Oraciones y recreaciones piadosas | Teresa, guerrera e hija de Dios | | | Contesto | Teresa pasó por muchas luchas, todas vinculadas a la gran batalla de la fe. En "Juana de Arco cumpliendo su misión", escribió y dirigió una obra de teatro sobre la vida de Juana de Arco, con motivo del cumpleaños de Sor Agnès (Paulina). La dimensión artística y la calidad literaria del texto dan testimonio de un profundo sentido de las artes escénicas, y Teresa, como actriz, se pone el traje de la armadura de Juana de Arco, prestando su pluma y su voz. En este extracto, Juana de Arco, encarcelada, está a punto de conocer su sentencia de manos de Jean Massieu, sacerdote al servicio del obispo de Beauvais. Juana se defiende y, en nombre de la verdad, responde a las sospechas y falsas acusaciones vertidas contra ella. | | | Teresa me escribe | «JEAN MASSIEU ¿Por qué entonces, después de la coronación del Rey, te gustaba tanto ser madrina y por qué permitías que tu ropa y tus manos fueran besadas por todo el pueblo?... Incluso dejabas decir que por tu virtud, la vida había sido restaurado a un niño muerto. JUANA DE ARCO Dejé que mi ropa y mis manos se besaran lo menos posible, pero es verdad que me gustaba mucho ser madrina y llamar a los hijos Carlos ya las hijas Juana. En cuanto a la resurrección del niño, no sabía que se me atribuía su regreso a la vida y estoy convencido de que fue Dios solo quien realizó este gran milagro (…) JEAN MASSIEU ¿Se equivocan los que creen que vienes de Dios? JUANA DE ARCO No, no se equivocan y ofendí a Dios al decir delante de todo el pueblo que mis voces no vienen del Cielo. El falso predicador que me exhortó en nombre de la Iglesia es más culpable que yo; sin embargo, estoy dispuesto a reparar mi culpa para confesar públicamente». | (RP3 16) | | | Comprendo | En este diálogo teatral, Juana de Arco, como Cristo en el Evangelio de hoy, responde a falsas acusaciones. Juana aparece a la vez en su autoridad de luchadora y en su más bello y sencillo espíritu de niña. La sencillez de la hija de Dios, en la aceptación de su misión y en su dolorosa resignación ante el desamor... La sencillez de las palabras de la joven santa refleja la fuerza que sacó de Dios. Esta fuerza se basa en la confianza en el amor del Padre. Teresa describe con sutileza la lucha, al comienzo de la Pasión, en la que el alma, apoyándose en Dios, es custodiada por Él. | | | Rezo y actúo | Distingo los lugares de mi vida en los que, apoyándome en el Señor, asumo un desacuerdo con los que me rodean, para seguir mi fe y mi misión, sacadas de la oración. Al mismo tiempo, mantengo mi corazón sencillo y humilde de hijo de Dios, poniendo toda mi confianza en Él, Padre amorosísimo. |
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