Abuelita se quejó de maltratos en Mercal de Pampatar
Hasta nuestra redacción llegó la señora Mariela González, acompañando a su progenitora, la señora María Carvillo, quien se quejó de malos tratos y vejaciones en el Mercal ubicado en Pampatar, capital del municipio Maneiro.
Las denunciantes explicaron que ya el hecho de apartar una cola desde el día anterior es humillante para lograr comprar los artículos regulados, que no se consiguen ya en otras partes. Al día siguiente hay que empezar a hacer la cola desde las seis de la mañana, tal como lo hicieron ayer, cuando les correspondía comprar según el sistema de cédulas de identidad impuesto.
Sucede que la señora María con su edad y males de salud, entre ellos la hipertensión, necesitó ir al baño durante el desarrollo de la larga cola, por lo cual su hija la llevó un momento hasta una casa de familia, donde le permitieron usar el sanitario. Mientras esto ocurrí comenzaron a dejar entrar a las personas mayores, quienes ya habían sido anotadas para mantener el orden de llegada.
Al regresar a la acalorada cola, Mariela le explicó al funcionario de la Guardia Nacional, según ella leyó en el uniforme, de apellido Guerra, que su mamá estaba respondiendo a unas necesidades fisiológicas y tuvo que salir momentáneamente de la cola, pero que estaba anotada.
La respuesta del uniformado según dijo la indignada hija, fue insultante y denigrante. Por supuesto las dos mujeres salieron de la cola, perdiendo todo el esfuerzo físico y espiritual relatado anteriormente que es común, para todos los que deseen comprar en estos establecimientos. Además deberán esperar hasta la próxima semana cuando les vuelva a tocar su número de cédula.
DIARIO CARIBAZO, 1 DE OCTUBRE DE 2015.
Hasta nuestra redacción llegó la señora Mariela González, acompañando a su progenitora, la señora María Carvillo, quien se quejó de malos tratos y vejaciones en el Mercal ubicado en Pampatar, capital del municipio Maneiro.
Las denunciantes explicaron que ya el hecho de apartar una cola desde el día anterior es humillante para lograr comprar los artículos regulados, que no se consiguen ya en otras partes. Al día siguiente hay que empezar a hacer la cola desde las seis de la mañana, tal como lo hicieron ayer, cuando les correspondía comprar según el sistema de cédulas de identidad impuesto.
Sucede que la señora María con su edad y males de salud, entre ellos la hipertensión, necesitó ir al baño durante el desarrollo de la larga cola, por lo cual su hija la llevó un momento hasta una casa de familia, donde le permitieron usar el sanitario. Mientras esto ocurrí comenzaron a dejar entrar a las personas mayores, quienes ya habían sido anotadas para mantener el orden de llegada.
Al regresar a la acalorada cola, Mariela le explicó al funcionario de la Guardia Nacional, según ella leyó en el uniforme, de apellido Guerra, que su mamá estaba respondiendo a unas necesidades fisiológicas y tuvo que salir momentáneamente de la cola, pero que estaba anotada.
La respuesta del uniformado según dijo la indignada hija, fue insultante y denigrante. Por supuesto las dos mujeres salieron de la cola, perdiendo todo el esfuerzo físico y espiritual relatado anteriormente que es común, para todos los que deseen comprar en estos establecimientos. Además deberán esperar hasta la próxima semana cuando les vuelva a tocar su número de cédula.
DIARIO CARIBAZO, 1 DE OCTUBRE DE 2015.
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