Cecilia Martínez: la voz que no calló ninguna dictadura
Casi 102 años vivió esta venerable dama de la radio y la televisión venezolana.
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Protagonizó radionovelas, animó programas sobre el tema femenino y cantó jingles (Nicola Rocco)
ANA MARÍA HERNÁNDEZ G. | EL UNIVERSAL
jueves 24 de septiembre de 2015 08:23 AM
"Suspirando está en el baño/ Ana María de la Luz/ Porque ella quiere bañarse con John Laúd./ Y su madre no concibe/ que Ana María de la Luz/ Quiera meterse en el baño con John Laúd/ Quizá mamita, encárgame un ataúd/ Yo quiero bañarme/ Bañarme con John Laúd", y larga una risa cantarina Cecilia Martínez, cuando fue entrevistada a propósito de sus cien años, "y en esa época -la de Gómez- lo prohibieron, porque nadie se podía bañar con nadie".
Y se apagó su voz. Casi 102 años vivió esta caraqueña, pionera de la radio y la televisión, locutora, animadora, actriz y hasta modelo. Su deceso se produjo en la mañana de ayer, a las 8:15 am, en Caracas, según lo confirmó su propia hija, Helena Álvarez.
Vitalidad es lo primero que describe a esta dama de los medios de comunicación, que nació entre las esquinas de Truco a Guanábano, el 24 de diciembre de 1913.
Entre las palabras que quedaron en la grabación y que no se publicaron en esa memorable conversación vía telefónica comentó: "A mí nunca me pasó nada malo en la vida. Tuve una familia muy linda. Mi madre murió muy pronto, pero esas cosas pasan y yo estuve en un colegio en el que me agasajaron mucho, y después, más adelante, mi vida fue una vida bonita. Yo no puedo quejarme de lo que fue mi vida".
Sí, es cierto que comenzó muy jovencita en la radio venezolana, y a los 16 años su voz sonaba por los radiorreceptores, escandalizando a la gente de la década de los veinte, con la impudicia de Ana María de la Luz y su deseo de bañarse con el jabón Laúd.
"Lo que más me ha impresionado a lo largo de lo que he vivido es Venezuela, porque lo que este país está pasando no lo ha pasado otro país, ni en la guerra europea. En todos los países siempre ha habido cambios y siempre ha habido gente inteligente que ha sabido capear los temporales", agregaba, y trataba de escudriñar en su memoria, aunque de pronto se rendía: "Además de vieja, estoy desmemoriada, en este momento. Pero las guerras en el mundo han sido dantescas. El mundo no ha estado muy bueno, todos hemos tenido que aguantar mucho".
Sin embargo, Cecilia Martínez tuvo el privilegio de haber conocido a Carlos Gardel, de haber sido curada por el propio José Gregorio Hernández, y hasta de haber posado para Armando Reverón.
Y en sus últimas entrevistas protestaba, siempre con buena dosis de humor: "¡Tú le estás exigiendo a este cerebro que recuerde!".
La primera locutora de la televisión de Venezuela también fue animadora. Antes había protagonizado la radionovela El misterio de los ojos escarlata; el programa principal en los años cincuenta: Monte sus cauchos Good Year, así como Cosas de mujeres, Nosotras las mujeres y Toda una mujer; que fueron espacios siempre dedicados al tema femenino.
"Yo fui amante de la radio, y no solo la escuché sino que la hice. Ahora no la oigo tanto como para criticar, pero no sé qué pasa porque hay una especie de flojera por parte de la gente que hace y escucha radio, no tienen como comparar", manifestó con firmeza.
Y a modo de consejo, mencionó lo importante de mejorar las relaciones entre las personas: "En general, el venezolano es bueno, pero se está echando a perder. Tenemos que cambiar y querernos más los unos a los otros".
El acto del velatorio y la misa en memoria de Cecilia Martínez se realizará este viernes 25 de septiembre, de 4:30 a 8:30 pm, en el Cementerio del Este, en La Guairita.
La noticia de su fallecimiento se dio a conocer primero a través de las redes sociales, y de inmediato todas las personalidades ligadas al mundo del periodismo y del espectáculo se hicieron eco.
Por eso, el mensaje más importante que deja Cecilia Martínez, fue la valentía y el coraje de vivir su propia vida, incluso a costa de las convencionalidades de las épocas por las que transitó. Muchas veces se le vio como feminista, como mujer de avanzada.
Al culminar la entrevista por su centenario dijo: "Soy temerosa de esas cosas (la muerte). No le temo a la soledad, sino a la falta de amistades, de gente que tenga a mi lado. Pero no soy una viejita cobarde".
Y se apagó su voz. Casi 102 años vivió esta caraqueña, pionera de la radio y la televisión, locutora, animadora, actriz y hasta modelo. Su deceso se produjo en la mañana de ayer, a las 8:15 am, en Caracas, según lo confirmó su propia hija, Helena Álvarez.
Vitalidad es lo primero que describe a esta dama de los medios de comunicación, que nació entre las esquinas de Truco a Guanábano, el 24 de diciembre de 1913.
Entre las palabras que quedaron en la grabación y que no se publicaron en esa memorable conversación vía telefónica comentó: "A mí nunca me pasó nada malo en la vida. Tuve una familia muy linda. Mi madre murió muy pronto, pero esas cosas pasan y yo estuve en un colegio en el que me agasajaron mucho, y después, más adelante, mi vida fue una vida bonita. Yo no puedo quejarme de lo que fue mi vida".
Sí, es cierto que comenzó muy jovencita en la radio venezolana, y a los 16 años su voz sonaba por los radiorreceptores, escandalizando a la gente de la década de los veinte, con la impudicia de Ana María de la Luz y su deseo de bañarse con el jabón Laúd.
"Lo que más me ha impresionado a lo largo de lo que he vivido es Venezuela, porque lo que este país está pasando no lo ha pasado otro país, ni en la guerra europea. En todos los países siempre ha habido cambios y siempre ha habido gente inteligente que ha sabido capear los temporales", agregaba, y trataba de escudriñar en su memoria, aunque de pronto se rendía: "Además de vieja, estoy desmemoriada, en este momento. Pero las guerras en el mundo han sido dantescas. El mundo no ha estado muy bueno, todos hemos tenido que aguantar mucho".
Sin embargo, Cecilia Martínez tuvo el privilegio de haber conocido a Carlos Gardel, de haber sido curada por el propio José Gregorio Hernández, y hasta de haber posado para Armando Reverón.
Y en sus últimas entrevistas protestaba, siempre con buena dosis de humor: "¡Tú le estás exigiendo a este cerebro que recuerde!".
La primera locutora de la televisión de Venezuela también fue animadora. Antes había protagonizado la radionovela El misterio de los ojos escarlata; el programa principal en los años cincuenta: Monte sus cauchos Good Year, así como Cosas de mujeres, Nosotras las mujeres y Toda una mujer; que fueron espacios siempre dedicados al tema femenino.
"Yo fui amante de la radio, y no solo la escuché sino que la hice. Ahora no la oigo tanto como para criticar, pero no sé qué pasa porque hay una especie de flojera por parte de la gente que hace y escucha radio, no tienen como comparar", manifestó con firmeza.
Y a modo de consejo, mencionó lo importante de mejorar las relaciones entre las personas: "En general, el venezolano es bueno, pero se está echando a perder. Tenemos que cambiar y querernos más los unos a los otros".
El acto del velatorio y la misa en memoria de Cecilia Martínez se realizará este viernes 25 de septiembre, de 4:30 a 8:30 pm, en el Cementerio del Este, en La Guairita.
La noticia de su fallecimiento se dio a conocer primero a través de las redes sociales, y de inmediato todas las personalidades ligadas al mundo del periodismo y del espectáculo se hicieron eco.
Por eso, el mensaje más importante que deja Cecilia Martínez, fue la valentía y el coraje de vivir su propia vida, incluso a costa de las convencionalidades de las épocas por las que transitó. Muchas veces se le vio como feminista, como mujer de avanzada.
Al culminar la entrevista por su centenario dijo: "Soy temerosa de esas cosas (la muerte). No le temo a la soledad, sino a la falta de amistades, de gente que tenga a mi lado. Pero no soy una viejita cobarde".
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