En Isla Bouchard, el 14 de diciembre de 1947, durante el último canto del "Ave María" que termina con la invocación "Oh María, sin pecado concebida, ruega por Francia", un rayo de sol cruzó el cielo nublado, pasó a través de una ventana de vidrio del sur de la iglesia, y se proyectó oblicuamente sobre la aparición y sobre el rostro transfigurado de los cuatro niños. El fenómeno es inexplicable.
Los rayos de sol milagrosos es la impronta de la Inmaculada Concepción, si se recuerda que el 8 de diciembre de 1854, cuando la definición del dogma de la Inmaculada Concepción por el Papa Pío IX, el Cielo se manifestó de la misma manera al Sumo Pontífice. (...) Como en Fátima, pero de una manera más modesta, las apariciones de L'Île-Bouchard terminan con un milagro solar.
Los frutos no se hicieron esperar en la parroquia: "con mucha alegría el párroco contacta un retorno a la práctica religiosa. Pero, sobre todo, la amenaza de una guerra civil desatada por los "errores de Rusia" durante la semana del 8 al 14 de diciembre de 1947, se extinguió definitivamente. Los historiadores registran el declive del Partido Comunista Francés para esta misma fecha, finales del año 1947.
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