Venezolano creó un súper vidrio
El nuevo material es delgado, incoloro y casi tan resistente como el acero
Gustavo Rosales Sosa, venezolano líder de la investigación que creó el súper vidrio CORTESÍA DENISE ZUJUR
GIULIANA CHIAPPE | EL UNIVERSAL
martes 24 de noviembre de 2015 12:00 AM
Un delgado vidrio con resistencia de acero fue creado por el venezolano Gustavo Rosales Sosa y sus colegas de Ingeniería de Materiales de la Universidad de Tokio.
Es el tipo de vidrio ideal para usar en las delicadas pantallas de teléfonos inteligentes -que ya no se romperán tanto-, tabletas, lentes para cámaras, microscopios y endoscopios.
La investigación que condujo a la elaboración de este súper vidrio, que lideró Gustavo Rosales, quedó plasmada en un artículo publicado en la revistaScientific Reports de Nature (www.nature.com/srep/). Rosales es ingeniero de materiales egresado de la Universidad Simón Bolívar, donde también hizo su maestría. Estudia un doctorado en Ciencias del Vidrio en la Universidad de Tokio, apoyado por la beca Monbukagakusho otorgada por el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de gobierno de Japón para estudiantes internacionales.
Lo más novedoso de este producto es la forma como fue elaborado que, para nada, tiene que ver con el método tradicional. Este súper vidrio se hizo con una base de óxido de aluminio y óxido de tantalo lograda con la técnica conocida como levitación aerodinámica, que funde el vidrio en microgravedad y, con la ayuda de un gas, se evita que el vidrio toque las paredes del contenedor.
Este punto es importante porque anteriores intentos de producir vidrios más resistentes con más cantidad de óxido de aluminio fracasaban justo cuando se vertía en el contenedor. En ese instante, la mezcla se cristalizaba impidiendo que se formara el vidrio.
El problema es que los vidrios ricos en óxido de aluminio son resistentes, pero difíciles de desarrollar porque requieren de un alto punto de fusión pero, a la vez, son de fácil cristalización. Estas dificultades son más fáciles de superar con la técnica de levitación aerodinámica que, precisamente, impide que la mezcla toque el envase.
El vidrio creado por Gustavo Rosales y los otros científicos no es completamente irrompible pero sí es ultraduro, tanto como el acero. Es el vidrio óxido con el mayor módulo de rigidez reportado hasta el momento, según evaluaciones realizadas con la propiedad mecánica llamada dureza de Vickers. El nivel de rigidez se midió con la propiedad llamada módulo de Young.
Además de ultrarresistente, este nuevo vidrio es delgado, transparente y posee un alto índice de refracción. Todas estas características lo hacen sumamente atractivo para la fabricación de delicadas pantallas, por lo que, con algunos ligeros ajustes en su composición, es probable que muy pronto sea utilizado en dispositivos móviles o aparatos médicos. En estos momentos, la industria privada está cooperando con el laboratorio de la Universidad de Tokyo para masificar la producción de estos súper vidrios -y de otros elementos desarrollados por el mismo grupo de científicos- y poder comercializarlos, algo que podría ocurrir en menos de cinco años.
El artículo publicado en Science Reports está firmado -en este orden- por Gustavo A. Rosales-Sosa, Atsunobu Masuno, Yuji Higo, Hiroyuki Inoue, Yutaka Yanaba, Teruyasu Mizoguchi, Takumi Umada, Kohei Okamura, Katsuyoshi Kato y Ysuhiro Watanabe.
Es el tipo de vidrio ideal para usar en las delicadas pantallas de teléfonos inteligentes -que ya no se romperán tanto-, tabletas, lentes para cámaras, microscopios y endoscopios.
La investigación que condujo a la elaboración de este súper vidrio, que lideró Gustavo Rosales, quedó plasmada en un artículo publicado en la revistaScientific Reports de Nature (www.nature.com/srep/). Rosales es ingeniero de materiales egresado de la Universidad Simón Bolívar, donde también hizo su maestría. Estudia un doctorado en Ciencias del Vidrio en la Universidad de Tokio, apoyado por la beca Monbukagakusho otorgada por el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de gobierno de Japón para estudiantes internacionales.
Lo más novedoso de este producto es la forma como fue elaborado que, para nada, tiene que ver con el método tradicional. Este súper vidrio se hizo con una base de óxido de aluminio y óxido de tantalo lograda con la técnica conocida como levitación aerodinámica, que funde el vidrio en microgravedad y, con la ayuda de un gas, se evita que el vidrio toque las paredes del contenedor.
Este punto es importante porque anteriores intentos de producir vidrios más resistentes con más cantidad de óxido de aluminio fracasaban justo cuando se vertía en el contenedor. En ese instante, la mezcla se cristalizaba impidiendo que se formara el vidrio.
El problema es que los vidrios ricos en óxido de aluminio son resistentes, pero difíciles de desarrollar porque requieren de un alto punto de fusión pero, a la vez, son de fácil cristalización. Estas dificultades son más fáciles de superar con la técnica de levitación aerodinámica que, precisamente, impide que la mezcla toque el envase.
El vidrio creado por Gustavo Rosales y los otros científicos no es completamente irrompible pero sí es ultraduro, tanto como el acero. Es el vidrio óxido con el mayor módulo de rigidez reportado hasta el momento, según evaluaciones realizadas con la propiedad mecánica llamada dureza de Vickers. El nivel de rigidez se midió con la propiedad llamada módulo de Young.
Además de ultrarresistente, este nuevo vidrio es delgado, transparente y posee un alto índice de refracción. Todas estas características lo hacen sumamente atractivo para la fabricación de delicadas pantallas, por lo que, con algunos ligeros ajustes en su composición, es probable que muy pronto sea utilizado en dispositivos móviles o aparatos médicos. En estos momentos, la industria privada está cooperando con el laboratorio de la Universidad de Tokyo para masificar la producción de estos súper vidrios -y de otros elementos desarrollados por el mismo grupo de científicos- y poder comercializarlos, algo que podría ocurrir en menos de cinco años.
El artículo publicado en Science Reports está firmado -en este orden- por Gustavo A. Rosales-Sosa, Atsunobu Masuno, Yuji Higo, Hiroyuki Inoue, Yutaka Yanaba, Teruyasu Mizoguchi, Takumi Umada, Kohei Okamura, Katsuyoshi Kato y Ysuhiro Watanabe.
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