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Rescatan en costas de Trinidad peñero que estaba a la deriva
“El poquito de agua que teníamos era para los niños, los grandes nos tomábamos nuestro propio orine para poder sobrevivir durante esos tres días que tuvimos perdidos”.
De esa manera inició Luisa de Zabala la descripción de lo que le tocó vivir por más de 72 horas en altamar, ya que siendo ella la de mayor edad en el grupo, sentía la responsabilidad de hacer que el resto de los náufragos mantuviera la calma.
Siente que volvió a nacer y por ello no se cansa de agradecer a Dios, a la Virgen del Valle y al Santísimo Cristo de La Galera, por haberle permitido regresar a casa a seguir compartiendo con su familia.
Su hijo quien trabaja en Caracas, se vio obligado a viajar a su pueblo natal para acompañar a los otros miembros de la familia, en la larga incertidumbre mientras andaban a la deriva.
Mireya Velásquez, siente que fue un milagro regresar sana y salva a casa, aunque sintió mucho miedo por su hijo de siete años a quien llevaba consigo.
-Le pedí mucho al alma de mi madre para que no me dejar morir con mi esposo y con mi hijo, dijo.
Al retornar por el muelle internacional de El Guamache en la fragata Almirante Brión de la Armada Venezolana, junto con las otras 21 personas que fueron rescatadas a bordo de los peñeros Juperluis y Duber José, se fueron directo a la basílica menor de Nuestra Señora del Valle, para agradecer a la Patrona de los pescadores, por haber regresado sanos y salvos.
Julia Marcano, sintió que nunca les iban a localizar, y narró que el no lograr avistar el archipiélago de Los Frailes, por experiencia sintió que algo no andaba bien.
-Vimos como se oscureció todo de repente y se formó un remolino. Allí comenzó nuestra pesadilla, expresó.
La Galera recobró la actividad
El tercer día de búsqueda cerró con saldo positivo para los familiares de las diez personas que faltaban por rescatar a borde del peñero Mi Negocio, el cual junto con el Druber José y Juperluis, desapareció en altamar la madrugada del sábado.
Con la localización de esa embarcación en costas de Trinidad y Tobago, confirmada desde la isla de Margarita por el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, los familiares de los náufragos vieron completados sus anhelos y atendidas sus peticiones a la Virgen del Valle y al Santo Cristo de La Galera.
El Aissami, informó que tras haber sido avistado el tercer peñero desaparecido, en las cercanías de Trinidad y Tobago, varias aeronaves salieron al rescate, pero ya estaban a bordo de un buque pesquero de Trinidad y Tobago.
Para hoy en la mañana se prevé que lleguen vía aérea a Nueva Esparta, y según dijo el ministro de Interior y Justicia, aparentemente los 10 se encuentran en buen estado de salud.
-Nuestra embajada está preparada ya para brindar toda la asistencia necesaria a estos diez compatriotas que permanecían a la deriva en alta mar, señaló El Aissami.
Patrón de peñero rescatado cuenta su travesía
Vistiendo una franela blanca con la imagen de la Virgen del Valle y una cara de felicidad imposible de esconder, el señor César Zabala, patrón del bote pesquero “Juper Luis”, compartió con nosotros sus vivencias de las últimas horas.
Cuenta que salieron el sábado a las 5 de la mañana, pero entre los Testigos y Los Frailes comenzó el mal tiempo. Cuando se dieron cuenta de que habían perdido el rumbo, se detuvieron.
“La corriente estaba demasiado fuerte. Cuando tratamos de agarrar la orilla no pudimos. El tiempo se puso nublado; venía viento de todos lados, mar de todos lados y no pudimos. Se nos acabó la gasolina y no pudimos hacer nada. La corriente nos llevó demasiado lejos. Pensábamos que estábamos por isla blanca, pero que va”.
Confirmó que el peñero “Mi Negocio” avistó una embarcación y trató de darle alcance. Fue allí cuando perdieron el contacto.
“Duben José” tenía a bordo tres cajas de cerveza y “Juper Luis”, una caja de malta. Traían también un chivo que habían matado en Los Testigos. Cuando se deshizo el hielo, decidieron sancochar una parte y freír otra.
“Hasta freímos espaguetis pa´ comer, pero no teníamos agua. El agua estaba imposible”.
Las dos embarcaciones compartieron alimento y bebida, con lo que se mantuvieron la mayor parte del tiempo.
“Ya a última hora se nos acabó el agua y no había nada, nada, nada y tuvimos que pelar por el orine, yo y el compañero mío que éramos lo que aguantábamos más sol. Después nos consiguió el helicóptero y yo le hice seña de que me tirara un tarro de agua y con eso nos mantuvimos hasta que una lancha que estaba a diez millas de nosotros nos consiguió”.
César contó que el primer trasbordo lo hicieron a la lancha “Edgar Agustín”, de Los Testigos. De ahí pasaron a una embarcación militar y luego a la fragata “Almirante Brión”, a bordo de la cual llegaron a costas margariteñas a las 9:30 de la mañana, por el puerto El Guamache.
Dice que la demora en la llegada se debió a que estando ya en la fragata Brión, dieron algunas vueltas por el perímetro en busca del tercer peñero.
También se refirió al siniestro del helicóptero y dio sus condolencias a las familias de los militares fallecidos. “Esa gente luchó por nosotros. Esa gente no ayudó demasiado. Si no hubiese sido por ellos, no estaríamos aquí”.
Se mostró complacido con el trato recibido por parte de las Fuerzas Armadas Nacionales.
“Tuvimos asistencia médica y comida. Hay que agradecerle mucho a las Fuerzas Armadas. Nos trataron de maravilla y se preocuparon mucho por nosotros”
Apurado por terminar la plática y seguir abrazando familia, el patrón de “Juper Luis” relató que tienen una invitación del señor de la lancha que los auxilió, para el año próximo.
“le prometió a la Virgen de Los Testigos que le iba a llevar a todos (nosotros) en la lancha para pagarle la promesa”.
Hasta ahora todos quedaron de acuerdo en que irán a cumplir.
Fuente: Dexcy Guédez. Diario La Hora, 15-9-2010.