Niños manipulados
editorial de diario de las américas. 30 DE ABRIL 2014 - 00:01
Los niños conforman el futuro de un país y su educación es fundamental para poner las bases del progreso. Existen muchos sistemas y en los países democráticos es siempre un tema de debate entre las distintas y legítimas opciones políticas.
Se dice que la mente de un niño es como una esponja. A edades tempranas, la capacidad de adquirir conocimientos está a pleno rendimiento, pero igualmente los más pequeños son también los más influenciables. De eso se aprovechan algunos desalmados sin escrúpulos, aquéllos que quieren adoctrinar a los jóvenes para convertirles en esclavos de una ideología. Las dictaduras se han aprovechado históricamente de su condición de dominio para inculcar sus principios a los menores desde las escuelas.
Un caso paradigmático ha sido el del régimen castrista que tanto le gusta alardear de su sistema al alcance de todos, incluidas las clases sociales menos favorecidas. Lo que no quieren contar los ideólogos del castrismo es que han llegado a falsear la historia de Cuba para que los niños sean criados en una realidad paralela proclive al comunismo. Ahora en Venezuela hemos conocido que los libros de texto también se manipulan para ganar adeptos a la revolución bolivariana. No importa mentir sobre datos objetivos o agrandar figuras como la de Hugo Chávez, al que se le sitúa incluso por encima del Libertador Simón Bolívar.
No será fácil hacer comprender a generaciones de niños convertidos en adultos que mucho de lo que guardan en el baúl de su memoria no son más que tergiversaciones de la realidad para coartar la capacidad crítica de la personas. Para desgracia de los venezolanos, su patria se nutre cada vez más de los errores cometidos por los Castro en Cuba.
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