Se tienen evidencias de que, a principios del siglo XIII, ya existía una capilla de Nuestra Señora de la Espina, cerca de Châlons-sur-Marne, en Champagne (Francia). Desde 1405, es conocida como un importante lugar de peregrinación en Champagne y en otras partes. De ahí siguió, en 1406, la construcción de la actual iglesia, que continuó hasta 1527. La iglesia de Nuestra Señora de la Espina fue elevada a rango de basílica en 1914. Su nombre proviene de la devoción a una estatua que representa a la Virgen con el Niño Jesús que, según una tradición conocida desde el siglo XVII, fue hallada por unos pastores en la Edad Media. En la noche del 23 al 24 de marzo de 1400, en la meseta de Champagne, cerca de una antigua capilla dedicada a san Juan Bautista, los pastores vieron una "luz deslumbrante" surgir de un matorral y ahí descubrieron una estatua de la Virgen y el Niño de 50 cm de altura. Entonces, se construyó un oratorio. La estatua se conserva y todavía se exhibe una réplica en la basílica. ¡Una basílica que tiene las dimensiones de una catedral! Siempre ha impresionado a viajeros e inspirado a escritores, en particular a Víctor Hugo, Alejandro Dumas, Joris-Karl Huysmans, Paul Claudel y Paul Fort. Es este peregrinaje el que dio origen a la construcción de un asombroso edificio para un pueblo modesto. Los grandes períodos de devoción fueron durante el siglo XV y, más tarde, en el siglo XVII. En el siglo XIX revivieron las peregrinaciones, especialmente después de la guerra franco-prusiana. Hoy, las dos fechas principales son la romería diocesana de mayo y la fiesta de la Asunción, que es la fiesta patronal. |
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