Las intervenciones de María en Constantinopla (hoy Estambul) fueron frecuentes, en particular en el santuario de la Fuente de la Vida, todavía muy famoso, situado al oeste de la ciudad, un poco fuera de las murallas, cerca de la Puerta de Silivri. Lugar donde una multitud de milagros se han realizado y se siguen realizando desde hace más de 15 siglos por intercesión de la Virgen, “Fuente de Vida”.
Fue el emperador León I de Tracia (siglo V) quien encontró la ubicación de la Fuente. Siendo todavía un simple soldado, una voz celestial lo guió, hablándole como al soberano: «Emperador León, entra en las profundidades de este bosque, toma con tus manos un poco de agua fangosa y cura la sed del ciego; unta los ojos de este ciego y sabrás inmediatamente quién soy yo, que desde hace mucho tiempo vivo en este lugar».
El ciego recuperó la vista y León, convertido más tarde en emperador, construyó una iglesia en ese mismo lugar; alrededor del año 474. Esta agua de salvación todavía fluye... para la curación de enfermedades del cuerpo y del alma.
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