Gustavo Petro, no irá, definitivamente, a la investidura de Nicolás Maduro en Venezuela
El presidente colombiano dijo que la detención en las últimas horas del excandidato presidencial Enrique Márquez y del periodista Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, impiden su asistencia a la investidura. La tensión aumenta en la cuenta atrás del evento, con Caracas diciendo haber detenido a mercenarios internacionales y la oposición denunciando represión.
“No podemos reconocer elecciones que no fueron libres”, ha dicho este miércoles el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien ha informado que no asistirá a la ceremonia de toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela que organiza el Gobierno de ese país, siguiendo la proclamación hecha en julio por el Consejo Nacional Electoral (CNE), pese a que los escrutinios nunca fueron certificados y los resultados anunciados son disputados por la oposición venezolana, que también asegura haber ganado la contienda.
En un extenso mensaje publicado este miércoles en su cuenta en la red social X (antes Twitter) el mandatario colombiano ha dicho que las detenciones en las últimas horas del opositor y excandidato presidencial, Enrique Márquez, representante del partido Centrados; y la del periodista Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, impiden su asistencia a la investidura en Caracas.
Petro —el primer presidente de izquierda en Colombia y un aliado del Gobierno venezolano— también afirmó que las elecciones presidenciales venezolanas, celebradas el 28 de julio, no fueron libres ni transparentes, y aseguró que las peticiones de Colombia, que exigió en reiteradas ocasiones la publicación de actas electorales, no fueron atendidas por las autoridades de Caracas.
“Las elecciones pasadas en Venezuela no fueron libres. No hay elecciones libres bajo bloqueos… No podemos reconocer las elecciones que no fueron libres y esperamos que estas puedan realizarse pronto sin bloqueos ni intimidaciones internas”, escribió Petro, quien también pidió la liberación de todas las personas detenidas por razones políticas y aseguró que Colombia no romperá relaciones con Venezuela.
Las declaraciones del presidente colombiano marcan un giro y una posición más crítica sobre uno de sus más cercanos aliados y país vecino. En medio de un clima de alta tensión por la fecha en que, según la Constitución venezolana, debe celebrarse la toma de posesión, el Gobierno venezolano ha incrementado en los últimos días la represión sobre críticos y opositores.
Represión, detenciones arbitrarias y denuncias sobre complots y mercenarios
El partido opositor Voluntad Popular asegura que al menos 19 personas han sido apresadas de manera irregular, en lo que la formación política asegura son “secuestros” y “desapariciones” de dirigentes políticos, activistas y defensores de derechos humanos. La de Márquez es una de estas aprehensiones, aunque poco se sabe de las circunstancias en que ocurrió: apenas se sabe que Márquez fue abordado por supuestos funcionarios de seguridad del Estado durante la tarde del martes.
Pero también incluye al periodista Carlos Correa, director ejecutivo de la ONG Espacio Público, encargada durante años de hacer monitoreo sobre el estado de las garantías a la libertad de expresión y los derechos de periodistas y trabajadores de los medios de comunicación. Según denunció la ONG, Correa fue también interceptado en Caracas por supuestos funcionarios encapuchados.
Edmundo González Urrutia, candidato presidencial opositor que se declara ganador de la contienda según las actas en posesión de la Plataforma Unitaria Democrática, una coalición de partidos y organizaciones opositoras, también denunció el “secuestro” de su yerno en Caracas, Rafael Tudares Bracho, ocurrido el martes por la mañana en la capital venezolana.
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González Urrutia, que decidió salir del país y exiliarse en España en septiembre, prometió regresar al país para la toma de posesión y juramentarse como próximo presidente de Venezuela. El pasado 4 de enero emprendió una gira internacional que incluyó paradas en Buenos Aires y Montevideo, para después partir a Washington, donde se reunió con el presidente saliente Joe Biden, que tiene previsto anunciar un nuevo paquete de sanciones económicas contra el Gobierno venezolano, según reportó Axios. El martes, González Urrutia fue recibido también en Panamá por el presidente José Raúl Mulino.
Mientras, el Gobierno venezolano ha anunciado la detención de al menos 125 extranjeros a los que califica de “mercenarios” y vincula —sin hasta ahora presentar pruebas— de participar en supuestas conspiraciones para cometer actos de violencia y “acciones de desestabilización”, según dijo el martes el ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello Rondón, quien afirmó que el grupo incluye a nacionales de Colombia, Estados Unidos, Perú, España, Italia, Uruguay, Ucranianos, Suiza, República Checa, Líbano, Albania, Países Bajos, Israel, Alemania, Argentina, Guyana y Yemen.
Cabello, una de las figuras más radicales dentro de la nomenclatura chavista y ahora considerado segundo al mando en el madurismo, también lanzó una advertencia: “El que intente meterse con Venezuela, la va a pagar muy caro. Ellos podrán entrar si se lo proponen, el problema de ellos va a ser salir de esta tierra”, pronunció el domingo y afirmó que detendrán a expresidentes o líderes latinoamericanos que apoyan a la oposición, también que “neutralizarán” cualquier avión que intente ingresar al país y aseguró que si González Urrutia entra a territorio venezolano será detenido y acusado ante la Justicia.
El martes, la Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría oficialista, declaró como personas no gratas a nueve expresidentes latinoamericanos que buscan entrar al país para dar su apoyo a Edmundo González el 10 de enero, cuando este ha dicho jurará como presidente del país. La Cámara pidió que los exmandatarios sean tratados como una "fuerza extranjera que intenta invadir" Venezuela.
Los expresidentes declarados persona non grata por el Parlamento son Andrés Pastrana (Colombia), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Vicente Fox y Felipe Calderón (México), Mireya Moscoso y Ernesto Pérez Balladares (Panamá), Jorge Quiroga (Bolivia), Jamil Mahuad (Ecuador) y Laura Chinchilla (Costa Rica).
Acceso restringido a ceremonia de toma de posesión
El Gobierno venezolano ha optado por limitar y blindar todos los aspectos que rodean el acto de toma de posesión del presidente, que esta vez se celebrará en el Palacio Blanco, situado al frente del Palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo) y un cuartel militar, y no en la sede del Parlamento venezolano.
La locación alberga también las oficinas y dependencias de la Casa Militar. Además, el Gobierno ha girado instrucciones a medios y reporteros acreditados en el país: No se permitirá la transmisión en directo del acto de toma de posesión y todos los dispositivos electrónicos serán sometidos a “chequeos de seguridad”. De igual manera, los asistentes deberán acudir en vestimenta de etiqueta formal y de manera puntual entre las 8:00 y 9:00 AM, según informó el corresponsal del diario español El País, Juan Diego Quesada.
Estados Unidos, Argentina y Uruguay y la Unión Europea (UE), entre otros, reconocen a Edmundo González Urrutia como ganador de la contienda de julio; mientras que Rusia, China e Irán respaldan los resultados declarados por el CNE que dan a Nicolás Maduro un tercer mandato de seis años al frente del país.
La oposición ha convocado a movilizaciones y concentraciones en todo el país para el jueves, en la víspera de la toma de posesión. La líder opositora María Corina Machado, a quien se le impidió postularse en las elecciones, afirmó el martes que asistirá a las marchas, aunque no especificó a cuál. Machado, de 57 años, fue acusada de conspiración y se encuentra en la clandestinidad desde agosto. El Gobierno venezolano ha prometido la detención de ambos.
Con Reuters, AP, EFE y medios locales
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