Fabricación de sombreros de cogollo es fuente de sustento para artesanos contemporáneos
Marisel Marcano asegura que se puede sostener a una familia y al mismo tiempo rescatar los valores culturales tradicionales de la región. Desde muy pequeña tuvo influencia de expertas en la materia como Ana Teresa Salazar.
Sabrina Salazar
Asegura que esta labor la ayuda a generar el sustento para su familia. / Foto: JHONNATAN BENITEZ | @jhonnaphoto
SOL DE MARGARITA, 27 Ago, 2017 | En la actualidad artesanos de corta o larga trayectoria aseguran que la realización de un buen trabajo tiene resultados productivos y positivos que, además de beneficiarlos económicamente, contribuyen a mantener vigenteS las tradiciones margariteñas, tal como lo es la fabricación de sombreros de cogollo.
En tal sentido las expresiones tradicionales de la cultura neoespartana, a pesar de no ocupar hoy grandes espacios, tienen una buena proyección en los focos donde se expone, más aún cuando recientemente se gestó en la isla de Margarita el movimiento emprendedor, donde cada uno de los participantes busca, a través de manifestaciones modernas, conservar y difundir la esencia insular en todos sus matices.
A esto se le une las iniciativas de diferentes instituciones locales cuyo objetivo es informar a los neoespartanos sobre la significación e importancia de proyectos culturales que forman parte de la actividad económica de la entidad y a su vez vincularlos con la misma, de modo que las nuevas generaciones se interesen y formen parte de una nueva camada de artesanos.
Ejemplo
Son pocos los exponentes del arte de la fabricación de sombreros que se mantienen visibles en la isla de Margarita, sin embargo, Marisel Marcano continúa abriéndose camino en esta actividad con un trabajo impecable y de altísima calidad.
Marcano, natural de Porlamar y residenciada en el sector El Espinal, municipio Díaz, desde muy joven, supo apenas a los seis años de edad que quería dedicarse a las manualidades cuando Ana Teresa Salazar, experta en el área, la indujo a bordar, tejer y coser.
Durante sus años de adolescencia, ya establecida en El Espinal, Marisel observaba a sus vecinas, mucho mayores que ella, que con destreza manejaban el cogollo y la producción de sombreros.
Gregoria Salazar y Juana Velásquez, por nombrar solo algunas, sin saberlo fueron la razón para que Marcano continuara la tradición aun 30 años después.
La primera pava la realizó con valentía y por iniciativa propia. El temor por el juicio que estas veteranas le darían a su arte se disipó luego que la felicitaran por tan buen trabajo realizado.
Esta experiencia sirvió para que Marisel siguiera puliendo su talento y consiguiera ser una de las mejores hacedoras de sombreros de la entidad.
Desempeño
La constancia de Marcano en su labor la ha llevado a distintos escenarios.
Uno de los más significativos fue la Filven, donde a su puesto de trabajo se acercó Teresa Salazar, quien representó en su momento una especie de ángel para Marisel, quien sólo contaba con una pequeña y antigua máquina de coser para armar sus sombreros.
Teresa, atraída por la labor con el cogollo, le ofreció a Marcano una máquina industrial a un buen precio para que su trabajo despegara y se posicionara en otro nivel.
La proposición le quitó el sueño a Marisel, quien al día siguiente, bien temprano, se acercó a la vivienda de Teresa para concretar el trato y desde entonces bautizó su marca como creaciones Maritere.
Productividad
Esta emprendedora insular asegura que la actividad que realiza desde hace más de tres décadas le proporciona las ganancias suficientes para sostener a sus tres hijos; Darwin José, Carlos Miguel y Juan Miguel.
Resaltó que es importante que la juventud sepa que, a pesar de que esta actividad tuvo sus inicios desde hace muchos años, y que los que la mantienen son personas mayores, aún resulta una forma viable de generar ingresos y a su vez de promover, preservar y exaltar la cultura neoespartana.
Ayudantes
El trabajo de Marisel habla por sí solo. Cada detalle, colores y manejo de tendencias modernas sugieren que esta artesana trabaja sobre la marcha para el público insular que busca productos tradicionales y de buena calidad. Pero para llevar a cabo sus creaciones cuenta con el apoyo de personas que le proporcionan el cogollo o apoyan el proceso de creación: Joaquín Velásquez, Masimina Velásquez, Edilia Marcano, y Fany Velásquez son algunos de ellos.
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