Por qué Akira Toriyama, el creador de Dragon Ball, vivirá siempre en nuestros corazones
Con su pluma nos enseñó a través de Gokú, sus amigos y su familia que siempre se puede ser mejor, que puedes ser fuerte de físico y también de corazón y que los principios no se negocian
El sentimiento fue unánime al saberse que Akira Toriyama, el creador de Dragon Ball, falleció a sus 68 años. La causa: un derrame cerebral, de acuerdo con un comunicado de su estudio Bird Studio. Aunque ocurrió el 1 de marzo, no fue sino hasta este viernes que trascendió la noticia y las redes explotaron consternadas. No es para menos, el hombre que ayudó a formar una generación (hasta dos, o tres) ya no dibujará más al héroe de nuestra infancia.
La magia de Dragon Ball apareció en 1984, en el primer manga que contó las aventuras de Gokú, un guerrero saiyajin y experto en artes marciales. Pero la fama mundial no llegó sino hasta la emisión del animé en 1986. Fue imparable. Posteriormente vieron luz “Dragon Ball Z” del año 1989 hasta 1996; “Dragon Ball GT” de 1996 a 1997; “Dragon Ball Kai” de 2009 a 2015 y “Dragon Ball Super” de 2015 a 2018.
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Pero acá la cuestión no reside tanto en hacer un repaso de la historia que llegó a millones de hogares, sino repasar lo que provocó y lo que nos enseñó. Sus fanáticos, la mayoría convertidos en adultos, seguimos evocando aquellos momentos cuando la inocencia de la infancia nos llevaba a subirnos sobre la Nube Voladora (solo si eras de corazón puro y de mente) para acompañar a Gokú.
Personalmente, uno de mis recuerdos más preciados es cuando durante las tardes, en casa de mi abuela, me sentaba frente al televisor junto a mis nueve primos —una familia bastante grande— a sumergirnos en un mundo de esferas del dragón para pedir deseos a Shenlong, ver las peleas con Vegeta o las enseñanzas y entrenamientos del maestro Roshi.
Las enseñanzas que nos deja Dragon Ball
Con su pluma, Akira Toriyama, nos enseñó a través de Gokú, sus amigos y su familia que siempre se puede ser mejor, que puedes ser fuerte de físico y también de corazón, que los principios no se negocian y que la constancia es la clave de los triunfos. «A veces la vida es demasiado incierta para arrepentirse», dijo Gokú a su hijo Gohan cuando este dudaba de sí mismo.
Todo eso quedó grabado en generaciones que ante adversidades o el cansancio que implica la vida diaria, levantan los brazos al cielo apelando a la nostalgia y al recuerdo de que una genkidama les dará la energía necesaria para continuar. Si las cosas se ponen más complicadas, un Kame Hame Ha será suficiente para luchar contra los enemigos.
Así que no es un tema que se limita a un animé, la muerte de Akira Toriyama trasciende las infancias, la formación como personas de bien, los recuerdos y las épocas que fueron mejores. El propio Mario Castañeda, quien prestó la voz para el doblaje de Gokú en Latinoamérica, dijo que el trabajo de Toriyama cambió su vida. Haciendo honor a sus palabras, también cambió la vida de millones de fanáticos.
Lamentablemente, esta vez no es posible reunir las esferas del dragón para traerlo de vuelta. Una regla de Shenlong es que no puede regresar a la vida a aquellos que mueren naturalmente. Sí, es ficción pero la historia quedó grabada con aprendizajes y moralejas reales en nuestros corazones.
No olvidemos nunca la frase de Gokú: “Vas a tener batallas duras y habrá dolor, pero eres un verdadero guerrero, así que levántate, pelea y gana”.
Gracias por tanto, Akira.
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