Rara estrategia
En la historia de Venezuela sobran las anécdotas de mandatarios y líder. No es una gran cosa, a decir verdad. En toda la humanidad sobran los cuentos que involucran a personalidades al frente de gobiernos o instituciones. Kissinger, Lincoln, Churchill, Hitler, Clinton, Nixon, Bush, Trump, José Antonio Páez, Bolívar, Gómez, Pérez Jiménez. Montañas de cuentos alrededor de estos y muchos otros personajes.
Que si no sabía leer, que se vomitó en la mesa de otro mandatario, que sufría del colon y eso lo llevó a cometer serios ataques contra la tranquilidad de vecinos comensales, que era tan mujeriego hasta el extremo de equivocar parejas y salones. O, como en estos tiempos de revolución, que se cansan de ejecutar loqueteras en radio, televisión, prensa, en cadena o cuando salen por ahí al exterior a pasear un ratico y a comer y beber como dios manda.
Veamos algunas que han marcado la historia de los dimes y diretes de la gente en estos 18 años, aunque hay que aclarar que para muchos, tal vez demasiados, se trata de actos realizados con toda la intención con el objetivo de desviar la lupa de problemas más urgentes.
Chávez: No tuvo ninguna duda en escribir “adquerir” en un pizarrón, mientras el profesor Aristóbulo Istúriz se hacía el loco para no tener que corregir a su jefe en público. Y no lo hizo. Ese día el maestro se ganó un par de medallas y aseguró varios altos cargos a futuro.
Maduro: "en todas estas operaciones de liberación y protección del pueblo de la OLP está dedicado Gustavo González López (Ministro del Interior y de Justicia) las 35 horas del día…”
Chávez: pues al comandante no le tembló el pulso para meterle a las matemáticas en plena cadena nacional. Decía que le encantaban los números. Menos mal. Ese día multiplicó 7x8 y le dio 52.
Maduro: aquí van varios de un solo tiro. "Cristo multiplicó los penes", "milímetro de segundos", "esos capitalistas que roban como nosotros", "millones y millonas", "libros y libras”.
Chávez: otra de números. Esta vez en el Congreso. Dividió 1.200 entre 60 para llevar el resultado a horas, le dio 20. Otro lo corrigió y dividió 1.200 entre 60. El resultado fue 50. Ahora sí se ubicó en horas.
Maduro: "sería un autosuicidio colectivo de la economía del país", dijo en rechazo a la propuesta de crear de un sistema con unitario de cambio.
Chávez: Muy emocionado pregunta al público, ¿cuánto tiempo tiene la especie humana? El mismo contesta rápido: unos 20 siglos.
Maduro: en la conmemoración del Bicentenario de la Batalla de San Mateo volvió a citar a Bolívar. "Y así como fue a los tres años huérfano de padre, a los nueve huérfano de madre, apenas a los 17 ó 18 años fue huérfano de esposa, si se puede decir de esa forma, al final quedó solito para cumplir su destino".
Chávez: “yo mastico coca. Yo mastico hojas de coca. Evo me manda todos los días desde Bolivia”. No tendría nada de extraño si no fuera por las múltiples acusaciones de narcotráfico que involucraban a importantes personajes de su gobierno justo en esos días.
Maduro: “el Hombre Araña es cómplice de la fábrica de antivalores que fomenta la violencia entre los jóvenes de Venezuela”. El chavismo siempre ha culpado a otro de sus errores, pero este señalamiento de Maduro todavía está entre los campeones.
Chávez: un día, durante su programa dominical Aló Presidente, que todavía se transmite a pesar de que el protagonista está muerto, al comandante le dio por contarle a Venezuela las peripecias de una terrible diarrea que lo martirizó durante una cadena nacional. Dio detalles de dolores, gases y hasta de la culminación del proceso. Extraño, pero así fue.
Maduro: Apenas murió Hugo Chávez comenzó a compararlo con Cristo. Esto se agrava cuando las encuestas se le ponen fea a Maduro y al partido de gobierno. Pero, la verdad, entre tanta hambre e inseguridad ya ni Chávez ayuda.
Por los resultados, se impone otra estrategia. Si acaso estas loqueteras son realmente parte de la actual estrategia.
Twitter: @ejrl
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