judío contra los terroristas de Hamás con las atrocidades cometidas por Hitler durante el Holocausto.
“Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no ha ocurrido en ningún otro momento de la historia. En realidad, ha ocurrido: cuando Hitler decidió matar a los judíos”, dijo Lula en una reciente intervención. Con ello, expuso su desconocimiento y evadió la realidad del conflicto actual: extremistas islámicos atacaron a inocentes sólo por ser judíos como lo hizo el régimen de Hitler en Europa.
Sin embargo, el desatino de Lula cae bien en las filas de Hamás. La organización se “congratuló” en un comunicado por sus declaraciones al indicar que son “una descripción exacta de lo que sufre su pueblo” en Gaza que revelan “la magnitud del crimen” cometido por Israel “con el apoyo abierto de la administración de Joe Biden”.
En el gobierno israelí –como era de esperarse– abundaron los cuestionamientos. El primer ministro Benjamin Netanyahu calificó los comentarios como “vergonzosos y graves”, afirmando que constituyen una “trivialización del Holocausto”. En ese sentido, sostuvo que “la comparación entre Israel y el Holocausto de los nazis y Hitler supone cruzar una línea roja” porque Israel está “luchando para defenderse”.
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