| Los corchosLa esperanza y la resistencia son fundamentales para enfrentar la adversidad y luchar por la libertad en Venezuela
Destacado Suscriptor,Hoy les traemos una reflexión que toca las fibras más profundas de nuestra existencia y resiliencia. En los momentos de incertidumbre y adversidad, es fácil dejarse llevar por el desánimo; sin embargo, es precisamente en esos instantes oscuros donde la esperanza se convierte en nuestra más poderosa aliada. El editorial que compartimos hoy, inspirado en las palabras de la valiente periodista Carla Angola, nos invita a recordar que no estamos solos en esta lucha. Carla nos recuerda la fuerza que reside en cada uno de nosotros y la importancia de levantarnos una y otra vez, incluso cuando el régimen parece querer derrotarnos. A través de ejemplos inspiradores, como los de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, se nos anima a reflexionar sobre nuestra propia valentía y compromiso con la libertad. Así que, tómense un momento para leer y reflexionar. La esperanza es un acto de resistencia que nos impulsa hacia un futuro mejor. Equipo Destacadas Estoy aquí contigo no solo cuando todo parece indicar que va a salir como lo hubieras querido. También estoy contigo cuando los eventos no se pudieron ejecutar en el momento como estaban planeados. Porque es muy fácil aparecer aquí cuando estás feliz, cuando tu fe está incólume, intacta, cuando tus comentarios son estimulantes, afables y espléndidos. Pero estoy aquí contigo también para acompañarte cuando, al menos por estas horas, te convences de que no quieres oír nada ni a nadie más. Porque mi obstinada y terca esperanza en este instante y en muchos otros puede lucir ilusoria y quizás hoy tú no quieres que nadie te convenza de volver a creer. Es aquí cuando más dispuesta estoy a no abandonarte, porque el régimen te quiere así: derrotado, vencido, agotado. Y sabes qué, te necesitamos. Tú eres fundamental; tu certeza es primordial en este tiempo. Ponernos de pie una y otra vez no es un delirio ni mucho menos una decisión estéril; es la única opción que tenemos, la única. Ellos no pueden ganar, no se merecen ganar, no se pueden salir con la suya porque no ganaron. Por Carla Angola Cuando reacciones iracundo al escuchar que alguien te diga que esto no ha pasado porque no hemos hecho suficiente, créele. Porque solo haremos suficiente cuando logremos ser libres. Decía Henry Ford que quienes renuncian suelen ser más numerosos que quienes fracasan; quien renuncia fracasa mucho antes. Y no es cierto que uno puede renunciar a ser libre; esa verdad y esa necesidad te van a acosar cada minuto de tu vida. Ese deseo no te va a dejar en paz ni que te atrevas a olvidarte de él. Es como decía Ortega y Gasset: vas a tener que vivir en una fuga perpetua de la única realidad posible para ti. No te vas a poder engañar a ti mismo al creer que puedes conformarte con menos que tus ganas de ser libre y vivir en democracia. Ayer, María Corina Machado estaba golpeada sin fingir que todo estaba bien o que lo que le hicieron no fue importante, sin ocultar la más absoluta verdad de lo que pudo haber sentido, de lo que escuchó de sus matones y de lo impactante que debió haber sido que a Roal Alberto Cabeza, un muchacho del Valle, le dispararan tan cerca de ella. ¿Cómo no mostrarse afectada? Si además ese joven estuvo en el Helicoide un día sigue herido y ahora está desaparecido. Enseguida apareció el presidente Edmundo; fue fuerza de decisión y también fue indiscutible franqueza: "no pude hoy pero podré pronto". Una dupla coordinada absolutamente acoplada desnudando una de las tantas mentiras de Los Rodríguez, quienes apostaban a un presidente electo que iría por chantaje o coacción al exilio para desdibujarse para siempre. No sé si vieron la película "El patriota"; el personaje lidera la revolución americana porque cuando las tropas ya agotadas con muchas bajas empiezan a retroceder, él agarra la bandera y corre de nuevo en dirección a la batalla. Los hombres lo siguen porque al ver esa bandera recordaron que uno jamás puede renunciar a lo que desea, a lo que adora. Por aquello de que en la bandera de la libertad bordea el amor más grande de mi vida. García Lorca veía el amor como desinteresado, como incorruptible; un amor absoluto dispuesto a llegar hasta el final porque no se rinde, porque no se doblega. Este es un perfecto momento para pensar: ¿De qué tamaño es realmente nuestro amor por Venezuela? Porque cuando lo recuerdas se te van a quitar las ganas de claudicar. Hay una escena de "Sueños de fuga" con Tim Robbins donde Morgan Freeman, cuando logra salir de la cárcel o su personaje después de 40 años empieza a trabajar en un supermercado como empaquetador. Cada vez que quería ir al baño le pedía al supervisor permiso y él le respondía que no tenía que solicitarlo, que solo fuera y ya. Pero el personaje reflexiona y concluye que él no puede dejar de solicitar aprobación incluso para hacer sus necesidades porque durante cuatro décadas tuvo que esperar que un guardia se lo permitiera. Los venezolanos somos distintos; han pasado 25 años y somos muy malos siguiendo órdenes de un régimen; somos pésimos alumnos del adoctrinamiento. Un expresó político me dio un ejemplo perfecto de cómo el régimen invierte todo lo que tiene en descorazonarnos y en amilanarnos; el método preferido que usan con los presos políticos es convencerlos de que jamás saldrán de allí. Y son tan despiadados que cada vez le decían a él que sería trasladado a tribunales le pedían que se quitara el uniforme de reo, que se vistiera con la misma ropa con la que llegó. Él pensaba "voy a salir", y antes de cruzar la puerta hacia la calle le daban una contraorden para regresar a la celda y volverse a cambiar. Se lo hicieron al menos en 25 ocasiones; ya las últimas veces aunque le pidieran que se pusiera la ropa de civil, el traje de preso político no volvió a abandonar su mente y la ilusión de salir desapareció. Hoy está libre y claro sobre la estrategia psicológica que no solo aplicaron contra él y miles de personas secuestradas; sabe que es el mismo método con el que manipulan a todo un país para que renuncie a la posibilidad de ser libres. Tú sabes que este decaimiento que sientes hoy después del 10 de enero se te va a volver a pasar porque si hay algo que el régimen no soporta de nosotros es que nos reponemos rápido. Si Maduro tiene que cometer más crímenes para quedarse en el poder lo hará; esa es la razón más poderosa para entender que no puede ser una opción para nosotros su permanencia en el poder. No es la primera vez que Maduro ataca cobardemente a una mujer por la espalda como le hizo a María Corina Machado; también lo hizo con Emir Lendr Benítez, una comerciante informal quien solo acompañaba a su pareja a hacer una carrera en el taxi y hasta llevaba a su perrito en brazos. Los interceptaron, lanzaron al animalito por la ventana en algún punto del camino y torturaron salvajemente a ella; cuando su hermana la vio un mes después ni siquiera la reconoció. ¿Qué le decimos a Melania, su hermana? ¿Quién desde ese día padece un dolor desgarrador? ¿Que estamos cansados? ¿Que ya no vamos a luchar más? ¿Que su hermana va a tener que pagar los 30 años de cárcel a los cuales Maduro la condenó sin haber presentado ninguna prueba contra ella? O ¿qué le decimos a Rocío San Miguel quien se cayó de la cama en su celda porque sufre de laberintitis? Se fracturó el hombro y como la dejaron así cuatro meses sin atención, la fractura hizo callo y ahora no permiten que un médico de confianza haga la cirugía. ¿Qué le digo yo a su hija? ¿Que lo único que le queda es aceptar que el régimen opere en clandestinidad como pretende y se le muera allí como hicieron con el general Baduel? ¿Le digo eso...? ¿Qué le respondo yo a Giovana quien llora desesperada desde el exilio desde que Yoshida su madre regresó a Venezuela porque secuestraron también a otro hijo suyo? Esa profesora jubilada de más de 70 años quien fue a dar la cara por su muchacho sargento. ¿Qué le digo yo a Giovana? ¿Que su mamá hizo un viaje sin retorno hacia El Lino donde va a pagar una condena por terrorismo?¿Y qué nadie va a atender su artrosis, sus pólipos intestinales o su grave cuadro depresivo? María Corina no quiere ni un día más lejos de sus hijos; Edmundo no quiere ver ni un día más a su yerno en un calabozo. Piensa en algo a lo cual jamás renunciarías o en eso a lo cual quieres volver y encuentra allí también tus ganas y tu fuerza. Tengo muchas razones y ninguna es pequeña desde querer volver a ver El Ávila desde la ventana del apartamento donde vivo hace 27 años con mis padres hasta las 1.697 razones. Ahora tenemos a todos esos presos políticos quienes no pueden luchar por sí mismos; esas 500 madres de presos políticos quienes ayer colapsaron emocionalmente porque sintieron que estaban volviendo a sentenciar a sus familiares al calabozo cuando vieron auto juramentarse a Maduro en un cuarto cerrado en ese claustro pusilánime sin pueblo ni gloria. A ellas debemos decirles si es que no encontramos más razones para seguir: ustedes son mi razón; las más de 18.000 personas quienes han sido detenidas arbitrariamente por el régimen son razón suficiente para continuar; si esto no bastara piensen en los 9.000 venezolanos torturados por este régimen para quienes ese "hasta el final" solo significa hasta haya justicia. El psicólogo clínico Jordan Peterson dice: "si consigues tu verdad no hay nada que pueda pararla". El poder de tus convicciones y tu verdad, tu habilidad para comunicarlas... ¿Por qué renunciar? ¿A lo real? ¿Qué le ganamos nosotros con los votos ante un régimen narcoterrorista? Imaginen si hubiéramos desistido cuando nos parecía ridículo siquiera probar nuestros ideales. Son jueces nos están observando todo el tiempo y no nos van a dejar en paz; Peterson dice "la mayoría son ingenuos" y ser ingenuo "no es una virtud" sino "un error". Porque si eres ingenuo y lidias con un malévolo te hará daño incalculable del cual es muy difícil repararse. Pero si ya fuiste ingenuo porque te lastimaron varias veces entonces pasarás a ser cínico porque te costará confiar nuevamente; creerás "que es mejor ser cínico" y estar seguro "de que los demás te van a traicionar", pero hay algo importante... No hay que confiar porque seamos ingenuos sino "porque somos valientes", porque tenemos coraje para confiar. Desde esa actitud es una señal de compromiso porque estás confiando en otro con quien estás dispuesto a hacer algo codo con codo; no confías en alguien para darle toda la responsabilidad... Esto funciona así cuando ambos arriesgan, cuando ambos participan diligentemente en ese propósito común. Quizás un buen ejercicio hoy sea preguntarnos si cada uno estuvo "a la altura" de esa osada acción de María Corina... Juan Pablo Guanipa salió a poner la piel... ¿Hicimos cada uno la acción que pudiera compararse...? ¿Respondiste realmente al llamado militares, periodistas, ciudadanos... La diáspora...? En estos días varios amigos han citado el espíritu de esperanza. Han recordado que la esperanza no es una expectativa pasiva, "yo espero desde el sofá, desde las redes, desde el estudio de televisión..." Para él la esperanza es una fuerza activa que nutre la resistencia frente a lo que luce imposible... Sin esperanza las sociedades caen en la desesperación y el conformismo, pierden la capacidad de imaginar futuros distintos... En Venezuela la esperanza ha sido erosionada, pisoteada, saboteada continuamente por quienes no quieren que tengamos esperanza porque saben que sin ella nos paralizamos y ya no queremos intentar nada más. El autor que cito Han sugiere que la pérdida de la esperanza no debe ser una opción, resignarse implica aceptar el estatus quo, que las cosas van a quedar siempre como están, renunciar a la posibilidad del cambio... Si los venezolanos sentimos esperanza no debe ser visto como una fantasía sino como una resistencia activa, creativa, firme y decidida frente al horror... Es demasiado inútil perder la esperanza porque sin ella pues no hay espacio para la transformación, solo imperarán las atrocidades y el sufrimiento, incluso en contextos donde parece que lo hemos perdido todo, mantener la esperanza como sugiere Han es un acto radical de rebeldía contra lo que consideran sus enemigos... Y saben, la mejor manera de vencernos las ganas de tener esperanza es apostarle, porque en medio de la tragedia la esperanza recuerda a la mente que hay un tiempo futuro, una realidad inamovible que saca del trance que produce el dolor y la sordidez del presente, y nos enseña a enfrentarla al menos soñando, porque la única manera en que debería permitirse existir no es conformándose con lo que es sino con lo que debería ser, y nos enseña a ver el mundo no como lo evidente sino como aquello en lo que podría llegar a convertirse... Como dice un amigo, siempre tendremos la capacidad de hacer fecundo lo más estéril y árido... Ahora en Navidad, en una reunión bellísima, mi querido amigo César Miguel Rondón decía: "Los venezolanos somos como un corcho, tenemos infinidad de propiedades, somos ligeros, somos elásticos, somos resistentes al desgaste, absorbemos el golpe, por más ganas que tengan de hundirnos en el fondo, en las entrañas del mar, siempre de una manera inevitable y categórica volveremos a salir disparados hasta regresar a la superficie". |
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