Septiembre post-electoral
Septiembre post-electoral
  • Ataques a los actores políticos, un multiverso de especulaciones sobre el presidente del CNE y desinformación electoral en Estados Unidos, así como ataques a la validez de las actas recopiladas por la oposición, fueron las tendencias desinformantes más comunes

A dos meses del bloqueo de X en Venezuela y la recomendación oficial de desinstalar WhatsApp, con cientos de arrestos relacionados con la revisión ilegal de teléfonos móviles en búsqueda de contenidos vinculados a la denuncia de fraude en los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, en Cocuyo Chequea registramos una importante reducción en la consultas sobre contenidos dudosos a La Tía del Whatsapp, nuestro chatbot en Whatsapp al que te puedes unir acá.

Aún así, en septiembre publicamos 22 verificaciones, incluyendo cinco explicadores. Los chequeos versaron sobre desinformación post-electoral: ataques a actores políticos, desde un falso infarto (predicho por un brujo haitiano) al gobernante Nicolás Maduro, los falsos boletos a España de la hija de Edmundo González (generado por una de las pseudo-encuestadoras que C-Informa determinó como desinformantes), la falsa denuncia de María Corina Machado (que imitaba su voz con Inteligencia Artificial) sobre un soborno millonario de Maduro al Edmundo González para que saliera del país y renunciara a reclamar su triunfo electoral, además del falso audio filtrado (también con voz sintética) que revelaba cómo se acordó el fraude entre Maduro y Amoroso.

Multiverso desinformante

Sobre el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), visto por última vez el 5 de agosto, cuando acudió al Tribunal Supremo de Justicia a entregar material electoral, se han abierto distintas versiones desinformantes que lo ubican como arrestado, secuestrado o deportado, según cuentas que hasta pocos días antes de desinformar al respecto hablaban de fútbol, humor o viejos programas de televisión dominicana.

Así verificamos que Amoroso no fue detenido en Argentina por lo que tampoco ha sido ni fue extraditado a Estados Unidos, ni se encuentra “secuestrado” en Miraflores, como han asegurado tiktokers y cuentas de Youtube que antes hablaban de deportes, las cuales aseguran que Michael Jackson está vivo o mienten diciendo que Machado llamó cobarde a González Urrutia por su salida de Venezuela. Haber desinformado antes y escribir mal el apellido del presidente del CNE tampoco ayuda.

Y como las desinformaciones, al igual que las teorías de conspiración, pueden anularse entre sí, contradecirse o ignorar que fueron desmentidas, tampoco es cierto que la ONU o el Departamento de Estado de Estados Unidos pidieron orden de arresto contra Elvis Amoroso (y explicamos que tampoco pueden así como así). 

Actores electorales y post-electorales

En tantas variaciones de la biodiversidad desinformante, también desmentimos el falso fallecimiento de la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, que nos hizo recordar cuando a un funcionario de Mercal Aragua lo hicieron pasar por uno del CNE, para luego desinformar que lo “arrestaron” o “falleció”.

Ya que estamos para explicaciones, justo y necesario contar quién es Erik Prince, la cara estadounidense visible detrás del Ya Casi Venezuela, una iniciativa también apoyada por Iván Simonovis y que terminó siendo una “vaca” digital con un destino poco claro.

Porque este ex-marine y contratista militar privado, acusado de violaciones de Derechos Humanos, cuya empresa Blackwater fue perdonada por Donald Trump y hermano de una de sus ex Secretarias (similar a una ministra) también visitó a Delcy Rodríguez en 2019 de forma privada. Está conectado el hombre, hay que decirlo.

Cuidado, alerta, desinformación a la vista

Letras rojas, emoticones de alerta, advertencias urgentes. Junto a la desinformación sociopolítica también hay otro tipo de alertas, igualmente tóxicas para la salud mental y el ecosistema informativo venezolano.

Unas más claramente políticas, como el decomiso de un buque venezolano cargado de oro y petróleo por parte de la Armada de Estados Unidos, que distribuyó un canal llamado Fútbol Total y el Bono Soy Tu Presidente 2024, que presuntamente le daría votos electrónicos a Maduro en el CNE, que fue distribuido y desmentido por igual por usuarios de redes sociales cercanos al oficialismo. 

También revivieron el contenido  zombi que acusa al gobernante Maduro de haber disparado desde el Puente Llaguno en Caracas el 11 de abril de 2002, desinformación que aprovecha cierto parecido físico con el exconcejal del Movimiento V República, Richard Peñalver; y la falsa carta desgraciada, con apoyo de medios privados que hasta hace unos años eran independientes, en la que María Corina Machado pidió intervención militar en Venezuela a los mandatarios de Israel y Argentina, cuando lo que pedía era apoyo diplomático en el Consejo de Seguridad de la ONU, que no es lo mismo ni se escribe igual. 

Otros son ligeramente más elaborados, como el titular del diario NY Times que pide que se reconociera el triunfo de Nicolás Maduro en las presidenciales. Sí fue cierto pero se publicó en octubre de 2022, en referencia a la política exterior de Estados Unidos y la insistencia en darle reconocimiento al gobierno de Juan Guaidó. Además, era un artículo de opinión de un ex-editor del diario, no una editorial ni una noticia de este medio estadounidense.

Otros siembran confusión, engaño y desencanto como el domo de calor “que ya viene”, el apagón nacional por 24 horas, las multas a pasajeros que no usen cinturón de seguridad, las multas por usar dólares con logos chimbos de la Sundde. Algunos han circulado antes, están descontextualizados o son noticias reales pero no de Venezuela.

Actas verdaderas, acusaciones falsas

Lajactaj” como dice la comediante venezolana Joanna Hausmann, siguieron en el ojo de la discusión política en Venezuela, incluyendo el cálculo experto del laureado matemático Tao Terence, quien dijo que la posibilidad de que los presentados por el CNE sean reales es de 1 en 100 millones, usando fórmulas bayesianas.

De forma contradictoria, encontramos dos ataques contra la validez de las actas electorales por parte de dos actores oficialistas. 

Primero, el Fiscal General electo por la Asamblea Nacional Constituyente de 2017, Tarek William Saab, aseguró que eran falsas y apócrifas, porque aparecían personas que no votaron y fallecidos. Ya lo habíamos verificado antes, así que lo volvimos a explicar: las actas electorales en la página web de resultados del Comando Con Vzla, como las que mostró el Centro Carter en la Organización de Estados Americanos, son las impresas por las máquinas de votación.

Además, no revelan quién votó ni por quién, sino los resultados de la mesa donde apareces en el Registro Electoral, bien seas un migrante al que no permitieron cambiar de residencia o el electores fallecidos que aún no se desincorporan del mismo.

Luego fue Daniel Valero, promotor de los criptoactivos en Venezuela y quien tiene sus polémicas propias, aseguró que las actas provenían de una maniobra tecnológica ilegal llamada “web scrapping” que extrajo los datos de la web del CNE, pero esto es falso. Varias cosas: esta técnica es legal si hablamos de datos públicos como el Registro Electoral, esta sí se usó pero para extraer la lista de distribución de electorales por centros más reciente (que María Corina Machado dijo que se cambió a pocos días del 28J), pero las actas no salieron de allí sino son escaneos de alta calidad de las impresiones que hacen las máquinas de votación.

Aprovechamos acá para explicar cómo se verifica el discurso público y qué significa, usando nuestra metodología. Las declaraciones de Saab y Valero sí se hicieron. Es decir, sí dijeron lo que dijeron, es cierto. Pero no es cierto lo que dijeron: desinformaron al dar por cierto algo que no lo es, no tiene fundamento o se basa en conceptos errados.

Washington, Caracas

En noviembre habrá elecciones presidenciales en Estados Unidos y serán históricas. Se elegirá a la primera mujer como presidenta, además de color e hija de migrantes, o volverá el multimillonario Donald Trum (también nieto de un migrante) y que ya ocupó la Casa Blanca, conocido por su tendencia a la desinformación, al racismo, la xenofobia y la posverdad, además de acusar a los medios de distribuir “fake news” para acusarlo. No es el primero ni el único en esas.

Estos comicios, en el año electoral más grande de la historia, son de suma importancia para Venezuela, que se ha colado en el debate presidencial. En este, Trump aseguró que los haitianos comían perros y gatos, pero también repitió que Maduro había enviado a miles de delincuentes a Estados Unidos, lo que había hecho segura a Caracas y zona roja a Washington, pero además, repitió también la narrativa de culpar de todo lo que existe al Tren de Aragua. 

Unos villanos ideales para que los dueños de conjuntos de apartamentos que prefieren no costear los arreglos necesarios en los edificios que arriendan señalen a la famosa banda, nada inocente, de ser responsable del malvivir de vecinos en Aurora, Colorado. Acá explicamos cómo algunos políticos y medios repiten esta desinformación con base en xenofobia, oportunismo electoral y ataque político, que termina estigmatizando a la diáspora venezolana, pero también que la policía y autoridades desmienten que sean los salidos de Tocorón los responsables, mientras estudios revelan que no son los migrantes los culpables de la mayoría de la criminalidad en Estados Unidos, que además sigue bajando como en los últimos años.

En medio de la diatriba política, también desmentimos que Kamala Harris haya sido militante del Partido Comunista de la Unión Soviética. Y es que como hicieron con el carnet falso de la CIA de Edmundo González, a la vicepresidenta de Estados Unidos la acusaron con prejuicios, sesgos y un carnet descargado de Internet con fines de entretenimiento. En este caso, querer creer o sentir que son reales, les dan validez, porque coinciden con los prejuicios que se elaboran alrededor de los políticos aunque no tengan base en la realidad.

Citando al investigador español Miguel Del Fresno en su estudio “Desórdenes informativos: sobreexpuestos e infrainformados en la era de la posverdad” sobre la posverdad”: para entender la construcción de la post-verdad impulsada por los líderes anti-políticos en redes sociales: “dado que las emociones y sentimientos son reales (entonces) los hechos que los provocan, los desórdenes informativos, tienen que ser reales”.