Rafael Cadenas: “Se le suele pedir mucho a la poesía”
El autor acaba de publicar Contestaciones, libro en el que toma expresiones de distintos personajes históricos para refutarlas, ampliarlas o negarlas
20 DE NOVIEMBRE 2016 - 11:33 PM
Rafael Cadenas acaba de publicar Contestaciones(Fundación para la Cultura Urbana), un libro que el poeta considera un diálogo con otros autores a través de la ironía, el sarcasmo y la crítica.
En el libro, recientemente publicado, el escritor toma citas de destacadas figuras para comentarlas, rebatirlas, ampliarlas o complementarlas.
Sobre Mao Zedong dice que no tenía sensibilidad y recuerda a Pablo Neruda como uno de los tantos poetas que apoyaron a Stalin y nunca pidieron perdón. Rimbaud dijo que la vida está en otra parte, pero Cadenas lo niega en las páginas del libro. Asegura: “Está donde estemos, pues somos también ella”. Coincide con Dante, quien considera necesario abandonar toda esperanza. “No es mal consejo cuando el infierno está tan cerca”, escribe. Artur Lundkvist se comprometía a estar con los revolucionarios hasta que llegaran al poder, pero para el poeta cuando eso ocurre, ya no hay remedio.
Cadenas, nacido en 1930, ha sido noticia en los meses recientes. El año pasado ganó el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca y a mediados de 2016 Libros El Nacional reeditó En torno al lenguaje.
—¿Por qué publicar un libro como Contestaciones?
—Fue idea de un amigo, Andrés Boersner. Acudí por ser la primera vez que se hacía esto, al menos en libro, contestar expresiones de diferentes autores para a través de ellos decir lo que uno piensa. Aclaro que no son aforismos, estos son independientes. Las contestaciones dependen de diversas fuentes.
—¿En qué se basó para la elección de los personajes que aparecen en el libro?
—No los elegí a ellos, sino lo que dicen para contradecirlo o comentarlo.
—Posiblemente a algunos los admiró en algún momento. ¿La contestación entonces sirve como catarsis en esos casos?
—Sigo admirándolos, separo su obra del error que cometieron al apoyar dictaduras horrendas porque creían que estaban creando una sociedad perfecta, un paraíso. Mi generación no estuvo exenta de esa ingenuidad, pero hubo excepciones, jóvenes que no creyeron el cuento de Stalin. Lo grave es que aún hay estalinistas con poder o que aspiran tenerlo para destrozar todo y recomenzar la creación de ese paraíso. El inconveniente es que para lograrlo se pasa antes por el infierno y millones de personas son sacrificadas en aras del futuro. El totalitarismo sigue siendo el mayor peligro en el mundo. Ha producido regímenes dinásticos. He dicho que los gobiernos comunistas son lo más parecido a las monarquías absolutas. En la otra acera pasa lo mismo. Jorge Luis Borges, a quien tanto admiro, apoyó el criminal militarismo de Argentina.
—¿Qué puede hacer el poeta en la penuria?
—Escribir para contrarrestarla, pero es poca la gente que lee poesía, o incluso narrativa. La palabra que utiliza Friedrich Hölderlin (quien se refiere a los poetas en tiempos de penuria) no alude a la cuestión material, sino a lo que tiene que ver con el espíritu. Ese es el sentido que él le da, que no es el que está en el diccionario alemán.
—¿Por qué entonces es necesario el poeta?
—Se trata de algo extraño. Nunca se ha leído mucha poesía, pero ella siempre ha existido a lo largo de los siglos. Debe de haber en el ser humano una profunda necesidad de ese hacer aparentemente prescindible, y quien lo realiza es esa persona que llamamos poeta.
—¿Cómo encontrar sosiego en la poesía en estos tiempos?
—Se le suele pedir mucho a la poesía. Por ejemplo acá, en un país de tanto desasosiego, a causa del régimen que padecemos, ¿qué puede hacer ella? Su tarea es mucho más difícil que en uno normal, donde exista democracia, justicia, honestidad.
—Ha advertido del peligro de vivir absolutamente del Estado. ¿Cómo se define usted ideológicamente?
—Como demócrata. Esa es mi postura. Uno de los problemas que tenemos y que se ha incrementado es que hay mucha dependencia del Estado. En los regímenes comunistas esa dependencia es absoluta. Lleva a una especie de esclavitud moderna.
—¿Cómo se revierte esa dependencia?
—Mediante la producción que pueda satisfacer las necesidades de la gente. Es la manera de equilibrar.
—La Escuela de Letras de la UCV cumplió 70 años y se encuentra en uno de los momentos más difíciles por la crisis. Recientemente ha participado en actividades conmemorativas.
—No solo la escuela, sino toda la universidad. Es un momento muy difícil para la universidad porque se puede decir que los profesores se encuentran en estado de pobreza. Ni hablar de los estudiantes.
En honor al maestro
En abril se llevó a cabo la primera edición del Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas. El sábado se presentará en la librería Kalathos del Centro de Arte Los Galpones, a las 3:00 pm, la antología con los poemas participantes.
El libro reúne piezas como “Canto 14” de Willy McKey que obtuvo el primer lugar, “Angustia” de José Soledad (segundo lugar) y “Sueños de Papel” de Luis Barraza Quintero (tercer lugar). También están “A mí la locura me viene de mi madre” de Yorgenis Ramírez, “Un caracol” de Antonio Escalante y “Aladdin Superstar” de Nesfran González, entre otros.
Rafael Cadenas acaba de publicar Contestaciones(Fundación para la Cultura Urbana), un libro que el poeta considera un diálogo con otros autores a través de la ironía, el sarcasmo y la crítica.
En el libro, recientemente publicado, el escritor toma citas de destacadas figuras para comentarlas, rebatirlas, ampliarlas o complementarlas.
Sobre Mao Zedong dice que no tenía sensibilidad y recuerda a Pablo Neruda como uno de los tantos poetas que apoyaron a Stalin y nunca pidieron perdón. Rimbaud dijo que la vida está en otra parte, pero Cadenas lo niega en las páginas del libro. Asegura: “Está donde estemos, pues somos también ella”. Coincide con Dante, quien considera necesario abandonar toda esperanza. “No es mal consejo cuando el infierno está tan cerca”, escribe. Artur Lundkvist se comprometía a estar con los revolucionarios hasta que llegaran al poder, pero para el poeta cuando eso ocurre, ya no hay remedio.
Cadenas, nacido en 1930, ha sido noticia en los meses recientes. El año pasado ganó el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca y a mediados de 2016 Libros El Nacional reeditó En torno al lenguaje.
—¿Por qué publicar un libro como Contestaciones?
—Fue idea de un amigo, Andrés Boersner. Acudí por ser la primera vez que se hacía esto, al menos en libro, contestar expresiones de diferentes autores para a través de ellos decir lo que uno piensa. Aclaro que no son aforismos, estos son independientes. Las contestaciones dependen de diversas fuentes.
—¿En qué se basó para la elección de los personajes que aparecen en el libro?
—No los elegí a ellos, sino lo que dicen para contradecirlo o comentarlo.
—Posiblemente a algunos los admiró en algún momento. ¿La contestación entonces sirve como catarsis en esos casos?
—Sigo admirándolos, separo su obra del error que cometieron al apoyar dictaduras horrendas porque creían que estaban creando una sociedad perfecta, un paraíso. Mi generación no estuvo exenta de esa ingenuidad, pero hubo excepciones, jóvenes que no creyeron el cuento de Stalin. Lo grave es que aún hay estalinistas con poder o que aspiran tenerlo para destrozar todo y recomenzar la creación de ese paraíso. El inconveniente es que para lograrlo se pasa antes por el infierno y millones de personas son sacrificadas en aras del futuro. El totalitarismo sigue siendo el mayor peligro en el mundo. Ha producido regímenes dinásticos. He dicho que los gobiernos comunistas son lo más parecido a las monarquías absolutas. En la otra acera pasa lo mismo. Jorge Luis Borges, a quien tanto admiro, apoyó el criminal militarismo de Argentina.
—¿Qué puede hacer el poeta en la penuria?
—Escribir para contrarrestarla, pero es poca la gente que lee poesía, o incluso narrativa. La palabra que utiliza Friedrich Hölderlin (quien se refiere a los poetas en tiempos de penuria) no alude a la cuestión material, sino a lo que tiene que ver con el espíritu. Ese es el sentido que él le da, que no es el que está en el diccionario alemán.
—¿Por qué entonces es necesario el poeta?
—Se trata de algo extraño. Nunca se ha leído mucha poesía, pero ella siempre ha existido a lo largo de los siglos. Debe de haber en el ser humano una profunda necesidad de ese hacer aparentemente prescindible, y quien lo realiza es esa persona que llamamos poeta.
—¿Cómo encontrar sosiego en la poesía en estos tiempos?
—Se le suele pedir mucho a la poesía. Por ejemplo acá, en un país de tanto desasosiego, a causa del régimen que padecemos, ¿qué puede hacer ella? Su tarea es mucho más difícil que en uno normal, donde exista democracia, justicia, honestidad.
—Ha advertido del peligro de vivir absolutamente del Estado. ¿Cómo se define usted ideológicamente?
—Como demócrata. Esa es mi postura. Uno de los problemas que tenemos y que se ha incrementado es que hay mucha dependencia del Estado. En los regímenes comunistas esa dependencia es absoluta. Lleva a una especie de esclavitud moderna.
—¿Cómo se revierte esa dependencia?
—Mediante la producción que pueda satisfacer las necesidades de la gente. Es la manera de equilibrar.
—La Escuela de Letras de la UCV cumplió 70 años y se encuentra en uno de los momentos más difíciles por la crisis. Recientemente ha participado en actividades conmemorativas.
—No solo la escuela, sino toda la universidad. Es un momento muy difícil para la universidad porque se puede decir que los profesores se encuentran en estado de pobreza. Ni hablar de los estudiantes.
En honor al maestro
En abril se llevó a cabo la primera edición del Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas. El sábado se presentará en la librería Kalathos del Centro de Arte Los Galpones, a las 3:00 pm, la antología con los poemas participantes.
El libro reúne piezas como “Canto 14” de Willy McKey que obtuvo el primer lugar, “Angustia” de José Soledad (segundo lugar) y “Sueños de Papel” de Luis Barraza Quintero (tercer lugar). También están “A mí la locura me viene de mi madre” de Yorgenis Ramírez, “Un caracol” de Antonio Escalante y “Aladdin Superstar” de Nesfran González, entre otros.
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