SOBRE EL FALLIDO GOLPE DE
ESTADO DEL 4 DE FEBRERO DE 1992
En 2011, con motivo de cumplirse
19 años del fallido golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez, un texto sin firma publicado en Internet aseveró que
“Aunque lo intenten
disfrazar de bolivariano, revolucionario, justo, pacífico y lo que carajo
quieran, Chávez es un brutal criminal hoy amparado en el poder que le da ser
gobernante. Pero la gente recuerda”.
Luego explicó:
-El 4 de febrero de
1992 amanecimos de golpe en Venezuela y aún no hemos pasado la página. Esta
intentona fallida fue comandada por los tenientes coroneles Hugo Chávez,
Francisco Arias Cárdenas, Joel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta.
El día 3 de febrero de
1992 a horas de la tarde comenzó un intento de golpe de estado que estallo en
horas de la madrugada del día siguiente cuando el hasta el momento presidente
de la republica Carlos Andrés Pérez regresaba de la ciudad de Davos (Suiza)
debido a su participación en el Foro Económico Mundial. Por causa de este golpe
hubo más de 50 muertos (17 soldados), más de 50 heridos, 1.089 militares
detenidos y cuantiosas pérdidas materiales.
En el golpe de estado
estuvieron comprometidas las guarniciones militares de los estados Aragua,
Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal en una operación clandestina
llamada "Operación Zamora". Los responsables eran miembros de una
agrupación clandestina existente en el seno de las Fuerzas Armadas, conocida
como Movimiento Bolivariano MBR-200. Dicha organización fue fundada en 1983 por
los entonces capitanes del Ejército Hugo Chávez Frías, Felipe Acosta Carlés y
Jesús Urdaneta Hernández, quienes se desempeñaban como instructores de la
Academia Militar.
Después explicó:
-Según cifras oficiales
entre 143 y 300 personas fueron asesinadas, entre civiles y militares, y al
menos 85 resultaron heridas.
Respecto al origen de
la insurrección destacó:
-Los principales
líderes de la intentona golpista del 4 de febrero fueron Hugo Chávez Frías,
Francisco Arias Cárdenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y
Jesús Ortiz Contreras. Debido a que entre sus miembros figuraban oficiales de
graduaciones medias tales como comandantes, mayores, capitanes, tenientes y
tenientes-coroneles, también eran llamados COMACATE.
Muchos de los
participantes del golpe de Estado formaron parte o tenían conexión con el
Partido de la Revolución Venezolana, fundado a principio de los años 80 por el
exguerrillero Douglas Bravo, que concibió la estrategia de infiltrar las
Fuerzas Armadas venezolanas con la finalidad de tomar del poder en Venezuela;
se trataba de un ferviente antiimperialista que tenía el apoyo el régimen
cubano, y conexiones con Fidel Castro y el Che Guevara. De esta forma, al menos
10 años antes del golpe de Estado de 1992, Bravo inició el reclutamiento de
oficiales militares simpatizantes con su causa. Uno de estos oficiales fue Hugo
Chávez, a quien conoció en 1980.
También indicó:
-Chávez, quien era
teniente coronel en el ejército venezolano, fundó en 1982 el Movimiento
Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), al cual se uniría más tarde Francisco
Arias Cárdenas. La visión del grupo era que todo el sistema político debía
cambiar para alcanzar un cambio social, pero bajo las leyes venezolanas los
militares estaban subordinados a las autoridades civiles y tenían prohibida la
participación en la vida política. Sería mucho después, cuando que Chávez alcanza
el poder en 1999 por la vía del voto, que estuvieron claras las verdaderas
intenciones del grupo.
El 4 de febrero el
entonces presidente Carlos Andrés Pérez regresaba del Foro Económico Mundial de
Davos, Suiza. Fue entonces que se tenía previsto el inicio de la movilización
militar para tomar puntos estratégicos de gobierno. El asalto al palacio presidencial
se inició a las 12 p.m. del 4 de febrero mientras que al mismo tiempo,
militares al mando de Miguel Rodríguez Torres asaltaron la residencia
presidencial y otras importantes ciudades del país.
Seguidamente expresó:
-Sin embargo, ante
rumores de insubordinación las autoridades actuaron prontamente para repeler el
ataque y el presidente Pérez logra refugiarse en el Palacio de Miraflores donde
la insurrección fracasa y luego se traslada a la estación de televisión Venevisión, desde
donde se dirigió al país. Fueron actores clave contra la toma de Miraflores el
jefe y supervisor de la Escolta Civil presidencial, los comisarios de la DISIP
Hernán Fernández y Ángel E. Sierra Sánchez, el jefe de la división general de
investigaciones Jesús Barrientos y el Ministro de la Defensa, Fernando Ochoa
Antich.
Los enfrentamientos
armados fueron intensos en algunos casos, con numerosas pérdidas humanas. Según
cifras oficiales hubo entre 143 y 300 personas asesinadas durante la intentona,
entre civiles y militares, y al menos 85 personas resultaron heridas.
Una vez que fracasa la
intentona golpista en la ciudad capital, los insurgentes se rinden finalmente
cuando las guarniciones del interior del país fueron recuperadas por las
fuerzas de seguridad. Hugo Chávez fue arrestado por la DISIP, pero se le dio la
oportunidad de dirigirse al país en una alocución televisada donde asumía la
responsabilidad del golpe y ordenaba a los insurgentes que aun luchaban en
Aragua y Valencia que se rindieran, a la vez que pedía a sus seguidores que
depusieran las armas. Esta alocución tuvo un importante efecto mediático y puso
a Chávez en el centro de la discusión política en los años siguientes.
Otra fuente, Venelogía, señaló que el 4 de febrero de 1992 amanecimos de
golpe en Venezuela y aún no hemos pasado la página. Esta intentona fallida fue
comandada por los tenientes coroneles Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas,
Yoel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta.
-El día 3 de febrero de 1992 a horas de
la tarde –indicó- comenzó un intento de
golpe de estado que estalló en horas de la madrugada del día siguiente cuando
el hasta el momento presidente de la republica Carlos Andrés Pérez regresaba de
la ciudad de Davos (Suiza) debido a su participación en el Foro Económico
Mundial.
Por
causa de este golpe hubo más de 50 muertos (17 soldados), más de 50 heridos,
1.089 militares detenidos y cuantiosas pérdidas materiales.
En el golpe de estado estuvieron
comprometidas las guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo,
Miranda, Zulia y el Distrito Federal en una operación clandestina llamada
"Operación Zamora". Los responsables eran miembros de una agrupación
clandestina existente en el seno de las Fuerzas Armadas, conocida como
Movimiento Bolivariano MBR-200. Dicha organización fue fundada en 1983 por los
entonces capitanes del Ejército Hugo Chávez Frías, Felipe Acosta Carlés y Jesús
Urdaneta Hernández, quienes se desempeñaban como instructores de la Academia
Militar.
Posteriormente apuntó:
-Los principales líderes de la
intentona golpista del 4 de febrero fueron Hugo Chávez Frías, Francisco Arias
Cárdenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y Jesús Ortiz
Contreras. Debido a que entre sus miembros figuraban oficiales de graduaciones
medias tales como comandantes, mayores, capitanes, tenientes
y tenientes-coroneles, también eran llamados COMACATE.
(Cabe recordar que el jefe
de la sublevación, el teniente coronel Hugo Chávez Frías, fue el único que no
logró su objetivo y se rindió en el Museo Militar de La Planicie, Caracas)
Por otro lado, desde
Venevisión, el presidente Carlos Andrés Pérez informó acerca de la situación y condenó el
movimiento insurreccional.
-Hacia las 2 a.m. –precisó
Venelpgía- el presidente volvió a dirigirse al país, haciendo una relación de
los mensajes de adhesión que había recibido de diversos mandatarios extranjeros
e instituciones, y, en su calidad de comandante en jefe de la Fuerzas Armadas
ordenó a los insurrectos deponer las armas. Luego intervino Eduardo Fernández,
para el momento secretario general del partido COPEI, quien expresó ante las
cámaras su repudio al golpe y su adhesión al Gobierno y a las instituciones democráticas.
Otras personalidades del mundo político y de diversas organizaciones sociales
se presentaron en el canal de televisión y ante las cámaras hicieron llamados
semejantes. Las intervenciones televisivas del presidente Pérez fueron
cruciales para definir el rumbo de los acontecimientos, puesto que desalentaron
a las fuerzas insurrectas y transmitieron la impresión de que el Gobierno
controlaba la situación desde los primeros momentos.
Si bien la Operación
Zamora incluía la toma de los medios de comunicación, ello no pudo concretarse.
Un grupo insurrecto se movilizó hasta Radio Caracas Televisión (canal 2) con la
intención de transmitir una cinta de video con la grabación de sus proclamas e
intenciones; no obstante, fueron disuadidos por el personal de guardia, quienes
les aseguraron que su cinta era incompatible con los equipos de la emisora.
El general Ochoa Antich se colocó al frente de
las operaciones de las fuerzas leales. El Gobierno enfrentó la insurrección
haciendo uso de unidades de policía, del batallón de infantería Simón Bolívar,
de la 31 brigada de infantería, algunas unidades blindadas del batallón Ayala,
del destacamento 51 de la Guardia Nacional, y de aviones Bronco, Tucán y F16.
Seguidamente
señaló:
-La rendición de los
insurgentes comenzó una vez que las tropas leales retomaron el Palacio de
Miraflores a las 4 a.m. y se prolongó hasta cerca del mediodía del día 4,
cuando se entregó el máximo líder de la operación, el comandante Hugo Chávez
Frías. El presidente Pérez retornó al Palacio una vez que fue recuperado por
las fuerzas leales. La acción golpista en el Estado Zulia resultó la más
exitosa. El responsable de la operación (denominada Reconstrucción 92) fue el
teniente coronel Francisco Javier Arias Cárdenas, quien se desempeñaba como
comandante del grupo de artillería mísilística José Tadeo Monagas. Se
sublevaron el batallón de infantería mecanizada Francisco Aramendi, la batería
de artillería de defensa aérea y el grupo de artillería de campaña Pedro María
Freites. La residencia oficial del gobernador del estado, Oswaldo Álvarez Paz,
fue tomada a las 12 p.m., y desde la misma el comandante Arias Cárdenas se
proclamó gobernador militar del estado, dando a conocer a través de una emisora
radial los motivos del golpe y los principio del MBR-200. Fueron tomados el
puente sobre el lago de Maracaibo, el cuartel Libertador, los destacamentos 33
y 35 de la Guardia Nacional, el Cuartel de Patrulleros de la Policía del
Estado, la sede de la DISIP, instalaciones petroleras de la costa oriental del
lago, el comando de la Primera División de Infantería y de la Guarnición
Militar del estado Zulia, la base aérea General Rafael Urdaneta, el Aeropuerto
Internacional La Chinita, el Comando Regional 3 de la Guardia Nacional y la
estación de guardacostas de la Armada, el canal 11 de televisión, varias
estaciones de radio y las vías de acceso a Maracaibo.
En vista del fracaso de
las operaciones en Caracas, Arias depuso las armas. La rendición de los
sublevados se inició hacia las 11 a.m., y fue total hacia la 1:30 p.m., gracias
a la mediación de monseñor Domingo Roa Pérez, arzobispo de Maracaibo, y luego
de vuelos rasantes de 2 aviones F-16 y de 2 aviones Bronco sobre el Cuartel
Libertador, último bastión de los rebeldes.
(El comandante Francisco
Arias Cárdenas sería después gobernador del Estado Zulia y luego candidato
presidencial del sector democrático contra su antiguo aliado Chávez, a quien
llamó gallina en una propaganda televisiva por no aceptar un debate público.
Durante los actos violentos del 11 de abril de 2002 llamó criminal a Chávez. Sin
embargo, volvió al redil chavista y a la fecha de redacción de este capítulo,
el 6 de enero de 2025, había renunciado al cargo de embajador en México del
narcodictador Nicolás Maduro)
En Maracay se
sublevaron 3 batallones de la 41a Brigada de Infantería Paracaidista y el
batallón García de Sena, al mando del teniente coronel Jesús Urdaneta
Hernández, y el batallón de cazadores General Vásquez, al mando del teniente
coronel Jesús Ortiz Contreras. Los insurgentes atacaron la sede del comando de
la IV División de Infantería, la base aérea Libertador, los cuarteles Páez y
San Jacinto y la base Escuela Mariscal Sucre. Los combates más intensos se
escenificaron en el Cuartel Páez, a 2 cuadras del Palacio de Gobierno, en el
Cuartel La Placera, y en la base Libertador.
Los rebeldes rodearon
la base, pero no lograron ingresar en ella ni utilizar los aviones. Desde
tempranas horas del día 4, aviones y helicópteros leales de la fuerza aérea
sobrevolaron estas zonas y al mediodía la insurrección fue controlada, aunque
persistieron focos dispersos de combate en Palo Negro y en La Placera.
En la guarnición de
Valencia actuaron el batallón blindado Pedro León Torres, el grupo de
artillería de campaña Lara, el batallón de apoyo José G. Lugo, una compañía de
comunicaciones y una compañía de honor. Durante aproximadamente 15 horas los
insurrectos controlaron varios puntos estratégicos de la ciudad, entre ellos el
Comando Regional núm. 2 de la Guardia Nacional. Los golpistas tomaron la
estación de radio Mundial, desde donde difundieron sus consignas. También
tomaron la sede de la policía del estado, el aeropuerto internacional Arturo
Michelena y establecieron sus operaciones en el Fuerte Paramacay, sede de la
brigada blindada. Atacaron los puestos de la Guardia Nacional en Tocuyito y en
La Cabrera, la sede de la compañía 24 de junio en el Campo de Carabobo. Aviones
F-16 y helicópteros Super-puma, piloteados por oficiales leales al Gobierno
sobrevolaron las zonas donde los rebeldes operaban y realizaron vuelos de
reconocimiento en Naguanagua. El gobernador del estado denunció que tropas
insurgentes entregaron armas, municiones y uniformes a estudiantes de la
Universidad de Carabobo, 3 de los cuales resultaron heridos de gravedad, con lo
cual se evidenció la participación de civiles en estas acciones.
Igualmente rebeló:
-El sometimiento de los
insurrectos se logró hacia las 4 p.m., del día 4. El comandante Chávez Frías se
hallaba acantonado en el Museo Histórico Militar de La Planicie, en Caracas,
desde donde debía dirigir las operaciones. Persuadido por el general Ochoa
Antich y ante la evidencia del fracaso de la operación, se rindió,
desplazándose hacia la sede del Ministerio de la Defensa. A solicitud del alto
mando de las fuerzas leales y acompañado por miembros del alto mando militar
hacia la 1 p.m., el comandante Chávez se dirigió al país en una improvisada
alocución.
En su breve mensaje,
asumió la responsabilidad del movimiento y solicitó a las fuerzas aún rebeldes
de Aragua y Valencia que se rindieran ante el fracaso de la operación en Caracas,
para evitar mayores derramamientos de sangre. Esta corta aparición ante las
cámaras de televisión le valieron una instantánea e intensa popularidad, que si
bien contribuyó al cese de las hostilidades, constituyó un grave revés político
para el Gobierno.
A consecuencia de este
intento de golpe de Estado, el presidente en compañía del Gabinete Ejecutivo
decretó la suspensión de las garantías constitucionales en todo el territorio
nacional, así como el establecimiento de un toque de queda. Durante la mañana
del 5 de febrero se convocó a una sesión bicameral extraordinaria en el
Congreso, con el propósito de presentar a la consideración del Poder
Legislativo el mencionado decreto.
Por acuerdo de las
fracciones políticas se resolvió no debatir la materia sino formular un
comunicado de condena al intento de golpe. No obstante, el para entonces
senador vitalicio Rafael Caldera, desatendiendo el acuerdo previo, pronunció un
polémico discurso en el que desestimó la tesis del magnicidio como motivación
de la insurrección y formuló su propia interpretación de las razones que habían
llevado al intento de golpe y producido las manifestaciones de simpatía hacia
el mismo. Ello generó un intenso debate en el hemiciclo, el cual fue
transmitido por los canales de televisión.
El discurso de Caldera
le valió una gran popularidad, y con el mismo se inició la campaña ascendente
que lo llevó a la presidencia de la República en diciembre de 1993. Diversas
instituciones del Estado y organizaciones sociales repudiaron el intento de
golpe y manifestaron su adhesión al orden democrático. En la población no se
produjeron movilizaciones de apoyo al Gobierno o a la democracia. Diversos
jefes de Estado de naciones democráticas enviaron sus expresiones de
solidaridad al Gobierno y de rechazo a la asonada. César Gaviria, para el
momento presidente de Colombia, convocó a una reunión extraordinaria de la
Organización de Estados Americanos, que también produjo un pronunciamiento de
condena a los golpistas y de adhesión al Gobierno y a la democracia en
Venezuela.
Finalmente precisó:
-El ministro de la
Defensa dio a conocer el día 5 el saldo de la asonada: 14 muertos, 53 heridos,
1.089 militares detenidos y cuantiosas pérdidas materiales. No obstante, las
estimaciones extraoficiales daban 50 muertos y más de 100 heridos. El
comandante Chávez Frías y los oficiales de mayor rango involucrados en la
insurrección fueron recluidos en el Cuartel San Carlos de Caracas y luego en la
Cárcel de Yare en los valles del Tuy. A 2 semanas de este intento, el Tribunal
Militar II de Primera Instancia Permanente de Caracas anunció que había 133
oficiales (entre los cuales 24 fueron acusados de dirigir la rebelión y el
resto de ser adherentes) y 967 soldados sometidos a investigación. Con el
tiempo, las causas de muchos de los militares presos fueron sobreseídas; otros
fueron dados de baja, y otros indultados por el presidente Caldera en 1994 bajo
la condición de solicitar su retiro de las Fuerzas Armadas, tal como sucedió
con los oficiales que dirigieron la operación.
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