Margarita López Maya: Crecer en la adversidad
La vida individual y colectiva nunca es una línea recta. Tiene sus alzas y bajas, y momentos definitorios, donde se abren opciones de diferentes porvenires. Las personas y naciones tienen sus idiosincrasias, sus personalidades, por así decir. Ellas las hacen únicas y condicionan sus maneras de responder a situaciones normales o excepcionales.
Tras el anuncio oficial del CNE el pasado 21, estableciendo las normas que regirán el RR presidencial, aguas ya muy revueltas se convirtieron en una tempestad. Las rectoras se pusieron al margen de la ley, lo que nos coloca como ciudadanos en un momento definitorio de nuestro porvenir. ¿Cómo lo asumiremos colectivamente?
Cuando se entra en emergencias como esta, hay que enfocar nuestra mirada en el futuro de paz, bienestar y democracia que queremos. Habrá luego tiempo para recriminaciones sobre el pasado. También hay que saber entender la complejidad del problema. Aunque las decisiones tomadas violan la Crbv, el problema no es solo ni principalmente legal, es político. Violan la ley porque el chavismo al que pertenecen tiene poder, dinero, militares y grupos armados para creer que puede salirse con la suya. El análisis de nuestras oportunidades ante este problema que confrontamos necesita inteligencia, cabeza fría, paciencia y perseverancia.
Con estas recientes decisiones el chavismo traspasó los límites de un régimen híbrido y entró en el mundo de la dictadura. Maduro agoniza, pero amenaza con llevarse al país con él. Y cada ciudadano, partido y dirigente que busca ese futuro de paz, bienestar y democracia, está en la obligación de contribuir a impedirlo. ¿Cómo? Lo primero es comprender que solo unidos, actores políticos, sociales y ciudadanos, tendremos la fuerza para sobrevivir al oleaje levantado por estas vergonzosas decisiones. Esto implica para la ciudadanía confiar en los partidos que vienen construyendo el barco y la ruta para sacarnos del vendaval. Es hora de mostrar madurez, sindéresis y confianza en la conducción política. Para los partidos es su hora de la verdad. Deben permanecer abiertos a la discusión, pero unidos en la acción, so pena de que todos naufraguemos. Así, con lo bueno y malo de nuestra idiosincrasia, debemos crecernos ante esta adversidad.
Fuente: 26-09-2016
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