“Es una gran mezquindad decir que Baruj Benacerraf no es venezolano”
Un día como hoy nació, en Caracas, el científico Baruj Benacerraf, quien se hizo acreedor, de manera compartida, del Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1980, junto a Jean Dausset y George D. Snell.
Con raíces en Marruecos, España y Francia y a pesar de que muchos no lo consideran venezolano, la autobiografía que bautizó, De Caracas a Estocolmo. Una vida en la ciencia médica, hace suponer lo contrario, porque de no querer ser relacionado con este país, simplemente no habría utilizado a la capital venezolana como referencia a su esencia.
Sus progenitores fueron marroquíes sefarditas (dicho en judío, oriundos de España), que llegaron a Venezuela huyendo de la Primera Guerra Mundial, y establecieron empresas comerciales en Caracas, hasta que, cuando el pequeño Baruj cumplió cuatro años, se marcharon a Francia, para luego tomar rumbo a Estados Unidos.
Allá Benacerraf estudió y egresó de la Universidad Columbia y de la Escuela Médica de Virginia, en Richmond. Al participar por los Estados Unidos como miembro del contingente militar de ese país, como médico, en la Segunda Guerra Mundial, tuvo que nacionalizarse como estadounidense, en 1943, en la parte final de ese conflicto bélico.
Orgullosamente venezolano
Milos Alcalay, experto internacionalista, embajador venezolano en varios países y organizaciones mundiales y conocedor de la materia, dio una respuesta muy contundente al respecto: “Por supuesto que es venezolano y un gran venezolano que dejó el nombre del país muy en alto. El hecho de que haya ido a otros países y se haya formado en otras naciones, no significa que dejara de ser venezolano. Es más, debemos considerar que el más grande venezolano de todos los tiempos. El Libertador Simón Bolívar recorrió muchos países del continente y murió en Colombia, y nunca dejó de ser venezolano. Andrés Bello es otro de los venezolanos más ilustres en la historia y murió en Chile, donde aún lo reverencian”, razonó Alcalay.
Milos Alcalay, experto internacionalista, embajador venezolano en varios países y organizaciones mundiales y conocedor de la materia, dio una respuesta muy contundente al respecto: “Por supuesto que es venezolano y un gran venezolano que dejó el nombre del país muy en alto. El hecho de que haya ido a otros países y se haya formado en otras naciones, no significa que dejara de ser venezolano. Es más, debemos considerar que el más grande venezolano de todos los tiempos. El Libertador Simón Bolívar recorrió muchos países del continente y murió en Colombia, y nunca dejó de ser venezolano. Andrés Bello es otro de los venezolanos más ilustres en la historia y murió en Chile, donde aún lo reverencian”, razonó Alcalay.
Igualmente, destacó que “así hay cientos de ejemplos de venezolanos que lograron brillar fuera del país y nos sentimos orgullosos de ellos, como nos debemos sentir orgullosos de Baruj Benacerraf. En la actualidad hay miles de venezolanos que día a día se marchan del país, por la difícil situación, y nunca dejarán de ser venezolanos. Es una gran mezquindad decir que Benacerraf no es venezolano”, sentenció Alcalay, por vía telefónica.
Otro experto consultado por Versión Final fue el internacionalista e historiador Sergio Urdaneta, quien explicó que “Jurídicamente es venezolano. Todas las Constituciones Nacionales de Venezuela han afirmado que venezolano es todo aquel que nace en Venezuela. Eso da por entendido que fue un venezolano completo. Por eso debemos sentirnos orgullosos del legado que dejó Baruj Benacerraf. El problema es que el 99% de los venezolanos ignoramos que un venezolano, que se sentía muy venezolano, ganó el Premio Nobel de Medicina”, indicó Urdaneta.
Su autobiografía
“Si analizamos su obra De Caracas a Estocolmo debemos entender que Baruj siempre se sintió venezolano, porque dejó ver que la ruta de su vida se inició en Caracas y que se coronó en Estocolmo, lugar donde entregan los premios Nobel. Debemos sentirnos muy orgullosos de Benacerraf y los premios y reconocimientos que se ganó, especialmente de aquel Nobel de 1980”, aseguró nuestro entrevistado.
“Si analizamos su obra De Caracas a Estocolmo debemos entender que Baruj siempre se sintió venezolano, porque dejó ver que la ruta de su vida se inició en Caracas y que se coronó en Estocolmo, lugar donde entregan los premios Nobel. Debemos sentirnos muy orgullosos de Benacerraf y los premios y reconocimientos que se ganó, especialmente de aquel Nobel de 1980”, aseguró nuestro entrevistado.
“Lo que también debemos hacernos es una crítica a nuestra memoria histórica, para que las nuevas generaciones puedan reconocer esos valores venezolanos, porque debemos y necesitamos reivindicarnos con nuestra memoria histórica resaltando los logros de los grandes venezolanos, especialmente a quienes tenemos olvidados”, detalló Urdaneta.
Digno del Nobel
El reconocimiento para Benacerraf con el Premio Nobel, en 1980, se debió a los descubrimientos que logró “relacionados con estructuras determinadas por la genética, en la superficie de la célula, que regulan las reacciones inmunológicas, más concretamente los genes denominados genes Ir del Complejo mayor de histocompatibilidad y que regulan la respuesta inmune frente a un determinado antígeno soluble”, como lo explica su autobiografía. En pocas palabras, descubrió que “la respuesta inmune frente a un antígeno es distinta para cada individuo y es heredada según las leyes de Mendel”.
El reconocimiento para Benacerraf con el Premio Nobel, en 1980, se debió a los descubrimientos que logró “relacionados con estructuras determinadas por la genética, en la superficie de la célula, que regulan las reacciones inmunológicas, más concretamente los genes denominados genes Ir del Complejo mayor de histocompatibilidad y que regulan la respuesta inmune frente a un determinado antígeno soluble”, como lo explica su autobiografía. En pocas palabras, descubrió que “la respuesta inmune frente a un antígeno es distinta para cada individuo y es heredada según las leyes de Mendel”.
Después de haber sido profesor e investigador en Harvard, esa casa de estudios, una de las más famosas e ilustres del planeta, le confirió el título de Profesor Emérito, hasta su muerte, el 2 de agosto de 2011, en Boston, a causa de complicaciones con una neumonía que lo afectó. Fue el fundador del Dana-Farber Cancer Institute.
Este miércoles cuando se cumplen 95 años del natalicio de este ilustre venezolano, Versión Final lo trae a la memoria de varias generaciones, especialmente la actual, para que se sientan orgullosos de este, como coincidieron nuestros entrevistados, gran venezolano.
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