El Parlamento Comunal
Se basan en la experiencia de la Comuna de París de 1871
JOSÉ TORO HARDY | EL UNIVERSAL
martes 29 de diciembre de 2015 12:00 AM
Con sus propias reglas, su propio CNE, con el uso ilegal de los recursos del Estado y todo el ventajismo imaginable, el régimen sufrió una apabullante derrota el 6D. Aunque reconocieron la pérdida de inmediato comenzaron las maquinaciones para burlar la voluntad soberana del pueblo.
Por un lado, pretenden designar magistrados de última hora al TSJ, saltándose a la torera mecanismos y lapsos previstos en la ley. Por otro lado recurren a un "Parlamento Comunal" para oponerlo a la Asamblea Nacional. Esta figura carente de legitimidad no representa al pueblo en quien reside de manera intransferible la soberanía, no está previsto en la Constitución y no es el resultado del voto universal, directo y secreto de donde emana la legitimidad del Poder Legislativo. Ya el régimen había intentado darle base constitucional cuando propuso en el 2007 una Constitución Socialista que fue rechazada expresamente por el pueblo en referendo constitucional. También en aquella oportunidad el presidente Chávez había reconocido la derrota, pero acto seguido anunció que seguiría adelante con su proyecto "sin cambiarle ni una coma".
Las comunas no son más que el resultado de un rígido pensamiento dogmático. Fueron propuestas por Carlos Marx como una vía para establecer la "dictadura del proletariado".
Volvamos las páginas de la historia:
Se basan en la experiencia de la Comuna de París de 1871 (episodio revolucionario que duró apenas setenta y dos días y que se produjo al final de la guerra franco-prusiana). Dadas las características épicas del evento, se transformó en un hito esencial en la teoría marxista del Estado.
El 28 de enero de 1871 Francia capitula ante Alemania. Poco después estalla la guerra civil en Francia. El 28 de marzo de ese año se proclama la Comuna de París, la cual procede a abolir el ejército, declarar a la Guardia Nacional como única fuerza armada, expropiar bienes de la Iglesia, ocupar empresas y talleres, condonar el pago de alquileres y muchas otras medidas revolucionarias.
Según Marx la comuna pretendía abolir la propiedad privada: "Sí, caballeros, la comuna pretendía abolir esa propiedad de clase que convierte el trabajo de muchos en la riqueza de unos pocos".
El gobierno francés de la época encabezado por Adolphe Thiers reaccionó con violencia. La mortandad fue espantosa y la lucha se generalizó en las barricadas. Algunos dicen que unas 35.000 personas fueron fusiladas. El Journal de Dèbats anunciaba: "Las pérdidas sufridas por el partido de la insurrección, incluyendo muertos y prisioneros ascendía a la cifra de 100.000 individuos".
Los partidarios de la comuna lucharon con ferocidad e hicieron fusilar al arzobispo de París, monseñor Darboy y a varios sacerdotes. París fue pasto de las llamas.
En relación a las comunas decía Marx: "el proletariado no puede simplemente tomar posesión del cuerpo del Estado... La primera condición para la posesión del poder político, es transformar la maquinaria en funcionamiento y destruirla".
Más adelante -en su obra La Guerra Civil en Francia- Marx afirma: "este poder del Estado constituye, de hecho, la creación de la clase media, primero como un medio para derribar el feudalismo, luego como un medio para aplastar las aspiraciones emancipatorias de la clase obrera".
Organizar
También Lenin defendía las comunas. Eran una estructura para organizar el poder de "abajo hacia arriba" y también "de arriba hacia abajo". Las llamaba "comunas revolucionarias" y eran el camino para establecer "la dictadura revolucionaria del proletariado y los campesinos".
Stalin las utilizó de manera diferente. Cerca de diez millones de personas fueron despojadas de sus tierras y de sus hogares y enviadas a Siberia. Al menos un tercio pereció en el traslado. Procedió a colectivizar la propiedad de la tierra mediante la creación de comunas populares comunistas indispensables, decía Stalin, para implantar la economía socialista. A raíz de ello se desata en la URSS una hambruna y la cifra de víctimas se calcula en otros diez millones de personas, porque el Gobierno no les dio a los campesinos el fruto de la venta de sus cosechas.
Mao por su parte aplicó las comunas al estilo URSS desde 1946; pero en 1958 crea cerca de 25.000 Comunas. Creyó Mao que a través de la colectivización obligatoria y el trabajo en masa, China podría lograr el "El Gran Salto Adelante". El experimento concluyó con una hambruna en la cual murieron cerca de 30 millones de chinos.
Stalin y Mao recurrieron a las comunas en el apogeo de su poder político. Conocidos por la historia sus resultados, resulta inconcebible que un régimen menguante pretenda siquiera evocar figuras de esa naturaleza ante una sociedad que ya hastiada del modelo socialista le dio la espalda y clama por un cambio.
petoha@gmail.com
@josetorohardy
Por un lado, pretenden designar magistrados de última hora al TSJ, saltándose a la torera mecanismos y lapsos previstos en la ley. Por otro lado recurren a un "Parlamento Comunal" para oponerlo a la Asamblea Nacional. Esta figura carente de legitimidad no representa al pueblo en quien reside de manera intransferible la soberanía, no está previsto en la Constitución y no es el resultado del voto universal, directo y secreto de donde emana la legitimidad del Poder Legislativo. Ya el régimen había intentado darle base constitucional cuando propuso en el 2007 una Constitución Socialista que fue rechazada expresamente por el pueblo en referendo constitucional. También en aquella oportunidad el presidente Chávez había reconocido la derrota, pero acto seguido anunció que seguiría adelante con su proyecto "sin cambiarle ni una coma".
Las comunas no son más que el resultado de un rígido pensamiento dogmático. Fueron propuestas por Carlos Marx como una vía para establecer la "dictadura del proletariado".
Volvamos las páginas de la historia:
Se basan en la experiencia de la Comuna de París de 1871 (episodio revolucionario que duró apenas setenta y dos días y que se produjo al final de la guerra franco-prusiana). Dadas las características épicas del evento, se transformó en un hito esencial en la teoría marxista del Estado.
El 28 de enero de 1871 Francia capitula ante Alemania. Poco después estalla la guerra civil en Francia. El 28 de marzo de ese año se proclama la Comuna de París, la cual procede a abolir el ejército, declarar a la Guardia Nacional como única fuerza armada, expropiar bienes de la Iglesia, ocupar empresas y talleres, condonar el pago de alquileres y muchas otras medidas revolucionarias.
Según Marx la comuna pretendía abolir la propiedad privada: "Sí, caballeros, la comuna pretendía abolir esa propiedad de clase que convierte el trabajo de muchos en la riqueza de unos pocos".
El gobierno francés de la época encabezado por Adolphe Thiers reaccionó con violencia. La mortandad fue espantosa y la lucha se generalizó en las barricadas. Algunos dicen que unas 35.000 personas fueron fusiladas. El Journal de Dèbats anunciaba: "Las pérdidas sufridas por el partido de la insurrección, incluyendo muertos y prisioneros ascendía a la cifra de 100.000 individuos".
Los partidarios de la comuna lucharon con ferocidad e hicieron fusilar al arzobispo de París, monseñor Darboy y a varios sacerdotes. París fue pasto de las llamas.
En relación a las comunas decía Marx: "el proletariado no puede simplemente tomar posesión del cuerpo del Estado... La primera condición para la posesión del poder político, es transformar la maquinaria en funcionamiento y destruirla".
Más adelante -en su obra La Guerra Civil en Francia- Marx afirma: "este poder del Estado constituye, de hecho, la creación de la clase media, primero como un medio para derribar el feudalismo, luego como un medio para aplastar las aspiraciones emancipatorias de la clase obrera".
Organizar
También Lenin defendía las comunas. Eran una estructura para organizar el poder de "abajo hacia arriba" y también "de arriba hacia abajo". Las llamaba "comunas revolucionarias" y eran el camino para establecer "la dictadura revolucionaria del proletariado y los campesinos".
Stalin las utilizó de manera diferente. Cerca de diez millones de personas fueron despojadas de sus tierras y de sus hogares y enviadas a Siberia. Al menos un tercio pereció en el traslado. Procedió a colectivizar la propiedad de la tierra mediante la creación de comunas populares comunistas indispensables, decía Stalin, para implantar la economía socialista. A raíz de ello se desata en la URSS una hambruna y la cifra de víctimas se calcula en otros diez millones de personas, porque el Gobierno no les dio a los campesinos el fruto de la venta de sus cosechas.
Mao por su parte aplicó las comunas al estilo URSS desde 1946; pero en 1958 crea cerca de 25.000 Comunas. Creyó Mao que a través de la colectivización obligatoria y el trabajo en masa, China podría lograr el "El Gran Salto Adelante". El experimento concluyó con una hambruna en la cual murieron cerca de 30 millones de chinos.
Stalin y Mao recurrieron a las comunas en el apogeo de su poder político. Conocidos por la historia sus resultados, resulta inconcebible que un régimen menguante pretenda siquiera evocar figuras de esa naturaleza ante una sociedad que ya hastiada del modelo socialista le dio la espalda y clama por un cambio.
petoha@gmail.com
@josetorohardy
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