En 1975, Elvis estaba en un concesionario de coches en Memphis para comprar un nuevo Cadillac. Mientras eligía su coche, se dio cuenta de una anciana que observaba los coches con gran interés pero con una expresión triste. Elvis se acercó a ella y le preguntó qué estaba mirando. La mujer respondió que simplemente estaba soñando despierta ya que no podía permitirse un coche nuevo.
Sin dudarlo, Elvis decidió comprar un Cadillac para ella. La mujer, incrédula y abrumada por la emoción, rompió en lágrimas de alegría. Elvis pagó por el coche completamente de su propio bolsillo y se aseguró de que todos los documentos necesarios estuvieran en orden. Este acto espontáneo de generosidad se convirtió en uno de los episodios más famosos de la vida de Elvis, demostrando su naturaleza generosa y su deseo de ayudar a otros.
Su amigo y guardaespaldas, Jerry Schilling, ha contado, "Elvis no sólo era un artista extraordinario, sino que también tenía un corazón de oro. Le encantaba ver la felicidad en los ojos de las personas que regalaba.
Fuente: Rock, Music Word.
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