Usuarios no pueden comprar pollo por caro y expendedores no pueden vender regulado

LA NACIÓN, 25 mayo, 2016

Algunos consumidores aseguraron que tienen hasta dos meses sin comer pollo, y que solo pueden comer cuello. (Foto: Tulia Buriticá)

Los precios del pollo anunciados por el gobierno tampoco parecen traer alivio a la población, porque dicen que, si el precio regulado era 65 bolívares por kilo, y ayer amaneció entre 2.200 y 2.600 la pechuga, el precio se multiplicará.

Los precios del pollo anunciados ayer por el Gobierno nacional no traen, al parecer, alivio a la población, por cuanto tanto consumidores como vendedores se quejan en virtud de que coinciden, el Gobierno “primero tiene que revisar el precio en la granja”, porque mientras tanto, seguirá subiendo y, como manifestaron algunos usuarios ayer, no podrán consumir este alimento de primera necesidad, pues de hecho ya muchos no lo están comiendo.

Los expendedores en un mercado de la ciudad no quisieron declarar sobre el tema, no aclararon cuál era el temor, y quienes lo hicieron, no se identificaron y menos permitieron que se tomaran fotografías en sus puestos de trabajo.

Por otra parte, los usuarios, si bien no omitieron sus nombres, rechazaron salir en alguna fotografía en nuestro diario.

Lo primero que manifestó un consumidor es que “ni siquiera los precios de antes de la regulación existen, era de 65 bolívares el kilo, y el pollo ya no se encuentra, lo que hay es pechuga, no se ven cuellos y patas que era lo más barato que había, y que ahora un kilo cuesta mil 200 bolívares”.

Y es que mientras irónicamente en los puestos de venta de pollo se leía ayer que el precio del kilo de pollo establecido en Gaceta Oficial: beneficiado a 65 bolívares, pechuga con hueso a 125,38; muslo a 185,91; alas a 71,04; pescuezo a 17,38, y ni siquiera las paticas aparecían en la lista, los vendedores estaban vendiendo la pechuga entre 2 mil 200 y 3 mil y pico (esta última en milanesa); el muslo a 2 mil 200 bolívares; y donde las había, las alitas estaban entre 2 mil y 2 mil 200 bolívares; cuello entre 900 y mil bolívares y paticas entre mil y mil 200 bolívares.

Los nuevos precios regulados del pollo, según la Providencia Administrativa 042 de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), el kilo del animal vivo a puerta de granja es a 601,09 bolívares; beneficiado entero o picado a 850,37; pechuga con hueso a mil 120,88 y sin hueso a mil 457,25

Sustituido por verduras

— Esto está horrible, ya ni paticas podemos comprar, voy a llevar cuellitos y me da tristeza porque ahora si comemos una hora es mucho, tengo que cambiar “peroles” por comida, es triste, vine a cambiar un par de zapatos y otros productos, porque yo trabajaba con “Toperwer”, por verdura, para poder comer hoy y mañana, hoy voy a almorzar cuellitos, ayer no almorcé, y cené una arepa y un huevo, se me eriza la piel solamente de pensar –expresó  una señora de mediana edad, con acento extranjero.

A otro puesto del mercado llegó Marina Chaparro, quien dijo que venía de Las Vegas de Táriba.

— No se puede comprar pollo, está muy caro, la última vez, hace como dos meses que compré, el muslo estaba a mil 500 bolívares, está a dos mil, y yo soy diabética, pero lo estoy sustituyendo por verduras, y como carne, pero una vez a la semana, no solamente porque me lo prohibió el médico sino porque tampoco se puede comprar, un kilo de carne vale 3 mil bolívares y más y el vendedor dijo que la próxima semana viene otro aumento de precio.

Otros usuarios consideraron que el aumento “debió hacerse hace mucho tiempo” y señalaron que le deben dar prioridad a alimentos de primera necesidad, como el queso, carne, pastas, arroz, grano, mantequilla, entre otros, “y llamar a los productores para que produzcan”.

Vendedores:

no podemos trabajar a pérdidas

Algunos vendedores de pollo manifestaron que “con el decreto que sacaron ayer no habrá producción, porque si a uno le está llegando el pollo a 2 mil 100 bolívares, el viernes lo compré a 2 mil y siempre que uno compra sube, cómo va a pretender el Gobierno que uno venda el pollo a 850 bolívares, calcule usted, si nos está llegando a 2 mil 100 bolívares a nosotros, lo que está poniendo el Gobierno es un precio inútil porque, imagínese, ya el bulto de comida para pollos vale 15 mil”.

Coincidieron en la necesidad de que el sector oficial vaya a la granja para que vea los precios y los sincere, pues mientras tanto  consideran que “se está engañando a la población”.

No obstante, otros advirtieron que no “es que no se cumplan los precios establecidos en la Gaceta Oficial, sino que ellos (las autoridades) vienen y la hacen cumplir, y nosotros somos los que vamos a perder plata; estamos comprando el pollo a mil 800 bolívares y 2 mil 100, porque hoy hubo un aumento de precio, para vender a 800 bolívares, por Dios, perder mil bolívares por kilo, ya lo que estamos sacando es lo último y chao al amigo, no habrá pollo, porque quién va a vender pollo así”.

Algunos tienen expectativas, por cuanto informaron que esperan realizar mesas de trabajo con las autoridades, para tratar de solucionar los problemas, pues advirtieron que si los obligan a vender a los precios de gaceta, habiendo comprado a 2 mil bolívares el pollo, quebrarán y así –dicen- no habrá pollo para alimentarse.

Eso sí, piden al Gobierno que además de visitar las granjas, les pongan diariamente el pollo en el mercado al precio regulado, con margen de ganancia importante para poder venderle a la población ese pollo barato.

Precios regulados del producto harán que la avicultura siga desapareciendo

Rafael Moreno, productor avícola del estado Táchira.

Los nuevos precios regulados del pollo continuarán haciendo que la avicultura siga desapareciendo, por cuanto “no alcanzan para nada, porque nadie trabaja a pérdida y los productores no pueden trabajar con esos precios, porque es imposible”.

La declaración la hizo el productor avícola, Rafael Moreno, quien considera que lo que está realizando el gobierno a través de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), son “engañosos”.

Dijo que un pollo cuesta a puerta de granja unos mil 800 bolívares, por lo que a su juicio, ese “sí es el precio justo, pero para eso el Gobierno tiene que sincerar los precios a puerta de corral, para que no pierdan ni el granjero, ni ningún otro eslabón de la cadena de producción”.

— Según lo aprobado por el Gobierno, un pollo vivo a puerta de granja cuesta 601 bolívares, y eso es imposible, cuando solamente el pollo bebé cuesta 300 bolívares, luego está la crianza, el alimento, porque se come cuatro kilos de comida en su vida, para sacarlo de 2 kilos 200 a 2 kilos 300, cuando el alimento es bueno, porque de resto, salen con peso de kilo 600 a kilo 800.

Agregó que “un kilo de alimento, y eso de los que el gobierno vende, vale 800 bolívares, y si se le dan cuatro kilos al pollo, según dicen, el alimento balanceado preiniciador de alta eficiencia pasó a costar 120 bolívares el kilo, y si son cuatro kilos, ya tiene por ahí 780 bolívares, sin contar la medicina, entre otros costos, porque si hay que buscar alguna medicina a Colombia, por lo menos un pollo sale costando mil 800 bolívares, y no 600 bolívares como dice el gobierno”.

— Por otra parte, quién va a bajar el bulto de alimento, que lo venden entre 15 y 18 mil bolívares, a los precios que el gobierno da, es imposible criar aves con esos precios, porque el avicultor va a trabajar a pérdida.

En opinión del productor, los precios anunciados por el gobierno son “hechos por personas incapaces, que no saben nada de avicultura, son precios de engaño, porque esa equivocación no es la realidad, la realidad que vive la avicultura es otra”.

— Esperábamos una buena regulación, que sería a puerta de corral como a mil 800 bolívares, por lo menos, eso hubiera sido sincero, por los precios que hay de las cosas, los insumos y las medicinas.

En cuanto a qué propuesta realiza Moreno, manifestó que ya están “cansados de llamar al gobierno para que se reúna con nosotros y hablemos las cosas, como debe  ser, con los que estamos metidos en los galpones; mi granja está desocupada, y qué voy a hacer para allá, ¿llorar de tristeza de pronto?”.

Advirtió que similar situación hay con las gallinas, cuyos precios aún no los han regulado “pero se han elevado muchísimo”.

Marina Sandoval Villamizar