El 28 de junio de 1989 moría en Caracas el máximo cantante lírico de Venezuela, Alfredo Sadel.
Sadel fue la voz de Venezuela en el mundo a mediados del siglo XX.
Dotado de un talento nato para el canto, varios mecenas lo impulsaron en su juventud a formarse fuera de Venezuela, en ciudades como Nueva York, Ciudad de México, Buenos Aires, Barcelona, Milán o Salzburgo, donde estudió canto lírico, solfeo y piano.
En Estados Unidos brilló en el teatro y en programas de televisión: recordadas son sus participaciones artísticas en el show de Ed Sullivan.
En América Latina es recordada su faceta como actor. Participó en papeles de la época dorada del cine de México, en películas como “Tú y la mentira” o “Tres balas perdidas” junto a Javier Solís.
Pero en Venezuela, Sadel marcó una época gracias a sus participaciones con el compositor de la Onda Nueva, Aldemaro Romero.