Del triunfo electoral a la toma de posesión y la gobernabilidad
Aspectos constitucionales y de interés a considerar luego de los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela
Las persecuciones, detenciones, encarcelamientos, multas, cierres de restaurantes y hoteles de las personas que han tenido contacto con María Corina Machado en sus viajes por varios estados son muestras de desesperación electoral por parte de la tiranía de Nicolás Maduro a pocos días de las elecciones.
El descontento tanto de los venezolanos como de la comunidad internacional por las violaciones a los derechos humanos, por destruir la economía y la propiedad privada, por la desbordada corrupción, la violencia, por los vínculos con el narcotráfico, por las desapariciones, torturas y muertes, por el abuso de poder y la miseria que hay en Venezuela producto del socialismo, han dado cabida a críticas por parte de quienes fueron aliados y admiradores de Maduro, entre los que caben mencionar los presidentes de Brasil, Colombia y Chile: Luiz Inácio Lula da Silva, Gustavo Petro y Gabriel Boric. Quienes se han ido desmarcando del tirano.
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A pocos días de las elecciones presidenciales en Venezuela hay varios retos que debe considerar el nuevo gobierno democrático tras un triunfo electoral de la hoy oposición.
La posesión del cargo de presidente corresponde el 10 de enero del próximo año de acuerdo con el artículo 231 de la Constitución. El adelanto de las elecciones presidenciales en Venezuela ha sido deliberado. Analizando el contexto, por un lado por el temor que genera y desestabiliza al socialismo que tiene nombre y apellido: María Corina Machado; para buscar con las elecciones anticipadas, que ella no pudiera por ningún medio participar por el poco tiempo para el proceso.
Pero ella no se rindió. Designó –y los venezolanos la apoyaron– a un representante como candidato de la oposición venezolana. Siendo estratégicamente más inteligente que los socialistas. Superado este obstáculo de las elecciones anticipadas, el otro aspecto a considerar será el de la toma de posesión del cargo que, por mandato constitucional, deber ser el 10 de enero del próximo año.
Tras el eventual triunfo electoral de Edmundo González, Venezuela pasaría por un proceso en el que habrá un presidente electo y un presidente en ejercicio. Teniendo el primero que ser juramentado por la Asamblea Nacional impuesta en las elecciones unipartidistas fraudulentas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y las figuras ficticias de otros partidos simulando ser de oposición.
Otra consideración a tomar en cuenta es la separación de poderes. El Poder Legislativo ya mencionado, el Poder Electoral, el Poder Judicial y el Poder Ciudadano, todos contralados y subordinados por el régimen socialista.
Una de las opciones y la más conveniente sería depurar las instituciones de los vicios socialistas por medio del llamado a un referendo revocatorio para restablecer la Asamblea Nacional electa de manera democrática, para que cumpla sus atribuciones y restablezca, ordene y se encargue de sanear los demás Poderes Públicos.
Teniendo una Asamblea que represente los derechos de los venezolanos, habría que hacer un trabajo en conjunto entre las atribuciones y las competencias del órgano Legislativo y del Poder Ejecutivo, para remover a magistrados y jueces, fiscales, defensorías, altos mandos militares, contralores, diplomáticos y directivos de todo tipo de instituciones públicas infectadas por los vicios del socialismo. Y hacer una revisión exhaustiva de las leyes y modificaciones pertinentes para la modernización y reforma del Estado.
En el orden correspondiente, hay que hacer los cambios urgentes que requiere Venezuela para volver a lograr la estabilidad política, jurídica, económica y social. Esto comienza con las elecciones, el voto, la protección del resultado. Y luego la exigencia de la entrega del mandato al presidente electo, impidiendo los excesos venideros por la extensión de Maduro en el cargo hasta el próximo año.
La segunda etapa sería la depuración de los poderes públicos e instituciones.
Y la tercera etapa, una vez depuradas las instituciones, investigar, detener, sentenciar y solicitar en el ámbito internacional, a todas las personas vinculadas con hechos de corrupción, torturas, homicidios, violación a la propiedad privada, delitos de lesa humanidad y, en general, por violación a los derechos humanos durante el socialismo.
Es solo un resumen de ciertas consideraciones políticas y jurídicas urgentes en Venezuela, considerando el mal manejo del país durante un cuarto de siglo. El pueblo, además de elegir a un nuevo presidente, debe exigir como único titular de la soberanía, la posesión inmediata del cargo electo y solicitar un referendo revocatorio a todos los cargos de elección popular.
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