Ramón Guillermo Aveledo: El maestro Gallegos
Que la tumba de don Rómulo Gallegos ha sido profanada es noticia. Su nieta lo informó con imágenes en las redes sociales. El alcalde de Libertador lo negó y aseguró que los restos del gran venezolano permanecían allí. La dudosa reputación del vocero provocó las peores sospechas, del vandalismo a los rituales de brujería. Al final, parece que la verdad es compartida. Los daños en la sepultura son reales, sin que alcanzaran a llevarse los despojos mortales del novelista y presidente. El ministro de la Cultura declaró que la tumba “sufrió actos vandálicos pero no fue profanada”. Lo cierto es que el Cementerio General del Sur, se sabe desde hace mucho, es territorio sin ley donde impera el pillaje. La ciudad de los muertos es tanto o más insegura que la de los vivos, lo cual hablando de Caracas es mucho decir, dada la ubicación de la capital en la estadística negra de las urbes peligrosas.
Sirva el vergonzoso y en absoluto inusual episodio para hacer presente al maestro Gallegos en la memoria colectiva, principalmente a los más jóvenes, víctimas de una sistemática e interesada adulteración de la historia.
El único presidente constitucional caraqueño del siglo XX fue maestro querido, admirado y respetado. Autor de 11 novelas, cuatro libros de cuento y otras tantas piezas teatrales, es considerado entre los más grandes escritores venezolanos y latinoamericanos de todos los tiempos. En su obra brilla Doña Bárbara, clásico de nuestra literatura que plantea en el imponente escenario llanero el conflicto entre civilización y barbarie. En el cine funda Estudios Ávila, la primera empresa cinematográfica nacional, trabaja en producción y es supervisor y coguionista.
El compromiso ciudadano llevó a Gallegos a la política. Primero alejándose de ella, pues fue al exilio cuando el dictador Gómez, impresionado por su novela, lo hizo nombrar senador por Apure en 1931. En tiempos de reforma y apertura, diputado y, brevemente, ministro de Educación. Uno de los fundadores de Acción Democrática. En 1947 primer Presidente de la República electo por voto directo del pueblo, y derrocado por un golpe militar en noviembre de 1948. “Hombres ha habido y no principios, desde el alba de la República hasta nuestros brumosos tiempos: he aquí la causa de nuestros males”, dijo alguna vez. Pero con él creemos que Venezuela es, lo mismo que su llanura inmensa, “toda horizontes como la esperanza, toda caminos como la voluntad”.
Fuente: 22-06-2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario