Paro, capos, incertidumbre y Tun Tún
El gobierno quemó sus naves de negociación hacia elecciones generales y morirá aferrado al 30-J
Luego de la consulta del 16-J, los acontecimientos políticos de esta semana han fluido tan vertiginosamente que dejan la impresión de haber ocurrido mucho antes. Las 7.535.259 almas que ratificaron su voluntad para enderezar los entuertos del país han tambaleado a un régimen cada vez más aislado internacionalmente y con todas las naves de negociación quemadas jugando su última ficha en esa ANC que pretenden elegir, de manera desesperada, el 30 de julio.
La paliza recibida por el gobierno el pasado domingo equivale a lo que hubiese sido el triunfo del Referéndum Revocatorio cuando el CNE le negó al país aquella consulta. Lucena lo sabía y por eso “secuestró el R.R.”, se lo robó a la torera, al igual que el del resto de comicios que ya hubiesen mostrado en cifras contundentes la inferioridad política del oficialismo. El chavismo ya no es capaz de mantenerse en el poder en base a votos “legales”, esos universales, directos y secretos que garantiza la constitución de 1999 y por ello se aferran, improvisando fechas y cambiando las reglas del juego democrático, a la baraja chimba de la ANC.
El paro de ayer tuvo una especie de “ensayo general” el pasado martes con grupos anárquicos que desbordaron a la dirigencia política opositora e impusieron los “trancazos” que no estaban en la agenda de la MUD (y que sembraron preocupación por esas clases de “dibujo libre” que expresan algunos radicales, lamentable y peligrosamente cercanos a la violencia, o con ella en hechos aislados.) La Unidad está obligada en estos momentos a blindarse contra vacíos de liderazgo que permitan un “desbordamiento de la calle”, un error pueril imperdonable luego de tantos aciertos recientes.
Para radicalismo y errores mejor voltear hacia la izquierda: Maduro, El Aissami, Padrino López y Diosdi; con el desfile de pronunciamientos que manifestaron vehemencia suicida una vez más. Los éxitos de la oposición y el respaldo internacional a los resultados del 16-J los tienen locos. En vez de “bajarle dos” al rollo constituyente le suben cuatro: convocan e instalan al Comité de Defensa de la Nación para “proteger al país de las injerencias del imperialismo” y advierten, palabras de Cabello, que “una vez que se instale la ANC se acabará la institucionalidad” porque disolverán todos los poderes constituidos de manera democrática.
Desde Washington, Almagro puso las cosas en perspectiva ante el atento escrutinio del senado USA: el totalitarismo venezolano está siendo sostenido por la corrupción y los grupos militares o paramilitares que apoyan al gobierno, cuyos atropellos volvió a denunciar. Responsabilizó “a los que reprimen por graves violaciones a los derechos humanos” y recordó la presencia de 15 mil cubanos traídos por el régimen. También le guardó una flor a Tibisay por la genuflexión del Poder Electoral, siempre de rodillas ante el Ejecutivo.
Marco Rubio le entró directo a los soles de Diosdi: “es el Pablo Escobar de Venezuela”, el capo mayor del narcogobierno. El fantasma de los sobrinos Flores también flotaba en el aire del discurso y por supuesto también las inexplicables fortunas amasadas por altos jerarcas del régimen. “La comunidad internacional, culminó Almagro, debe mantener la presión externa para demostrarle a Nicolás Maduro y a su entorno que ninguno de sus actos irregulares alcanzará impunidad.”
Los nuevos magistrados del Tribunal Supremo serán designados hoy por la Asamblea. Nadie sabe todavía cómo sustituirán a los “chimbos designados vía express”, ni desde dónde despacharán. Quizás el próximo campo de batalla sea por los lados de la Baralt para “ocupar el TSJ”. Allí queda esa noticia, acompañada –como casi siempre- por las amenazas del régimen. Diosdado ya ordenó la “Operación Tun Tún” contra las autoridades legítimas que se juramenten hoy. Veamos qué significa y cómo la implementa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario