Prisión económica
Bajo el gobierno del presidente Maduro no sólo existe la prisión de los opositores políticos. También existe una prisión mucho más grande que paraliza la acción productiva de todos los venezolanos: la prisión económica. El control de cambio, el control de precio y la inyección de dinero inorgánico han paralizado el intercambio comercial entre los ciudadanos en Venezuela y se han convertido en una prisión cambiaria y de precios para 30 millones de ciudadanos que viven ahora como prisioneros, en lugar de depender de su trabajo y de su creatividad, ahora esperan la bandeja de los CLAPs, y los periódicos cuentan los barcos que llegan a puerto con las toneladas de alimentos que van a ser repartidas en los CLAPs y ven a los generales que importan esos barcos como héroes de guerra.
Con la prohibición de comprar y vender divisas impuestas por el gobierno entre los ciudadanos, dejando que solo unos militares hagan compras de alimentos internacionales a Bs. 10/USD para 30 millones de habitantes, mientras el Dicom está a Bs. 680/USD y el paralelo lo supera 800 veces, y colocando precios máximos cuando el gobierno emite dinero inorgánico como papelillo de piñata, expropiando y además culpando al sector privado de saboteo económico, y reduciendo la producción petrolera y de las empresas del Estado, el gobierno del presidente Maduro llevó a la prisión económica y a la pobreza a todo el país.
Un país no es más que la suma de iniciativas productivas de sus ciudadanos. Unos que producen en el campo, otros que manufacturan materias primas y productos terminados, unos que son profesionales y obreros que laboran en las empresas que los emprendedores establecen con sus ahorros o el ahorro de otros inversionistas, otros que se dedican a la medicina, la publicidad, todos se nutren de investigación científica y los estudiantes que vienen en la retaguardia para seguir colaborando con una economía creciente. Ese proceso en Venezuela lo interrumpió el control de cambio y de precios junto a la inyección de dinero inorgánico y las expropiaciones.
El gobierno de Maduro inyectó dinero inorgánico para crear poder adquisitivo sin producir y tratar de engañar al electorado de que el problema de los bajos sueldos en Venezuela es culpa del sector privado, cuando es lo contrario. Luego se expropiaron algunas empresas y se repartieron entre algunas personas para hacerse mas indispensable en la economía y lograr más votos; a esto el gobierno siguió aumentando la liquidez inorgánica para financiar los déficit en las empresas que controla, y para evitar los brotes inflacionarios colocó control de precios y culpa a los empresarios. Para evitar fuga de capitales colocó el control de cambio, y esto aumentó la corrupción. Endeuda a Pdvsa y baja la producción de petróleo. Los ciudadanos se dedicaron a la es- peculación cambiaria y al bachaqueo, y no a producir. El gobierno sigue culpando al sector privado por la escasez y sólo permite importación a un grupito selecto de personas, crea las bandejas CLAPs para alimentar a los ingenuos, evita elecciones para evitar cambiar el modelo económico prisionero. Entrega el negoción de las importaciones a Bs. 10/USD a los que apoyan al gobierno a enfrentar la creciente oposición ciudadana. El gobierno cuando se ve enfrentando en las calles a millones de venezolanos que no pueden sobrevivir porque no pueden trabajar, llama al diálogo y en el mismo busca diluir su responsabilidad en la crisis económica.
Un gobierno menos cruel permitiría el libre intercambio de trabajo, productos y divisas en el territorio nacional y combatiría la corrupción en las empresas del Estado publicando los estados financieros auditados en cada una de ellas y contratando personal gerencial idóneo a través de firmas de reclutamiento. También tuviera una contraloría fuerte para detectar todas las desviaciones de dinero y el costo de las obras. Un gobierno que aspire que sus ciudadanos compitan en la economía mundial respetaría la inversión privada, el crecimiento del mercado de valores. Por ahora los venezolanos se ven enfrentados a un gobierno que busca gobernar sobre sus cenizas. Venezuela debe buscar el camino para liberar no sólo a sus presos políticos sino también a los 30 millones que son prisioneros económicos.
@alejandroJsucre
@alejandroJsucre
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