Cómo derrumbar un país
-Elija
a un jefe de Estado que no tenga ninguna experiencia política previa y
concentre en él todos los poderes y atribuciones.
-Desmonte
el sistema institucional y la división de poderes (no divida, multiplique).
Haga que el ciudadano pierda confianza en sus instituciones y reprima la
protesta.
Importe
y subsidie productos de otros países mientras destruye el sistema productivo
nacional. Si la gente no se inhibe lo suficiente súmele expropiaciones al plan.
No invierta en generación de electricidad y
descuide la infraestructura existente. Eso contribuye a la destrucción del
sistema productivo. Es un buen desestimulo.
Destruya
vías de comunicación o no les haga mantenimiento. Permita que los encargados de
repararlas se roben los fondos para que queden en mal estado. No ponga nunca
los ojos de gato, ¿oyó? Fomente un sistema policial delincuencial para que,
junto con los malandros, mantenga a la ciudadanía aterrorizada.
Recorte
los presupuestos de universidades nacionales, de la investigación y de la
cultura (un pueblo culto es instrumento ciego de su propia destrucción, suya de
usted).
Remunere
mal a médicos, enfermeros, docentes, bomberos, policías y aumente el sueldo de
los altos funcionarios.
Inhabilite
a todo el que no esté de acuerdo con sus políticas, para que no eche varilla.
Fomente la enemistad y el odio entre los ciudadanos, arme a la población civil
y fomente milicias de corte político.
Fuente:
Laureano Márquez. El Nacional/Siete Días, 15-5-2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario