Venezuela: 1958 - 2018
Este es un año para mi persona, marcante en lo individual y en lo colectivo en lo que significa para Venezuela no sólo por la simbología de las fechas a recordar, en este año que recién se inicia. Por una parte, en lo personal será la celebración de mi nacimiento ya son seis décadas, de ciclo vital, doy gracias al Señor, por darme la vida a través de mis queridos padres, que más que nunca los recuerdo con amor y veneración. Por otro lado, mi padre cumplirá 60 años de graduado de médico en la Universidad de Zaragoza, ciudad en la que vive 8 años, de su vida en la década de los 50, debido al exilio que es obligado por la autocracia pérezjimenista. También, será el año y mes de la aureola, de la democracia venezolana el próximo 23 de enero, al cual dedicaré un artículo dirigido a los jóvenes fundamentalmente para que conozcan su glorioso pasado. Y como diría nuestro inolvidable Mario Briceño Iragorry “…Función de la Historia es mantener viva la memoria de los valores que sirven de vértebra al edificio social por lo cual es crucial que nuestro pasado ni se sepulte ni se descalifique…”
También será un año lleno de otra efemérides que debemos recordar además, del 23 de enero, por una parte, los 50 años de la victoria de Rafael Caldera, en diciembre de 1968, bajo la consigna del cambio va; primera vez que un partido de oposición gana unas elecciones presidenciales, en forma pacífica, constitucional y electoral, con una diferencia de 29.5000, que puso a prueba la estabilidad y fortaleza del experimento democrático, durante esa semana del 3 de diciembre en 1969, iniciado a penas 10 años atrás, sino ubicamos en ese tiempo. Será también importante recordar y para analizar, una de las piezas de ingeniería política más importantes del país; el acuerdo político más importantes de la historia del país, el Pacto de Punto Fijo, el próximo octubre del 2018, los 60 años de su firma por tres grandes y gigantes, venezolanos de cualquier época: Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba entre otros, el cual fue apoyado por la sociedad política y civil de aquél entonces. El cual no sólo académicos sino el público en general, debe estudiarlo, analizarlo y observar su legado.
En ese orden de ideas, en lo que me toca como profesional de ciencias políticas, como politólogo; los 50 años de la conformación de la comisión por instrucciones del Consejo de Facultad de la antigua Facultad de Derecho de la UCV y redacción del Informe final de creación de la Escuela de Estudios Políticos, por su padres fundadores en 1969, encabezados por ese gran maestro que fue y es, Manuel García-Pelayo, patrimonio común de españoles y venezolanos, también los 45 años de fundación de la escuela de Estudios Políticos de la UCV, la escuela madre de todas las escuelas de su género en Venezuela y los 40 años de egreso de la primera promoción en marzo de 1978, con brillantes profesionales que se han distinguido en los campos docentes, de investigación, consultoría y ejercicio público y en lo personal, los 40 años de ingreso a mi alma mater la UCV, en marzo de 1978 y los 35 años de egreso de mi promoción en 1983. Fechas que debemos rememorar no con nostalgia, sino que sirvan para hacer un balance que abarque las dimensiones académicas y políticas, en los aportes de la ciencia política contemporánea al desarrollo de Venezuela.
También por otra parte, están los 35 años de la realización del Congreso de Pensamiento Político Latinoamericano evento académico de inigualable calidad jamás vuelto a realizar en Venezuela y dudo mucho que por un tiempo se pueda organizar un evento de esa magnitud, primero por la calidad del temario y los ponentes que asistieron.
También está la realización del Seminario de alto nivel organizado por el Instituto de Estudios Políticos, de la UCV, sobre la Agenda de la Política Exterior de Venezuela, a finales de enero de 1983, que contó con dirección de Juan Carlos Rey, y el aporte de Humberto Njaim en la culminación posterior del libro. Además del trabajo de Eva Josko de Guerón y el profesor Carlos Romero, en la tarea de estructurar y poner a punto los diferentes materiales, para editarlos en forma de libro, que contribuyó al debate político y a la vez, estímulo el análisis académico.
En un plano más lúdico, del entretenimiento, desde el punto de vista musical la irrupción de la música disco, que copo las discotecas y las radios de finales de los setenta e inicios de los ochenta, sobre todo con la hegemonía que tendrá un grupo británico (para variar) Los Bee Gees; dominarán las listas de la Revista Billboard, Melody Maker y Cash Box, en esos años; amén de otros grandes grupos que coparan la música que los jóvenes de aquel tiempo oiremos.
En efecto, en 1978, 19 fueron las canciones que alcanzaron la máxima posición en 52 semanas, excluyendo a "How Deep Is Your Love" de Bee Gees, (porque se posicionó el año pasado), la canción "Night Fever" de Bee Gees, que estuvo 8 semanas en el número uno y fue el sencillo con más semanas en ese año. El sencillo del año fue "Shadow Dancing" de Andy Gibb.
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