El jesuita Alfredo Infante: “La cúpula del Gobierno vive en una ficción ideológica”
El sacerdote jesuita Alfredo Infante considera que si el gobierno insiste en este proyecto político quedará inhabilitado electoralmente
Necesitamos una conversión porque nos estamos deshumanizando, porque estamos mutando, porque la vileza sustituyó la viveza y porque, de seguir así, dice el sacerdote jesuita, Alfredo Infante, la reconstrucción del tejido social costará muchísimo más que un simple cambio de gobierno.
Al quebrarse el aparato productivo se han desatado relaciones económicas de subsistencia y circuitos económicos mafiosos en todos los estratos sociales”.
Con esto el director de la revista SIC -del Centro Gumilla que se publica desde 1938- ahonda en la caracterización del reciente aumento de salario mínimo decretado por el Gobierno; una medida que, según economistas y gremios, acelera la destrucción del aparato productivo.
Pregunta- El Gobierno sabe que la ecuación básica dice que sin producción el reciente aumento de salario se traduce en más inflación. ¿Por qué lo hace? ¿No es un cuchillo para su garganta?
Repuesta- Estoy de acuerdo con el presupuesto de tu pregunta. El ciudadano de a pie sabe que más dinero en la calle y menos productividad se traducirá en más inflación, es decir, que tal aumento es una ficción. ¿Por qué lo hace? Creo entrever varias razones:
- La cúpula del Gobierno vive en una ficción ideológica y cualquier medida que tome será parida por esta matriz ideológica, totalmente de espalda a la realidad cotidiana que vive el ciudadano de a pie. Este gobierno necesita una cura de realidad porque cree vivir en el país de las maravillas.
- El gobierno está montado en el caballo de la guerra económica y, aunque este aumento es para los funcionarios públicos, incidirá como demanda en el sector privado haciendo cada vez más insostenible cualquier empresa y por tanto quebrará aún más el aparato productivo. En la lógica de la guerra económica la medida es un misil contra el sector privado y el aparato productivo.
- Desde el punto de vista político es una medida efectista y populista que comienza a aplicarse el 1 de septiembre fecha en la que se prevé movilización pro revocatorio.
Por supuesto que la medida es un cuchillo para su garganta pero obedece al inmediatismo de quien está en el poder, es decir, un pataleo de ahorcao. También no hay que ser ingenuo y preguntarse: ¿Qué negocios hay detrás de la medida? Ante la no transparencia económica de este gobierno, cabe siempre esta pregunta.
– Ante el aumento de salario hay dos lecturas: la ratificación de un gobierno populista que sabe que, gran parte de esa medida, recae sobre el sector privado. Otra, que busca deliberadamente acelerar un conflicto.
– Estoy más de acuerdo con la primera hipótesis. Aunque las estratagemas inconstitucionales del gobierno en contra del referendo revocatorio 2016 parecieran ir ordenadas a caldear los ánimos para que la gente se enfurezca y tome atajos violentos, no creo que este sea el caso de la medida. Más bien creo que la medida busca desmovilizar a los funcionarios públicos y quebrar al sector privado en la lógica de la cacareada guerra económica.
– Algunas opiniones apuntan a que el Gobierno comienza con esto una campaña electoral pero ¿qué tanto? El año pasado ya vieron los resultados en las elecciones parlamentarias. ¿Por qué insistir en la misma fórmula?
– Este gobierno ha perdido mucha legitimidad, si consideramos que la legitimidad política es correlativa a la autoritas política. Las encuestas así lo indican, la legitimidad está por el piso, más allá de los enchufados, nadie cree en este gobierno, ni la misma base chavista. Las elecciones parlamentarias, tal como sentenció sabiamente monseñor Diego Padrón, fueron un auténtico referendo. Este gobierno si sigue empeñado en su modelo político económico estará inhabilitado política y moralmente para ganar elecciones. La mejor campaña que este gobierno puede hacer es negociar, concertar, poner al país en el centro.
– La revista SIC ha dicho en su editorial este año: la crisis de humanidad y la escasez de misericordia. ¿Qué tanto el Gobierno está consciente de esto?
– Hemos venido repitiendo que las relaciones económicas inciden significativamente en las otras dimensiones de la vida. Al quebrarse el aparato productivo se han desatado relaciones económicas de subsistencia y circuitos económicos mafiosos en todos los estratos sociales, despertando ya no la viveza criolla, sino la vileza criolla, y entonces se están desatando modos de relaciones que nos están deteriorando humanamente y socialmente. Por eso decimos, que el mayor daño que este gobierno ha hecho es el daño antropológico que nos ha sumergido en esta crisis de humanidad. Somos una sociedad enferma que está perdiendo la sensibilidad, nos estamos descorazonando. Necesitamos una conversión. Dice Jesús: por sus frutos lo conoceréis. Esta es la sociedad nueva y el hombre nuevo que esta revolución desató.
– ¿Cómo avizora lo que queda de este último semestre?
– El doctor Felipe Pérez Martí repite mucho, “más que pronosticar el país, nos toca producir el país que queremos”. Pero, bueno, valga el atrevimiento pronosticaremos: creo que el gobierno, desde el poder, hará lo posible por torpedear el derecho ciudadano al referendo revocatorio en 2016, ya lo está haciendo, afianzará esta estrategia. También hará todo lo posible por poner el referendo en el esquema de la polarización para amalgamar al chavismo que está muy descontento, en esto invertirá sus energías. La oposición tiene que tratar de desmarcar el referendo de la polarización y para eso tiene que insistir que el objetivo real del referendo es crear las condiciones para la concertación nacional, fuera del revanchismo. No se trata de un quítate tú pa’ ponerme yo, se trata de aunar esfuerzo para reconstruir el país. Si la oposición cae en el juego de la polarización pisará el cable pelao que le lanza el gobierno.
Fuente: Correo del Caroní 27-08-2016
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