Tensión Social en Venezuela | ||||||||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||||||||
Al retornar pudo comprobar que las consecuencias de sus desaciertos se manifiestan por todas partes en largas horas de "colas" que deben enfrentar sus conciudadanos, cuando tratan de comprar productos de primera necesidad.
Todo escasea, alimentos y medicamentos. Absolutamente todo. Como consecuencia de ello, la tensión social está alcanzando niveles preocupantes. La gente está realmente harta de hacer “colas” para todo, de vivir en la anarquía y de los permanentes malos tratos a los que se siente sometida. Ocurre que la vida debe ser algo más que hacer interminables filas.
En su cuenta de twitter el irrescatable Nicolás Maduro, como si viviera en otro mundo, manifestó al cerrar el año 2014: “ganamos la paz y el derecho a la felicidad”. Lo que es increíble. O insultante. Las calles de las ciudades venezolanas dicen todo lo contrario. La gente no es feliz y es obvio que no se siente en paz.
Las “colas” son inevitables. Suceden frente a los comercios mayoristas, pero también frente a los minoristas. Todo es tensión en su derredor. La situación es inocultable. No solo porque está generalizada, sino porque a través de las redes sociales, las fotos de los anaqueles vacíos en todos los rincones de Venezuela no hacen sino confirmar lo evidente: la escasez de todo.
No obstante, aparentemente hay algunos privilegiados que quizás no hagan colas. Son los que presumiblemente integran la “nomenkatura bolivariana”. Y esto irrita a la gente. A punto tal, que hace pocos días un grupo de personas atacó a un camión que llevaba pañales, cuando estaba siendo “descargado” por una patrulla policial en la calle Colombia de Catia. Los indignados se llevaron los pañales, mientras comprobaban que la patrulla policial tenía además en su poder jabones y compotas varias.
Poco después, otro grupo de personas, presumiblemente también compuesto por “desesperados” (o, más bien, “hartos”) atacó una farmacia, en busca de remedios.
La absurda reacción del gobierno venezolano sólo apunta a instalar un “operativo de seguridad” en torno a comercios y supermercados y a pedir, a través del Ministerio del Interior, al público en general, que “deje la desesperación”, porque “hay productos para todos”.
Hasta la red estatal de los llamados Abastos Bicentenarios, está ahora custodiada por las fuerzas de seguridad.
El gobierno acusa a los “hijos de papá” de fomentar las “colas”, de esconder los productos, de encarecerlos. De todo, entonces. Según las autoridades, para que “el pueblo se descarrile y tome actitudes violentas contra sí mismo”.
Siempre la culpa es de los demás. Los gobiernos autoritarios no creen que tienen responsabilidad alguna por el poder que detenta. Ni por los desaciertos que cometen -por razones ideológicas- aferrándose a un “modelo” colectivista que es inviable.
Las empresas privadas, a través de “Fedecámaras”, han hecho también un prudente llamado a la calma, aconsejando al público “no hacer compras nerviosas”, sólo lo que se necesite. Como si la gente tuviera que aceptar, inevitablemente, que su vida diaria está compuesta primordialmente por tiempo que “debe” ser dedicado a una actividad obviamente improductiva, por la que nadie paga: la de hacer “colas”.
La Ministra de Comercio acaba de explicar en las últimas horas que “la disponibilidad de algunos productos será cubierta en los próximos días”. Es ciertamente una forma de reconocer la escasez.
La otra es la de rodear a comercios y mercados con las fuerzas de seguridad apuntando sus armas hacia todos.
¿Es esta la felicidad que Nicolás Maduro anunció como conquista del pueblo venezolano en su mensaje de fines del año pasado? Ciertamente no.
La felicidad en Venezuela sólo pertenece a quienes se aferran al poder y lo concentran en su derredor, gobernando a su país, de espaldas a su pueblo. Para beneficio propio. Dinamitando el nivel de vida de sus conciudadanos, de modo que lo cotidiano se limite a una sola actividad prioritaria: la necesidad de hacer “colas” constantemente para sobrevivir, mal que mal.
Hasta Cuba ha reconocido que su “protectora”, Venezuela, está caminando al borde mismo del abismo. Y que, por ello, su “beneficencia” puede cesar, en cualquier momento. De allí que abriera el paraguas, “normalizando” su relación con los Estados Unidos.
Emilio J. Cárdenas
Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas. |
miércoles, 14 de enero de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Etiquetas
Noticias de Venezuela
Politica
Noticias de Nueva Esparta
Opinion
Derechos Humanos en Venezuela
Presos Politicos
Dictadura en Venezuela
Nacionales
Noticias Nacionales
Perseguidos Politicos
DDHH
Internacionales
Noticias Estado Nueva Esparta
Noticias Regionales
Crisis Humanitaria
Crisis Economica
Cultura
Noticias Internacionales
Nicolas Maduro
Estado Nueva Esparta
Economia
Crisis Social
Turismo en Isla de Margarita
IAPOENE
Resolucion 008610
Chavez
Manifestaciones en Tachira
FILCAR 2015
Leopoldo Lopez
Libertad de Prensa
Maria Corina Machado
SEBIN
corrupcion
Carnavales 2015
Maduro
Movimiento Estudiantil
UNIMAR
Deportes
Diosdado Cabello
Hugo Chavez
Libertad de Expresion
4 de febrero de 1992
Gobierno de los EEUU
Isla de Margarita
MUD
OEA
Turismo
Fundacion UDC
Lilian Tintori
Inseguridad en Venezuela
ONU
Primero Justicia
Barack Obama
Estado Sucre
Golpe de Estado del 4 de febrero de 1992
INEPOL
Mesa de la Unidad Democratica
dictadura
Capriles Radonsky
Cumana
Defensor del Pueblo
España
Jony Rahal
Voluntad Popular
Henrique Capriles Radonski
Lista Falciani
Nelson Bocaranda
PNB
Secretario General de la OEA
Swiss Leaks
12 de Febrero
Colombia
Cristina Fernandez
Escolta de Diosdado Cabello lo acusa en Washington de narcotráfico
Historia de Venezuela
Jesus Chuo Torrealba
Marianela Salazar
Municipio Antolín del Campo CAMPO
Noticias de Uruguay
Pedro Leon Zapata
RUNRUNES
Rodriguez Torres
TSJ
Tarek William Saab
Autorizan uso de armas mortales contra protestas en Venezuela
CENCOEX
Cartel de los Soles
Caso HSBC
Escolta denuncia a Diosdado
Fidel Castro
HSBC
La Asuncion
Manifestaciones en Caracas
Municipio Mariño
PODEMOS España
Partido PODEMOS
Sebastiana sin Secretos
Teodoro Petkoff
dictador
historia
Alberto Nisman
Argentina
CADIVI
CNE
Caricatura
Chavismo
Devaluacion del Bolivar
Estado Merida
FARC
Guerra Economica
Helicoide
Inflacion en Venezuela
Leamsy Salazar
Luisa Ortega Diaz
Manifestaciones en Merida
Maxidevaluacion
Municipio Gomez
Ocho militares del anillo de seguridad de Maduro también huyeron
Padrino Lopez
Simon Bolivar
UCAT
UCV
democracia
12F
Alcaldia de Mariño
Asamblea Nacional
Blanqueo de Capitales
Empresas de Maletin
Estado Bolivar
Farmatodo
Fernando Luis Egaña
Gobierno Español
Golpe de Estado al Presidente Maduro
Guayana
HRW
Hiperinflacion
Human Rights Watch
Indice de Miseria
Investigacion
Jorge Giordani
Juan Carlos Monedero
Juangriego
Marta Colomina
Megadevaluacion
Ministerio Publico
Ministro de la Defensa
Municipio Diaz
Municipio Tubores
Noticias de Argentina
Noticias de Colombia
PDVSA
Pedro Claver Cedeño
Periodista Eladio Rodulfo Gonzalez
Pollo Carvajal
Porlamar
Reporteros sin Fronteras
SIMADI
Tabare Vasquez
UCAB
UDO
Universidad de Oriente
Venezuela Primero en Indice de Miseria 2014
AD
Accion Democratica
Alberto Barrera Tyszka
Andres Oppenheimer
Autoritarismo
BCV
BID
Banco Central de Venezuela
CNP
Carnaval de Carupano
Carnaval del Mar
Carnavales de El Callao
Censura en Venezuela
Cesar Miguel Rondon
Convenio Cambiario 33
Corte IDH
Cupo Viajero
DECLARACION DE TBILISSI
DISCURSO DE ANGOSTURA
Educacion
Efemerides
Efemerides de Margarita
Empresas Basicas
Fiscal General de la Republica
GNB
Hugo Carvajal
Iglesia Venezolana
Laguna de La Restinga
Monedero
Municipio Marcano
Nelson Mandela
Noticias de Chile
Operacion Jerico
Oscar Arias
Pedro Llorens
Pensamientos de Simon Bolivar
Puerto Libre
RSF
RSF 2015
Rodolfo Marcos Torres
RupertiGate
SICAD
SIDOR
Salvador Allende
Sistema Cambiario
Sistema Marginal de Divisas
Tasa SIMADI
Tribunal de la Haya
UNES
UPEL
Víctimas inocentes del 4 de Febrero de 1992
William Brownfield
Wilmer Ruperti
No hay comentarios:
Publicar un comentario