En peligro la vida de los 111 enfermos del siquiátrico de Peribeca por desnutrición
Mientras directivos del Instituto de Rehabilitación Psiquiátrica (IRP) Dr. Raúl Castillo, de Peribeca, Capacho Nuevo, están pidiendo al Ministerio de Salud la reubicación de alrededor de 100 pacientes que presentan diferentes cuadros de desnutrición, para evitar que fallezcan, los trabajadores le piden a la directiva del ente, una empresa privada, que con la supuesta venta que hicieron de terrenos que circundan el hospital, les paguen las cinco quincenas que les adeudan, dos años de vacaciones vencidas, fideicomiso y contrato colectivo. “¿Qué están esperando?, ¿Que todo le donen?” –se preguntaron-.
Y es que la situación de ese centro es tan dramática, que el personal integrado por 50 personas realizó ayer una protesta que bautizaron “agonía”, porque dicen que están igual que los enfermos, a quienes tienen que ver “en su último suspiro”.
De acuerdo con las autoridades, de enero de 2016 hasta ahora, han fallecido 36 pacientes, la mayoría por desnutrición; en lo que va de este año han fallecido 16, entre viernes y sábado falleció uno, el domingo otro y el fin de semana hubo otro deceso.
Directora: sin recursos, alimentos y medicinas
Ramona Marina Sánchez Serrano, directora general del psiquiátrico, narró que el problema de los recursos económicos lo viven desde hace seis años, aunque se acentuó el último, “por el Ministerio de Salud, del cual en lo que va del mes hemos recibido una parte correspondiente a enero y febrero, sin el complemento, por lo que se hizo imposible prestar el servicio a cabalidad; hemos acudido a todos los organismos del estado y no ha habido respuesta de ninguna parte, y decidimos cerrar la institución”.
Explicó que están entregando “los pacientes a los familiares. No es como se dice, que los estamos echando a la calle, pero tenemos el problema de los casos sociales, que son el mayor número de pacientes, que no tienen familiares, no tienen a nadie en este mundo, y por eso le pedimos a los presidentes de las corporaciones de Salud de Táchira y Mérida, que se apersonen a reubicar a los que son pacientes de sus estados, porque nosotros aquí no podemos prestarles ninguna atención, es muy dramático lo que estamos viviendo”.
Sánchez indicó que “hay un grupo que se ha ido muriendo debido a que a las patologías psiquiátricas les aparecen patologías médicas graves que, junto con la desnutrición, aceleran la muerte del paciente; porque no vamos a negar que hay desnutrición, no tenemos con qué comprar medicamentos, con qué adquirir productos alimenticios, no hay recursos con qué funcionar la institución, por eso hemos decidido cerrarla”.
Manifestó que les quedan 111 pacientes, a quienes alimentan a base de donaciones de organismos como Mercal y Cuartel Bolívar, entre otros, pero son muy “poquitos”. La medicina no se consigue, pueden decir que en Cúcuta se consigue, pero con qué dinero la compramos, si se consiguiera, no hay con qué adquirirla.
“Estamos en la peor crisis” –dijo- e indicó que por eso cuando el paciente se pone agresivo los mantienen aislados y para los casos de escabiosis, preparan remedios caseros-.
Agregó que desde hace dos años, cuando tenían 296 pacientes, no reciben enfermos y que estarán en cierre técnico hasta que no quede ninguno.
“Ahora tenemos 111, muchos han muerto y la mayoría se los han llevado los familiares”, dijo.
Informó que el costo de cama paciente por día es de 38 mil bolívares, para darles la atención integral, y el ministerio aporta mil 800 bolívares, lo cual no alcanza ni para una harina Pan.
El doctor: desnutrición severa
El doctor Félix Velasco, coordinador de Servicios Médicos del psiquiátrico de Peribeca, narró cómo por “la cantidad necesaria de alimentos para mantenerles su dieta diaria, se ha venido deteriorando la calidad de vida de los pacientes”.
Señaló que hace tres meses hicieron un estudio con la Fiscalía y Derechos Humanos, y se demostró que el 95 por ciento “estaba en una data de desnutrición severa, tenemos pacientes que han perdido entre 30 y 40 kilos aproximadamente del peso que mantenían, y esto va a acentuar su problemática psiquiátrica, tanto así que se pelean hasta por un pedazo de pan”.
Señaló que nada hacen con hacer órdenes médicas para una dieta equilibrada cuando no tienen alimentos, antibióticos, soluciones, gasa, por lo que piden a los familiares de los pacientes que se los lleven.
Sobre los fallecimientos, indicó que “es increíble, ustedes vieran las imágenes de los pacientes que han fallecido, estamos hablado de desnutrición severa, que yo nunca había visto un paciente en ese tipo de situación. Queremos dar a entender que estos pacientes están muriendo de hambre, estoy hablando que de los pacientes que quedan en el instituto, que son un poquito más de cien, el 95 por ciento tiene desnutrición”.
— Es decir, ¿están condenados a morir?
— Si alguien no mete la mano por este instituto, estos pacientes definitivamente van a morir de hambre. Hay comida, pero la ración es insuficiente, pedimos a los organismos competentes que trasladen esos casos sociales que tenemos cuanto antes a un centro donde les puedan brindar la atención, la mayoría muere edematizado o caquético –pacientes que ya no tienen tejidos sino en el puro hueso-.
Trabajadores: estamos agonizando
Por su parte, Yamile Caballero, secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores de la Salud Mental (Sutrasmen), manifestó que su protesta de ayer la denominaron agonía, porque están “agonizando, ya estamos en las últimas, ver el siquiátrico así es como ver la agonía que están padeciendo, nosotros estamos igual porque no nos pagan”.
— Estamos indignados porque la directiva, siendo privada, porque nosotros no pertenecemos al gobierno, ni siquiera nos ha pagado las últimas cinco quincenas, hemos sabido que ellos han venido estos terrenos, que eran de ellos, y no nos han pagado, es decir, están esperando que todo le donen.
Agradecieron a los benefactores que hacen donativos de comida, pero indicó que al personal nadie le da, y “tenemos niños y no tenemos para comer, hay personas que no han podido venir porque no tienen para el pasaje, aquí hay días enteros que no hay enfermeras, cuatro renunciaron y no fueron reemplazadas, los pacientes a veces no tienen enfermeros en la noche o en el día, y allá agonizando, eso nos duele porque somos los que estamos adentro, los que los vemos, los palpamos y estamos con ellos cuando dan el último respiro”.
De allí que proponen que la directiva les “pague, porque esto es privado, que busquen la plata o de los terrenos que han vendido que nos paguen y también proponemos que el Ministerio de Salud nos absorba en la nómina. El doctor Freddy Prato nos comunicó que estaban dispuestos a absorbernos, pero la directiva dijo que no, porque ellos tenían un contrato con pacientes y nosotros, entonces porque no se sentaron en mesa para que nos hubieran absorbido, esto es indignante, no es justo, queremos que se haga justicia”.
Finalmente, tras manifestar estar dispuestos a continuar cuidando esos pacientes en cualquier otro lugar que lo designe el Ministerio de Salud, advirtieron sobre la salida de los pacientes con esas patologías, con sus familiares, “porque se van a ver pacientes en la calle, indigentes de alta peligrosidad, una sociedad sumada a todo esto sería un caos, tenemos fe que el Ministerio y Corposalud nos van a escuchar y a hacer justicia”.
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