En pleno Control de Cambio han salido $180 mil millones
Academia de Ciencias Económicas
El organismo integrado por expertos como Asdrúbal Baptista y Pedro Palma indica que “el grave empobrecimiento de los venezolanos causado por la inflación desbordada requiere respuesta inmediata”
La Academia Nacional de Ciencias Económicas emitió un comunicado donde alerta sobre la necesidad de que el Gobierno introduzca cambios profundos que permitan detener el empobrecimiento de la población.
“Una conducción política nacional que hable con claridad al país, que asuma las responsabilidades del caso y que no rehúya la tarea de labrar los consensos que viabilicen este ajuste al menor costo posible, es imprescindible. Ya basta de buscar ‘culpables’ al deterioro en las condiciones de vida de los venezolanos como excusa para no enmendar sus propios errores de política”, dice la organización que incluye a académicos como Pedro Palma, Asdrúbal Baptista y Héctor Malavé Mata.
“El país no toleraría que no se asuman claramente las grandes responsabilidades que el momento exige. El grave empobrecimiento de los venezolanos causado por la inflación desbordada requiere respuesta inmediata”, agrega el comunicado.
Los expertos recomiendan una serie de medidas: “Es imperativa la liberación de las fuerzas productivas para aliviar la escasez, generar fuentes de ingreso que complementen progresivamente al petróleo en la provisión de divisas y proveer empleo productivo y bien remunerado. Venezuela tiene los recursos con los cuales superar la presente situación. En este cometido el Ejecutivo tiene la responsabilidad central”.
Explican que es necesario un ajuste que incluya, entre otras áreas, al tipo de cambio. El Ejecutivo “debe instrumentar un ajuste que restablezca los equilibrios macroeconómicos esenciales que permitan la unificación del tipo de cambio en torno a sus valores de equilibrio para abatir la estanflación, generar expectativas favorables a la inversión y establecer condiciones financieras que promuevan el ingreso de los capitales necesarios para que estos cambios tengan viabilidad”.
“Este esfuerzo requiere el restablecimiento pleno de los derechos de propiedad y el levantamiento del aparato punitivo de controles y regulaciones que está asfixiando a la economía. Un programa bien diseñado de apoyo a los sectores más vulnerables podrá reducir el impacto adverso de estas medidas de saneamiento en el corto plazo, mientras se generen los empleos productivos bien remunerados que sustenten mejoras en el bienestar de los venezolanos”, indican.
La sangría
Desde 2003 la administración de Hugo Chávez y ahora la de Nicolás Maduro mantienen un férreo Control de Cambio que no ha tenido el resultado esperado, al contrario, los académicos señalan que en los últimos once años el país ha sufrido una colosal salida de divisas.
“El régimen de control cambiario implantado desde comienzos de 2003, en vez de impedir la fuga de capitales, fortalecer la moneda y defender las reservas internacionales, se ha traducido en una salida de más de $180 millardos por las cuentas financiera y de errores y omisiones”, precisa el comunicado.
A la salida de divisas se añade la caída de las reservas internacionales “y una cotización del dólar en la frontera que ha llegado a ser 130 veces superior a la tasa oficial de Bs.6,30. Y como el otorgamiento de divisas a este último precio está fuertemente racionado y sujeto al arbitrio discrecional de los funcionarios que deciden al respecto, su cotización en el mercado paralelo se ha convertido en referente para la fijación de precios domésticos, impulsando aun más la inflación. Todo lo anterior ha socavado la confianza en el bolívar, que ha dejado de operar como depositario de valor y unidad de cuenta, colocando a Venezuela al borde de la hiperinflación”.
El mastodonte
Los cálculos dejan al descubierto el crecimiento del tamaño del Estado hasta niveles que hacen insostenible el gasto de la Nación. Al incluir al Gobierno Central, PDVSA y una muestra de empresas públicas no financieras, que conforman lo que técnicamente se conoce como el sector público restringido, queda en evidencia un salto desde “26% del PIB en el último año del gobierno de Rafael Caldera, hasta un 40% en los últimos cuatro años. Desde el 2010, el déficit público ha superado el 10% del PIB, llegando a ser más del 15% durante el último trienio. Ello está asociado a una política monetaria expansiva y permisiva”.
“A partir del 31 de diciembre de 2010, la liquidez monetaria se ha multiplicado 10 veces, un 97% de incremento sólo en lo que va de 2015, sin que se haya aumentado el crédito bancario a la inversión reproductiva. Una tercera parte de la liquidez se origina en el financiamiento del BCV al flujo de caja de PDVSA, hecho posible por la reforma de la Ley del Instituto Emisor de 2010”, explica la Academia.
“Bajo el pregón de construir un “socialismo del siglo XXI”, se arrinconó a la economía privada, expropiando empresas productivas del campo y la ciudad -a veces sin compensación-, y estableciendo un draconiano control de precios que impide cubrir adecuadamente los costos de producir y comercializar bienes y servicios. Esto ha fomentado la búsqueda de rentas fabulosas arbitrando entre precios altamente distorsionados”, dice el comunicado.
Los recursos
¿Cuánto dinero ha administrado la Revolución Bolivariana? Los académicos señalan que “un cálculo somero de los recursos manejados por el régimen bolivariano entre 1999, su primer año de gobierno, y 2014, da una cifra superior a 1,3 billones de dólares entre ingresos al Gobierno Central, incremento de la deuda pública y gasto social (parafiscal) de PDVSA”.
No dudan en señalar que “el objetivo económico principal proseguido ha sido el de centralizar en manos de la Presidencia de la República estos cuantiosos recursos para su aplicación discrecional con fines políticos”.
Agrega que para alcanzar los fines políticos “se desmanteló el marco institucional del Estado de Derecho que regulaba la Hacienda Pública, así como las relaciones entre el Estado y el sector privado, al acceder Chávez al gobierno. En el ámbito de lo macroeconómico, los proventos de la venta de petróleo en los mercados mundiales pasaron a disposición directa del Ejecutivo para su reparto directo a través de ‘misiones’, se eliminó en la práctica el control legislativo sobre el gasto público, se estableció un control cambiario que pretende ocultar la devaluación sostenida del bolívar y que reservó el usufructo de las divisas al arbitrio del Ejecutivo, y se acabó con la autonomía del Banco Central de Venezuela”.
“En el plano microeconómico se socavaron los derechos de propiedad y las garantías procesales y para la solución de controversias, se sometió la economía a una serie de regulaciones y controles, y se congeló el mercado laboral, tanto en lo que respecta a su movilidad, como en relación con la contratación colectiva”, dice el comunicado.
Víctor Salmerón
@vsalmeron
QUINTO DÍA, 30-10-2015
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