Pedro R. García: La transición del poder de Cuba y su heredad
Una Acotación necesaria…
La derecha nació buscando la verdad y termino usando la mentira como herramienta fundamental. La izquierda lo hizo buscando la libertad y ha terminado liquidando las mismas. Pareciera ser una afirmación apodíctica la de ese apóstol del post-socialismo-estalinista, “Isaac Deutscher al señalar, que la lucha final, conforme a la dialéctica marxista, sería entre los comunistas y ex-comunistas”, tal precepto, formulado a principios de la década de los sesenta, ya se ha cumplido en la antigua URSS. Con unas Fuerzas Armadas en ese momento de carácter comunista estalinista, el poder despótico que detentaron, como por (arte de el birlibirloque), con algunas variantes permaneció bajo dominio del poderoso aparato de seguridad, la KGB-fuerzas armadas, afirmado en la yamada “mafia rusa”, a través de un en-extremo festivo antiguo secretario general del partido comunista de Moscú, Boris Yelsin, pero el control lo conservó el aparato de seguridad y espionaje, cuyo principal mentor era en ese momento el joven Putín, que se subordino a la dirección de Yelsin, pero en realidad era la indudable,”eminencia gris del régimen” mientras en el otro el vodka hacía estragos. De allí que los “rusos blancos” (como la eterna posición Dixit-Miami) y su fans en el país, la desprevevenida clase media) los primeros que se pretendían herederos del zarismo, que repitieron durante décadas hasta el cansancio en las capitales europeas en los Estados Unidos y el Canadá, a donde los arrojó la diáspora que “faltaba poco para que desplomara el comunismo en las Rusias”. Este pronóstico se cumplió, pero ellos no tornaron al poder. Una nueva casta serian lo garantes, con sugestivo nuevo ropaje, la similar trazado de poder zarista que asumió Stalin y los que le sucedieron, pero esta vez bajo el “paraguas democrático”, y que en un esfuerzo inteligente, permitió a Putín, apropiarse del poder real, con su sagacidad, y serpenteando en el marco de la constitución, posibilito que su mano derecha asumiera la candidatura presidencial, que luego en funciones lo designara Primer Ministro, para así seguir alimentando el control. En China con sus variantes: el viejo Deng Siao Ping, comunista fundador, se convirtió en ex-comunista. Por supuesto, apelando a su inteligencia, no vio la necesidad de actuar como los necios de cambiarle el nombre al Partido, que es lo que hacen los imbéciles atávicos. Sencillamente se dedicó a transformarlo interiormente. Al pueblo chino en principio le costo digerir este transito, mostrando mayor comprensión que intelectuales como el mexicano Castañeda prodigo critico en diarios, así como los yamados escritores cubanos en el exilio, los rusos, peruanos, españoles, se alarmaron cuando el zamarro viejo dijo “no me importa que el gato sea negro o blanco, lo que importa es que cace ratones.”, no solo lo estaba señalando en términos económicos, sino en términos filosóficos, políticos, sociales. Que mas allá de la importancia de que se yamase Partido Comunista, lo nodal era que ese Partido, el de la independencia y de la liberación, formulase desde su propio seno políticas de transformación radical, con pasos lentos pero firmes. Con ello logró que Gran Bretaña y Portugal le devolvieran las colonias que conservaban en territorio chino, sin disparar un perdigón, en negociaciones discretas. Reformó la Constitución e instituyo la propiedad privada y los derechos de herencia de sus beneficiarios familiares. Reformó los Estatutos del Partido Comunista que permiten que la burguesía sea militante del mismo y tener representación orgánica en el Buró Político y que cristianos formen parte de él. Que carajo le importaba que el partido se yamara comunista, lo importante es que trasformara a la sociedad, eso ha sido olvidado por los memoria corta que proliferan en los cuadros polٕíticos en el país, a los Jean Paúl Sartre yamaba el “estar condenados a ser libres” complementado por las formulaciones de Albert Camus de “reconocer al otro”. En esa perspectiva actuó el viejo Deng e inteligentemente los británicos, como la intransigente Thaecher lo captaron, seguidos por los portugueses. Mientras nosotros en el país seguimos sumidos en una adolescencia intelectual perpetua, presa de opiniones esparcidas en medios de comunicación, tejidas en un encadenamiento de ideas sugestivas y aferentes, pero vacías de contenido, no han entendido ese nuevo leguaje que surgió de la cinematografía francesa, la “novelle vague” que ha tenido expresión, más allá de esos confinamientos, en el cine independiente norteamericano. Pero el chino si lo descifro y trazó las estrategias y tácticas adecuadas. Que ha permitido que su país experimentara un crecimiento del 10% anual, cuyas reservas monetarias en un 25% están invertidas en más del 55% de deuda pública norteamericana, en un período de 20 años, han logrado movilizar socialmente hacia la clase media a 250 millones de hasta ayer militantes de los sectores más débiles y permitido que 10.000 millones de nuevos burgueses con proyección a aumentar, posean hoy más de 100 millones de dólares de enriquecimiento. Descomunal logro que los Estados Unidos no alcanzó en ninguna de sus etapas. El mismo camino, pero con mayor modestia, lo está recorriendo Vietnam. ¿Que hicieron los que se liberaron del yugo soviético en Europa, particularmente los que internamente en ese arcaico sistema tenían las mayores posibilidades de convertirse en potencias industriales, como Checolovaquia o Georgia? Recorrieron el camino contrario, se impregnaron con conceptos políticos de la yamada “tolerancia” que implica que el yo poderoso tolere al más débil, contrario al aceptarlo como igual en la diferencia, agregándole eso que aquí y en muchas partes se repite como loro: el talante.
El Epifanio caso Cuba..
Evidentemente, el caso de Cuba en lo económico no es el mismo, desde el yamado “período especial”, surgido tras la caída de la Unión Soviética, que permitió que desde el ministerio del interior se crearan empresas en el extranjero de diverso contenido que permitió que Cuba, oficialmente mantenga unas reservas de 30.000 millones de dólares, detectado por la administración norteamericana en Bancos Suizos a los que impuso multas, pero que permite que tengan la facilidad de hacer uso de estas reservas, esparcidos en paraísos fiscales cuyas ganancias le facilitaran a los factores militares conformar la poderosa nueva burguesía cubana una vez agotado el régimen. Recordemos el proceso al general Arnaldo Ochoa, la fachada de su juicio por narcotráfico tenía como fondo los ingentes recursos de que ese sector militar se había apropiado a raíz de sus incursiones militares en África, por venta de oro y otros metales, piedras preciosas, marfil, que se habían vendido en el exterior sin que ingresaran al fisco o al aparato cubano. Y pese a que entregaron las cuentas y demás informaciones, para evitar su poderío, superior al de Raúl, lo fusilaron. Para asegurarse de este proceso de transición y evitar que como en Rusia los factores de la seguridad se hicieran del poder una vez caído el régimen, igualmente antes habían logrado la unión en matrimonio de el poderoso Manuel Piñeiro con la socialcristiana radical chilena procedente del tronco de la izquierda dirigida por Radomiro Tomic y alumna predilecta del filósofo marxista francés Louis Althusser, especialista en formulación de manuales y muy diestra en labores de inteligencia política, por cierto fallecido en un no esclarecido accidente de tránsito un país dónde los vehículos se pueden contar con los dedos de las manos. La misma que permitió el defenestramiento del vicepresidente Carlos Lage y del antiguo secretario privado de Fidel y luego ministro de relaciones exteriores, por haber estado conspirando presuntamente con Chávez para el aseguramiento de la preeminencia de éste una vez desaparecido Fidel. Ahora, con estos esquemas, está asegurada la primacía del sector militar cubano en el control del poder luego del quiebre. Por esa razón, los familiares de éstos militares han venido recibiendo en diferentes países el adiestramiento y la capacitación para el manejo gerencial de los negocios corporativos y comerciales del futuro. Ninguno de los intelectuales de rabioso antifidelismo ha puesto al descubierto las incontables empresas esparcidas en el mundo controladas de manera altamente confidencial por el Ministerio del Interior cubano, como política derivada de las medidas del yamado período especial, y potenciadas sine díe con en cuantioso manejos de negocios internacionales de intermediación en acuerdos permisivos con el gobierno venezolano. Si no enfocan ese aspecto de carácter económico concreto el diagnostico de lo que habrá de venir será insuficiente. Algo similar le pasó aun venezolano, “anarcoide” vestido de trotskista, que se fue a Europa a preparar la caída del imperio soviético y como no entendió para nada el problema del poder, terminó justificando su cortedad en el análisis de que la revolución era imposible porque “la clase obrera rusa no estaba preparada para hacer esa radical transformación”, devenido después en peón del ajedrez de una propuesta de corte anacrónico-elitesca regional con la que los aterrados partidos del status pretendieron frenar el arrollador avance de el mestizo. Ya desde el año 98 se venían ventilando en sectores de la prensa independiente y analistas del pentágono que altos mandos militares cubanos se venían reuniendo con los altos mandos militares estadounidenses. Incluso, algunos de esa marea de agua dulce que en el argot popular, decían que eso era imposible. Luego de que Raúl Castro, en una aporía de manera sincera dijera que como militar él prefería que la base de Guantánamo continuara administrada por los militares norteamericanos, pero que como político exigía la devolución inmediata de la misma, ya que desde hacia mucho tiempo se venían reuniendo ambos ejércitos y esto le permitía afirmar que por parte del sector militar y de los granjeros gringos no había problemas para la normalización de las relaciones entre ambos estados, pero que las trabas estaban en el nivel del entramado político de Washington. Son los mismos autores del documento aquel sobre las clases medias que le elaboraron al presidente Chávez en el 2002, en la que lo advertían de que con esos estentóreos radicalismos le estaba entregando la clase media que no era reaccionaria a la cerril vieja elite. Igualmente expresaban a titulo de comentario que en la Isla se veía Directv y que clandestinamente los cubanos pagaban 5 pesos mensuales para la habilitación de la tarjeta. Pues bien, este mercado negro era y es controlado por la claque del gobierno, además de cualquier otro. De allí la presunción que por allí hay conversaciones y compromisos según los cuales de resignar el chavismo la conducción del gobierno en Venezuela, los cambios serán cosméticos y la mayoría de los acuerdos con Cuba seguirán intactos y esto tiene apoyo del Departamento de Estado y del Pentágono, que sabe que no es tan simple el problema cubano como pretenden los hijastros de el mayamerismo, los nietos del gomecismo; o de la destejida derecha nuestra, incluso muchos de los cubanos que están actualmente en los Estados Unidos regresarían ya hay conversaciones por esa vía, así como intentos develados haciendo aproximaciones ponerse de acuerdo con la nueva burguesía cubana nacida desde las propias entrañas del régimen, si había algunas dudas quedaron despejadas en la celebración pasada reunión de el CELAC en la Habana, y la decisión de los ministros de Exteriores de la Unión Europea que le dieron un mandato a la Comisión Europea para que empezara a negociar con Raúl Castro, ahora con Miguel Díaz Canel un acuerdo político con el régimen, el cual fue aprobado por unanimidad el inicio del dialogo que permitió levantar el veo que Bruselas impuso a Cuba en 1996 por iniciativa del Gobierno de José María Aznar, desde mucho tiempo atrás ha venido creando su propia oposición, debidamente controlada por ellos, con asignación de papeles teatrales particularmente. Pero además, la presión que ejercen granjeros y comerciantes estadounidenses sobre su propio gobierno es descomunal, por eso, México, Brasil y España han reformulado su política respecto de La Habana, con el visto bueno de los Estados Unidos. Por cierto, fue precisamente Castañeda, un ex-izquierdista, quien por antipatías mellizales, formuló una política confrontacional con Cuba durante el ejercicio del gobierno del ex-gerente de la Coca-Cola, Vicente Fox, que puso punto final a la tradicional e pragmática política exterior mexicana desde la época del general Lázaro Cárdenas. Y no solo no logró un carajo, sino que un sucesor del PAN, Calderón, tuvo que hacer un esfuerzo para restituir el ambiente. Pese a ser un lúcido pensador el Canciller Castañeda, no entendió en su oportunidad el problema geopolítico existente, mucho menos lo entiende en su condición de ex-canciller, tratando de justificar a destiempo sus formulaciones, pero el Presidente Peña nieto con el pragmatismo que lo caracteriza aprovecho la reunión del CELAC, para avanzar a superar cualquier aprehensión y abrirle paso al interés del empresariado mexicano por la franja de negocios que se adelantan en Cuba. El problema es que independientemente de que los hermanos Castro desaparezcan del panorama cubano hay toda una articulación entre entramado del poder económico y el político, que cambiaran gatopardianamente, pero lo concreto es que están ensayando con éxito para seguir detentando el control a lo Putin. Ya incluso se habla de una venezolanización política de la Antilla Mayor, en el sentido de comenzar a plantearse anticipar desde ya a una especie de socialdemocracia a la cubana con el partido comunista como rector. ¿Nos preguntamos, la multicolor oposición u oposiciones, nuestra tiene una valoración de este tema como valladar que hay que salvar para un dialogo con el gobierno? Para ello solo basta recordar las manifestaciones y declaraciones de los yamados íconos, ejemplo, el diputado Silvio Rodríguez y otros. Ellos ya tienen lo que Venezuela intentan nadando a contracorriente de las realidades históricas: milicias populares, ejército profesional, partido centralizado y su burguesía militar. “En Venezuela en el contexto actual, es distinto porque es un país dividido en dos toletes. El aporte del régimen es su robusta burguesía militar, y el de la oposición sus frívolos cuadros “noveles” mezclados con uno que otro celacanto”. En Cuba el PCVC, es una determinante mayoría y múltiples minorías de escasa influencia interna y de mucha connotación en el exterior.
“Pasa el tiempo y el segundero avanza decapitando esperanza”.
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