Fabricio Ojeda: El legado indígena
Antes de la llegada de los europeos, hace más de 500 años, el territorio que hoy conocemos como Venezuela era habitado por numerosas tribus de aborígenes, con diversos idiomas y dialectos, que se extendían por los cuatro puntos cardinales de nuestra inexplorada geografía.
En la zona oriental y centro-norte costera, una pléyade de pueblos autóctonos ocupaba esa franja privilegiada por las montañas y el mar. Eran los araguas, los caguas, caracas, chaigotos, chaimas, characuares, charagotos, coacas, cumanagotos, guamonteyes, guaribes o guarinos, mariches, mayas, meregotos, paracotos, parias, píritus, quiriquires, tacariguas, tagares, tarmas, teques, “tomuzas” y toromaimas, que fueron asimilados paulatinamente por los guerreros y nómadas caribes, que ocuparon el territorio desde el oriente, hasta abarcar parte del actual estado Falcón.
En ese proceso de dominación, los caribes impusieron no solo sus costumbres sino también su lengua, que al mezclarse con las que hablaban los pobladores conquistados, dieron origen a una serie de dialectos conocidos como “caribanos”. Estos se basaban en el caribe como tronco común, pero mantenían palabras y expresiones de cada una de las tribus sometidas.
A lo largo de la historia precolombina, los pueblos originarios fueron fundando asentamientos y poblaciones que sufrieron otra cruenta conquista, la de los españoles, pero aún conservan sus nombres ancestrales. En el estado Vargas, en casi la totalidad de los caseríos, aldeas, pueblos, ciudades y lugares geográficos predominan las denominaciones primigenias: Macuto, Oricao, Chichiriviche, La Guaira, Mamo, Anare, Naiguatá, Maiquetía, Guaracarumbo, Pariata, Tanaguarena, Camurí, son algunos de los más sonoros ejemplos.
En su libro, “Toponimia indígena del estado Vargas”, el escritor varguense Jesús Israel Acevedo Torrealba establece -tras 16 años de investigaciones- no solo el significado de cada uno de estos vocablos, sino además, las razones históricas de este fenómeno lingüístico, que constituye uno de los más grandes tesoros que nos legaron nuestros antepasados.
A propósito del 12 de octubre -y como una contribución para el conocimiento de nuestras raíces y la divulgación de nuestro acervo cultural- publicamos un pequeño resumen de esta importante obra que “consolida el sentido de identificación con nuestros ancestros indígenas, los primigenios pobladores de estas tierras, mucho más paradisíacas en aquellos tiempos idos, que dejaron sus huellas en los petroglifos, pero también en la toponimia local”.
Acevedo afirma que Vargas, como muchos otros lugares de Venezuela, tiene en su geografía “una gran biblioteca indigenista”.
Explica el autor que para entender la toponimia en Vargas, resultan útiles algunas informaciones previas sobre los nombres de los lugares y accidentes geográficos. “En esta materia, parece ser que existen criterios o patrones universales comunes a todas las lenguas para ponerle nombres a los sitios”.
En lo que respecta a los amerindios, señala que era usual que denominaran los lugares por las razones siguientes:
En honor a la planta o animal más abundante en el sitio; homenaje a un distinguido personaje real o de sus mitos; como recordatorio de un acontecimiento importante ocurrido en el lugar o como descripción del territorio.
En la investigación se incluyen los topónimos que, habiendo sido dados por el hombre blanco, se basaron en palabras indígenas, de forma directa o derivada.
“En este sentido, recordemos que el conquistador, cuando actuó como fundador de ciudades, por lo general respetó el nombre indígena del lugar, invocando el del patrono del santoral al cual se dedicaba el sitio y anexándole el nombre autóctono ancestral. Así nacieron ciudades como Santiago de León de Caracas, Nuestra Señora de la Concepción de El Tocuyo, San Antonio de Capayacuar, Santa Ana de Coro, Nuestra Señora de Caraballeda.
Como podemos ver en los ejemplos citados, en la designación de las ciudades casi siempre prevaleció la denominación indígena por encima de la invocación católica. Esto ocurrió porque la mayoría de las ciudades fueron fundadas sobre poblados y caseríos indígenas ya existentes y la población autóctona siguió refiriéndose a ellos con su nombre ancestral.
En el caso particular del estado Vargas, de manera realmente asombrosa, lo cual dice mucho del amor de los indígenas por estas tierras, todas las ciudades, los caseríos y los sitios más importantes mantuvieron sus nombres indígenas originales, desplazando las denominaciones e invocaciones castellanas al olvido casi total.
¿Por qué ocurrió esto? Recordemos que las mujeres indias les dieron descendientes a los españoles, que ellas fueron quienes quedaron en las ciudades criando a sus hijos mestizos, mientras los hombres iban a las guerras, a la persecución de los nativos y a la conquista de otras tierras. Ellas se hicieron cargo de mantener ardiendo por muchos años los rescoldos de sus idiomas en sus hijos y les acostumbraron a llamar a los sitios por sus nombres indígenas originales… a ellas se debe este fenómeno producto del amor por la Patria chica, en Vargas y en otras partes del país.
Lo que realmente asombra más es que esta permanencia de los topónimos ocurra en una región que por su condición de puerto, fue, es y seguirá siendo un área muy influida. Resulta obvio el regionalismo inicial de los mestizos descendientes de los ancestros aborígenes locales. Y mucho más interesante es observar que en el caso particular de Vargas, el sentido de identidad regional no es reciente, no es un fenómeno actual con fines de autonomía política; más bien es una herencia en la idiosincrasia de la población mestiza asentada aquí, que ha prevalecido como sustrato cultural asimilable naturalmente por quienes hacen vida aquí viniendo de otras regiones”.
En su obra, Acevedo Torrealba recopila más de un centenar de indigenismos empleados en Vargas para designar ciudades, pueblos, sitios, bahías, ensenadas, ríos, quebradas, puntas y cerros. El autor aclara que, naturalmente, no se ha agotado esta recolección, por lo cual quedan abiertas muchas posibilidades.
Fuente: 22-10-2018
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