Oposición aprueba ley de Amnistía en primer debate
Sugey Díaz / María Gabriela Villalobos / Maracaibo / noticias@laverdad.com
El debate de unas cuatro horas se encendió. Ramos Allup le dijo a los oficialista: "Este Gobierno en su agonía no se podrá seguir sosteniendo. La calle los va a sacar de Miraflores”
La mayoría opositora en la Asamblea Nacional aprobó ayer en primera discusión la ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, tras un caluroso debate que tardó un poco más de cuatro horas y terminó con un cara entre los diputados Henry Ramos Allup (MUD) y Diosdado Cabello (PSUV).
"¡Libertad, libertad, libertad!", gritaron los parlamentarios de la Mesa de la Unidad y los familiares de los presos políticos presentes en el hemicilo y tras la aprobación de la norma que ahora va a la calle, será consultada a la ciudadanía, organizaciones sin fines de lucro, defensores de derechos humanos y expertos en legislación.
El oficialismo votó en contra. Héctor Rodríguez, jefe de la bancada del Gran Polo Patriótico, dijo que su fracción votaba en contra de la "ley de Amnesia Criminal", el terminó que usaron los diputados de esa bancada para referirse a la norma.
"Que satisfacción nos da que todos ustedes se vuelvan locos y locas gritando. Aquí no va a haber ni ley de amnesia, ni ley de impunidad, ni ley de amnistía, ni reconciliación. Aquí va a haber patria, soberanía, paz y justicia", dijo Diosdado Cabello, en lo que fue su primera intervención en la AN desde su instalación el pasado 5 de enero.
El oficialista calificó de “locura” el proyecto de ley de Amnistía. Aseguró que lo que proponen al país es “un desastre” y la "continuación del golpe de Estado".
Y mientras su pares opositores seguían gritando "libertad", Cabello aseguró: "Esa ley de impunidad no van a ser ejercida ni va a ser ejecutada. No va a haber libertad para los asesinos, tenga la plena seguridad".
Antes de iniciar la votación de costumbre Ramos Allup tomó la palabra y recordó que antes que el proyecto de ley existiera en físico ya el propio presidente Nicolás Maduro “había dicho que no iba a aprobarla y siempre amenazando con la pistola”.
Criticó que los diputados oficialistas hablen de la justicia venezolana como si esta fuera imparcial. "En el caso de Leopoldo López el fiscal se fue corriendo y desde afuera señala a sus compiches, ¿es confiable ese juicio?", preguntó.
Recalcó que para lograr la reconciliación en el país los presos políticos deben estar libres. "Este Gobierno en su agonía no se podrá seguir sosteniendo. No aprenden de sus propios errores. En la calle no tienen un ánima sola que lo respalde. La calle los va a sacar de Miraflores”.
El proyecto de ley fue presentado por Delsa Solórzano, presidenta de la Comisión de Política Interior, quien dijo que “la ley pone fin a una larga era de persecución en nuestro país”.
“Merece libertad cada uno de los 30 millones de venezolanos, vivir de verdad verdad, y no de retórica; en un Estado de derecho y justicia”, agregó la parlamentaria. Destaca que el proyecto no aboga exclusivamente por líderes de partidos políticos, “incluye la amnistía laboral para todos esos empleados públicos que se sienten amenazados, de la Cantv, alcaldías, gobernaciones, fiscales y jueces amenazados”.
El bloque de la patria no titubeo al rechazar la propuesta de ley, que a juicio del diputado Elías Jaua “pretende ser una lavadora de todos los hechos de corrupción públicos y privados cometidos en los últimos años”.
“En el bloque de la patria votamos en contra y desconocemos esta ley”, expresó Jaua desde la tribuna de oradores al tiempo que invitó a los demás poderes públicos a “desconocer la ley de amnistía” amparados en el artículo 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Familiares presentes
La aprobación en primera discusión de la ley de amnistía fue aplaudida desde la tribuna del hemiciclo por las esposas e hijos de los presos políticos Leopoldo López, Manuel Rosales y Antonio Ledezma, así como familiares de los jóvenes estudiantes detenidos en 2014 y los policías metropolitanos sentenciados por los hechos de abril de 2001. Los familiares de las víctimas de las llamadas guaribas también estaban en el hemiciclo.
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