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Vendedores del Valle del Espíritu Santo tienen caras largas


Las festividades de la Virgen del Valle ya pasaron y en los alrededores de la explanada de la Basílica Menor, en el Valle del Espíritu Santo, quedan decenas de vendedores con mercancía aún por vender.
Todos los que se congregan allí para trabajar en la economía informal, provienen de diversos lugares de la Isla y de tierra firme.

El paso por la plaza Santiago Mariño se hace ligero y sin tropiezos, no hay muchedumbre ni algarabía que enturbie el ambiente que envuelve a la Madre de Dios.

Los turistas se encuentran tras la pista del precio más bajo, ya no tienen la misma disposición para gastar en los recuerdos que llevarán de su visita al templo más emblemático de la entidad insular.

Los comerciantes de flores que en temporadas anteriores se quejaban por las pocas ventas, ahora se arrepienten de los lamentos pasados, porque es en estos días que han visto la verdadera ausencia de clientes, asegura José Luis Marcano, quien tiene 25 años en el negocio de las flores junto a su madre.

Puestos fijos y ambulantes sufren los golpes de la economía, Mercedes Saona estaba parada frente a su mesón repleto de artículos religiosos, bisutería y recuerdos esperando la llegada de los consumidores y explicó que los turistas suelen comprar de todo, pero que este año las ventas estuvieron “regulares”.

Hay quienes tienen toda la vida vendiendo en el Valle, como Felicidad Rosas que con su puesto lleno de pan de leche, rosquitas, coscorrones y piñonate narra la lamentable situación por la que está pasando, porque las ventas de dulces están muy mal, comentó “lo único” que le dejaron las festividades “son deudas”.

En los días previos a la celebración de la Patrona de Oriente, y durante el día central el tráfico de gente era impresionante, señaló Marcano.

El problema no es la asistencia de feligreses al templo y a las zonas aledañas, es que ellos “buscan comprar un llavero o un imán de la Virgen por mil, dos mil o cinco mil bolívares y esos no son los precios” aclaró Ana Rondón.

LA EXCEPCIÓN
La situación no puede generalizarse como negativa en todos los ámbitos del comercio, porque los expendios de alimentos han mantenido un buen ritmo en las ventas.

Dueños de negocios de comida caliente, como la tan apetecida parrilla, dicen que las ventas han subido considerablemente, “la gente sigue llegando así falten horas para el almuerzo”, comentó Carmen Bolívar.

Para Bolívar hay que darle gracias a la Virgencita, porque quien la viene a visitar se queda a comer cualquier cosa.
Mientras termina de poner una arepa en la plancha, Maritza Marcano dice que las ventas han sido excelentes, “todo va viento en popa”.

José Marcano hace mención a los puestos de comida que se establecen debido a las festividades, y segura que no constituyen competencia para el resto, pues los clientes ya saben adonde tienen que dirigirse.
Fuente: Karla Marval Esteves Sol de Margarita, 13-9-2010.