“¡No son del Tren de Aragua!”, gritan familiares de venezolanos presos Guantánamo y El Salvador
Familiares de varios venezolanos presos en Guantánamo y El Salvador aseguran que los mismos no son miembros de la banda terrorista Tren de Aragua. El sábado pasado, el gobierno de Donald Trump ordenó el traslado de unos 300 venezolanos a cárceles en Guantánamo y El Salvador. Esto ocurrió luego de que se cancelara el acuerdo de repatriación de deportados que habían firmado los gobiernos de Trump y Maduro.
Específicamente, los migrantes venezolanos ahora se encuentran recluidos en la base naval de Guantánamo en Cuba y en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador.
Según BBC Mundo, la administración estadounidense justificó la medida invocando la Ley de Enemigos Extranjeros, señalando a los deportados como miembros de esta banda criminal. Sin embargo, parientes como Yajaira Castillo, desde Colombia, insisten en que sus seres queridos carecen de antecedentes penales y huyeron de Venezuela por la crisis económica, no por nexos delictivos. En X, @lubrio reporta que los familiares niegan rotundamente cualquier conexión con el grupo.
La operación desató controversia tras desafiar una orden judicial que prohibía las deportaciones, según El Mundo. Nayib Bukele, presidente salvadoreño, confirmó la llegada de 238 personas al Cecot, mientras Trump celebró la expulsión en Truth Social. En X,
@Patypineda1919 exige justicia y denuncia abusos contra los venezolanos, afirmando que el Tren de Aragua sirve de pretexto para criminalizarlos. Las familias claman que muchos deportados buscaban asilo, no problemas, y enfrentan ahora condiciones inhumanas.
Expulsión: Voces de Inocencia claman respuesta
La expulsión masiva generó críticas por su rapidez y falta de pruebas. Familiares aseguran que EE.UU. etiquetó a los migrantes sin verificar su historial, según The New York Times. En X, @cofamigos subraya que la pobreza, no el crimen, los llevó a emigrar, pidiendo fin a la estigmatización.
Reacciones globales a la expulsión
Organizaciones humanitarias condenan el traslado, mientras Venezuela califica la acción de “crimen de lesa humanidad”, reporta AP News. En X, @SailorDF resalta el dolor de las familias el 17 de marzo de 2025, exigiendo claridad.
El caso de Jhoan Bastidas
Jhoan Bastidas, un venezolano de 25 años originario de Maracaibo, estuvo 16 días detenido en la base naval de Guantánamo, Cuba, tras ser deportado bajo las políticas migratorias de Donald Trump. Durante su reclusión, vivió en una pequeña celda de 7×13 pies, bajo vigilancia constante, con comida escasa y sin acceso a distracciones. Regresó a Maracaibo, donde aún lidia con el impacto de ser etiquetado como presunto criminal por las autoridades estadounidenses.
Bastidas forma parte de unos 350 venezolanos recientemente deportados, de los cuales cerca de 180 pasaron por Guantánamo antes de ser enviados a Honduras y luego a Venezuela. Esta acción se justificó por supuestos vínculos con el Tren de Aragua, en el contexto de las deportaciones masivas impulsadas por la Casa Blanca. Su caso refleja la crisis migratoria venezolana, que ha desplazado a más de 7,7 millones de personas desde 2013.
Tras intentar llegar a Estados Unidos desde Perú y Colombia en busca de un empleo en Utah, Bastidas fue detenido en la frontera con México y trasladado a Guantánamo sin previo aviso. Allí, aislado y sin referencias de tiempo, dependía de breves salidas al sol para mantener la esperanza. Organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles han denunciado abusos en la base, mientras un juez federal intentó frenar estas expulsiones, sin detener las acciones de la administración Trump.
Bastidas cree que lo confundieron con un pandillero por sus tatuajes, como las estrellas en su pecho. Liberado, regresó a Maracaibo, donde trabaja en un puesto de perros calientes, intentando rehacer su vida en medio de la crisis. A pesar de las dificultades, mantiene su fe, viendo su experiencia como una prueba divina con un propósito mayor.
Otros casos
Un grupo de familiares de la ciudad de maracaibo aseguran que se sorprendieron cuando descubrieron que sus familiares fueron deportados a una carcel de el Salvador.
Según el vocero principal de este video viralizado en las redes socieles, sus familiares se entregaron voluntariamente a las autoridades de los Estados Unidos para que los devolviera a Venezuela, pues estaban “pasando hambre”.
Al parecer, los familiares de estos deportados, eran esperados en Venezuela. Sin embargo, luego que gobierno de Nicolás Maduro canceló el acuerdo de repatriación, fueron enviados a carceles en el Salvador. Maduro ordenó dejar de recibir a los deportados, luego que EEUU canceló el permiso de negocio con Venezuela que tenia la petrolera Chevron.
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