Venezolanos de la tercera edad en España denuncian que no les están pagando las pensiones
Los jubilados afectados señalan que las embajadas y consulados venezolanos se desentienden de esta situación, además de ser irrespetados por los funcionarios. Piden a la Asamblea Nacional investigue qué está pasando con estos pagos que nunca llegan y que se solidaricen con las personas de la tercera edad que residen en el exterior
Miles de pensionados venezolanos que residen fuera del país sufren una pesadilla que se repite mes tras mes al comprobar que no llegan los pagos de sus mensualidades a las que tienen derecho. Pero es en España donde la situación se agudiza, dado que es el país donde viven más jubilados y donde los organismos diplomáticos de Venezuela les ofrecen respuestas.
Así lo denunció José Miguel Moreno, quien vive desde hace dos años en Madrid, y padece problemas financieros por el incumplimiento del IVSS que no le cancela sus mensualidades. “Conmigo hay otros venezolanos que, por diversas razones, viven en Barcelona, Vigo, Bilbao o Galicia, entre otras ciudades y han denunciado en reiteradas ocasiones ante las respectivas embajadas venezolanas en esos países estas irregularidades”, señala.
Moreno les recuerda a quienes administran estos recursos desde el gobierno en Caracas que el acceso a una pensión “no nace como una iniciativa altruista de este (u otro) gobierno con motivo de arropar a una parte vulnerable de la población, como lo son las personas de la tercera edad, como tampoco es una ayuda, misión o beca que responda a determinada época del año o a determinado color o ideología política”.
En un escrito que ha hecho llegar a los entes diplomáticos venezolanos, Moreno insiste en que obtener una pensión nace de un derecho adquirido por haber trabajado y cotizado durante años, lo que está contemplado en la Constitución venezolana y se gestiona a través del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS). “A pesar de esto los jubilados venezolanos que viven en el exterior se sienten abandonados a su suerte y muchos piensan que es un pase de factura por haber salido del país; un país donde no hay garantías, donde se vive con miedo, con hambre y ya casi sin salud”.
Otro venezolano afectado es Eduardo Páez quien reitera que los adultos mayor venezolanos que residen en el exterior no solo están a la deriva porque no tienen cómo cubrir sus necesidades básicas: alimentación, medicinas, servicios (alquiler, agua, luz, gas, etc.), “sino que también deben lidiar con el irrespeto de que los funcionarios de consulados o embajadas venezolanas, del propio IVSS o gobierno venezolano se desentiendan de ellos, no escuchen sus denuncias y tampoco les faciliten alguna información sobre su delicada situación”.
“Estas personas se sienten desesperadas porque son conscientes de que ya no cuentan con otro medio que les proporcione el dinero necesario para salir adelante. Dicen que ya lo han dado todo, y ahora solo buscan descansar y vivir una vejez con dignidad y tranquilidad, ese derecho ya lo han adquirido pero los encargados de velar porque se respete prefieren mirar una vez más para cualquier otro lado menos para el lado o la realidad de la que son responsables”, explica Moreno quien hace una petición a la Asamblea Nacional para que se solidarice con estos compatriotas y haga lo que esté a su alcance para investigar qué pasa con el pago de estas pensiones que nunca llegan.
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