Tío Simón

Tío Simón

Mario Valdez

Tío Simón, forma parte de los hombres,  de esos genios que nacieron sumidos en hogares de muy pocos recursos, de familia sencilla y humilde, que con esfuerzo, estudio, dedicación y trabajo se convirtieron en unos privilegiados de la vida, logrando transcender fuera de sus pueblos y tener una presencia universal.

Simón Narciso Díaz Márquez, nació en un pueblito que se encuentra en las orillas del río Guárico, llamado Barbacoas para esa época pertenecía al Estado Guárico, hoy es territorio del estado Aragua, el día 8 de agosto de 1928, sus padres fueron María Márquez y Juan Díaz, era músico y tocaba el cornetín en la banda del pueblo, los domingos y días feriados eran una fija en la plaza Bolívar. Simón es el mayor de ocho hermanos entre ellos José Díaz (Joselo +), famoso actor y comediante. su padre lo enseño a tocar cuatro y componer canciones.   En ese pueblo campesino y fértil en la ganadería, Tío Simón, transcurrió su infancia y su niñez; el campo y el llano fue su gran escuela, tan es así que solo estudio hasta el sexto grado. lo demás se lo dio vida, le vino por añadiduras, aprendió las tradiciones llaneras y su música, la improvisación de coplas y tonadas que se le ocurrían en el momento del ordeño. Tiempo después recordando el oficio de ordeño y pastoreo, nació y compuso la Vaca Mariposa. La dura vida del campo acompañada de la pobreza, las enfermedades, la desolación y las dificultades llevaron a su familia a mudarse a Villa de Cura. El 30 de julio de 1940, se convierte para Tío Simón, en una fecha imborrable para el resto de su vida, porque es el día en que muere su padre, faltándole 8 días para cumplir doce años, tuvo que asumir la jefatura de la familia como hermano mayor que era. Le tocó junto a su madre ser el jefe de lña familia, para levantar y ayudar a sus hermanos menores quienes le piden la bendición como si fuera realmente su padre. Su padre muere en Villa de Cura, de allí se van a San Juan de Los Morros, con su Mamá y sus siete hermanos a vivir en una casita que le presta a su madre, la familia Campelo. En esa época las dos familias se levantaron juntas y los muchachos se trataban y fueron hermanos de crianza. Aquí termina la primaria y recibe clase de música con el maestro Ramon Ziegler.

Para Simón Díaz, la vida no fue color de rosa, él recordaba que en la época de su infancia un vecino llamado Don Vicente Utrera, que vivía en el caserío la Sabanita por un sitio que llamaban la Bajada de los Perros, él tenía una venta de periódicos y una cría de chivos. Comentaba que se hizo fuerte y ágil por la leche de chiva que su mamá le compraba al vecino y bien tempranito en la mañana les decía, “esto para que no se devuelvan nunca en la vida de lo que salgan a hacer, por aquello que chivo que se devuelve se esnuca”. Siempre con un chiste y mucha gracia echaba sus cuentos en el patio de bolas criollas. En esa época avizoró un buen negocio con Don Vicente, para ayudar con el sostén familiar y le propuso salir a vender los periódicos El Nacional, La Esfera, El Morrocoy Azul, El Heraldo, Ultimas Noticias. Para este oficio o se ponían el bulto de periódicos en la cabeza o se lo metían bajo el brazo y salían a vocear a la calle periódico, periódico. Ya viviendo en San de Los Morros, tiene 12 años, en la plena adolescencia  de un muchacho que tiene que enfrentar los avatares de la vida. Se hizo becerrero, cabestrero, ordeñador de vacas, atendió las fincas; fue vendedor de dulces, empanadas, comidas y pasteles que su mamá preparaba en su casa. Fue muchacho de mandado en las casas de familia y repartidor de bodegas.

En 1943, Simón ya es un hombrecito de 15 años, que ha desempeñado múltiples oficios, siempre está presente lo aprendido en casa, su papá fue músico y algo le enseño, él tenía sus instrumentos y cuando tenía tiempo les hacía cosquillas. Consigue un trabajo como atrilero (es el encargado de garantizar que todos los músicos puedan tener en orden los instrumentos, los micrófonos, él dice que inventó, en esa época, la forma de saber cómo estaba el sonido con el “aló, aló, aló…uno, dos, tres probando”; las sillas, etc.), en el Grupo Musical Siboney, era el todero de la agrupación y le pagaban 5 ó 6 Bolívares por cada toque o baile. Al poco tiempo se ha memorizado y aprendido todas las canciones; era chistoso y humorista, cuando el Grupo terminaba un set musical y se iba al descanso, Tío Simón, se paraba en el escenario y hacia sus chistes y entretenía al público, quien lo bautizó como “El Chato”, por el Chato Ortín, que es el actor cómico anterior a “Cantinflas”, y él alternaba con la orquesta. El hombre siempre estaba prevenido al bate y un día se enferma el cantante que llamaban “Pajarito”, y el dueño del local a quien apodaban “El Pelón”, le pregunta a los músicos “a quien subimos”, y uno de ellos contesta, quien mejor para suplirlo que “El Chato”. Es así como Simón Díaz, debuta como cantante, interpretando el Bolero “Dos Almas” del compositor argentino Domingo Fabiano. El Tío, se  sabía la canción, pero lo traicionaron los nervios y en plena actuación se le olvido la letra, pero el hombre recursivo al fin, comenzó a improvisar con sonidos guturales, esa ocurrencia hizo que el público presente se parara a aplaudirlo, nunca habían visto eso. Esa anécdota se la escuche a Simón, en El Club Campestre Los Cortijos. A los 17 años, Simón ya es la primera voz y el bolerista estrella. Los hombres cuando van a crecer lo presienten y Tío Simón, llego un momento que entendió que debía dejar el terruño y venirse a Caracas, a la gran ciudad a estudiar música que fue una de sus grandes pasiones.

Un día domingo en la noche del mes de marzo de 1949, llega a Caracas a la casa de un primo de su mamá, y el lunes en la mañana ya estaba trabajando como cobrador en el Banco Venezolano de Crédito, comenzó ganando mil bolívares y llego a cuatro unos años después cuando lo contrato Venevisión. Por supuesto no conocía la ciudad, pero el que quiere aprende y ese día le tocó cobrar en Catia; cuenta que cuando terminaba sus labores se montaba en los autobuses de San Ruperto, Circunvalación 1 y 3, en todos para conocer Caracas y familiarizarse con la ciudad. En la parroquia San Juan, conoce al pianista y compositor Don Teófilo león, quien se convierte en su maestro de piano. Este lo orienta para que estudie música, es así como se inscribe en la Escuela Superior de Música, bajo la dirección de Vicente Emilio Sojo, fue compañero de clases de José Antonio Abreu (fundador del Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela), durante seis años. Al instalarse en Caracas, se trajo a “Joselo”, su mamá y sus hermanos. Su Madre fue determinante en su viaje a la gran ciudad, le dio mucho apoyo y lo estimuló para que estudiara música.

Ha Tío Simón, lo vi en muchos escenarios y conciertos en el teresa Carreño, la Universidad, etc. Quiero compartir con Ustedes, un recuerdo muy grato, fue en septiembre del 2008, voy con mi familia manejando de Estocolmo hacia Noruega, y de pronto en la radio aparece la canción “Caballo Viejo”, interpretada por un conjunto y música peruana, fue tan grande la emoción que sentimos, que era como si estuviésemos escuchando el Himno Nacional, porque en esos pueblos tan lejos escuchar a Simón Díaz, es sentir la Patria.  En el Club Campestre Los Cortijos, compartíamos todos con sus chistes y era una delicia verlo y escuchar su  música con los sonidos guturales. En el patio de bolas criollas jugando una partida con el Zurdo José León,  German González, Juan Cabezas, Salvador Calles, Iván Varela, Kike Cachut, Santiago Hernández, Gerardo Ayala, el Negro Quiaro, Paito Quevedo, Elías Mizrachi, Julio Contreras, Armando Abarcas, Iván Malaret y tantos otros que lo seguimos recordando. Era un experto en mover la bola con los pies sin que se dieran cuenta los jugadores. Le decía a su compañero, Usted arrima que yo soy boche clavao. En el Club, está la galería de caricaturas de todos los presidentes de Los Cortijos, hechas por Tío Simón. Todos los mesoneros y el personal lo querían. A todos los amigos les ponía un apodo.

Simón Díaz (músico, compositor, poeta, cantante, humorista, caricaturista y empresario), un campesinito que se vino a la Capital detrás de un sueño, que no pudo pasar del sexto Grado tiene dentro de sus méritos y reconocimientos: Cuatro Doctorado Honoris Causa de cuatro Universidades Venezolanas distintas. Se convierte en el Cantante, Actor y Comediante más famoso de la televisión venezolana. Fue distinguido con la más alta condecoración que otorga el estado venezolano, como lo es la “Orden del Libertador en su Orden de Gran Cordón”, constituyéndose en el único artista nacional al que se le haya impuesto dicha distinción. Ha representado a Venezuela en innumerables eventos internacionales en muchísimos países.

Simón Díaz, es uno de los compositores más valiosos y una referencia obligada cuando se estudia la historia de la música popular en Venezuela y el mundo. La Vaca mariposa tuvo un ternero //un Becerrito lindo como un Bebé…

El Joropo, 27-2-2015