Opinión
y Libertad
Gloria
Cuenca
La civilización del humano entendida, entre
otros aspectos, como aceptación, tolerancia y respeto por el otro, forma parte
del crecimiento de las sociedades en medio de las democracias y las libertades.
El crecimiento y el desarrollo no se manifiestan de la misma forma. Hace
décadas se habló del desarrollo desigual, para quitar la idea del subdesarrollo,
que ponía a unos pueblos y naciones detrás de otros. Esta idea ocasionó malestar entre estudiosos de las ciencias sociales:
comunicólogos, economistas, estadígrafos sociólogos educadores, psicólogos,
también filósofos y lingüistas, además de otros especialistas, al sentir un
importante grado de descalificación en esa forma de categorizar a los pueblos
que, obviamente, estaban atrasados.
En oportunidades, la verdad resulta
desagradable y avasallante. Sin embargo, ¿Quién lo duda? Hay pueblos avanzados
y otros, en la retaguardia. Por decirlo de alguna manera. Aún hay otros, que
quieren pasar por adelantados. Con manipulaciones, propaganda y muchos otros
subterfugios logran aparecer como avanzados y desarrollados- sin serlo. La
guerra reciente es un ejemplo: las mentiras pueden lograr mucho en el campo de
la propaganda política o del marketing político, como también se le llama.
El problema que me preocupa refiere a:
libertad de pensamiento y libertad de opinión. Creo con seriedad y absoluta
responsabilidad que el desarrollo humano se debe y puede medir por la capacidad
de tolerar al otro/a. Cada día que pasa pongo a prueba mi capacidad de aceptación.
No es fácil, pero es que ¿hay algo fácil en la vida?
Por razones desconocidas mi twitter, dejó
de funcionar. Lo recupero. Al fin recibo
algo de lo que se debate y comenta. También, por las llamadas me voy enterando.
Tendría que escribir largo, para transmitir todas las cosas que me ocupan. Decido
reflexionar sobre la libertad de pensamiento y de opinión, dada la
trascendencia de la cuestión. Recuerdo
el claro inicio del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano:” Todo individuo tiene Derecho a la libertad de opinión
y de expresión, lo que implica el derecho de no ser inquietado por sus
opiniones…” ¿Será que los venezolanos no recordamos lo que es la opinión? ¡Ah,
ya se! Se les pegó del régimen, a quienes no se les puede hacer ni un chiste. Amigos,
desde el siglo XVIII se dijo:” los hechos son sagrados, la opinión es libre”. Analizar
en profundidad, lo que implica que, la opinión es libre, resulta, imprescindible,
pues debe existir libertad de pensamiento, con anterioridad. Se trata de una
libertad individual fundamental.
La democracia, por la que luchamos a
diario, es eso: un debate de ideas, opiniones, pareceres, diferentes y
constantes. El objetivo final es que, la sumatoria de todas esas opiniones, aún
las más contrarias y disparatadas, nos permitan conocer el pensamiento de los
ciudadanos. Darnos cuenta de lo que se quiere, se espera, se necesita; conocer
lo que tenemos efectivamente, y ver si se puede adecuar a la realidad.
Escucharnos, oírnos, implica un alto grado de madurez y crecimiento. En
particular, cuando se trata de temas complejos para entender. Sí no estamos de
acuerdo, es más importante.
Se ha dicho: el poder lo tiene quien escucha. Insultar
a quien expresa una opinión por no compartirla y se arriesga a expresarse, es
lo contrario a la democracia. Agredir y pretender descalificar a quien señala un
punto de vista, valientemente, sabiendo que no será aplaudido, pero que
pretende hacer planteamientos diferentes, resulta de un atraso absoluto. Si no estamos de acuerdo con ello, los
rechazamos, pero si tienen alguna lógica hay que, al menos discutirlos y
evaluarlos. Para aceptarlos, asumir una parte o rechazarlos de plano. Esa es la
democracia por la que hemos luchado por tantos años. Cientos han dejado la vida
en esas luchas y muchos, más de lo que desearíamos, han perdido su libertad, su
salud y su paz.
Hay una sentencia, que me enseñó Adolfo
Luis Herrera, (QEPD)” Lo peor que nos puede pasar, decía, es que nos
transformemos en lo que tanto odiamos y contra lo que luchamos”. Insistía:” hay
que estar alertas, revisarse, auto evaluarse”. No me canso de repetirlo. Tenerlo
presente es fundamental, para no terminar siendo lo que tanto aborrecemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario